El 2018 está a horas de deciradiós, abriendo paso a un nuevo año con posibilidades infinitas. Quizá suenatrillado, y para muchas personas iniciar un nuevo año no es gran cosa; Sinembargo, habemos quienes aún respiramos esperanza en los rituales y tradiciones.Por ejemplo, yo, todos losfines de año agradezco por el mejor año de mi vida, y siempre estoy segura queel nuevo será mejor. He de decir que jamás me he equivocado. Y es que una de lasmejores lecciones que he aprendido en mi corta vida es saber ser agradecida: porlo que fue, es y será.
Cada año aprendemos un sinfín decosas nuevas, cada año sumamos experiencias a nuestra vida, y cada año dejamosir otro puñado que se han convertido en carga innecesaria. Agradecer, dejar iry pedir asertivamente son tres grandes formas de despedir este 2018, y abrirlepaso al 2019.
Hoy los invito a que se tomen eltiempo de encontrar 12 personas, momentos o situaciones por las que quieran darinfinitas gracias, a quienes deban dejar ir de una vez por todas o por las quequieran pedir desde lo más profundo de su corazón. Realizar este ejerciciofortalece nuestra capacidad de introspección, nos hace más conscientes denuestro entorno y acciones, además de invitarnos a vivir de una mejor manera elnuevo año que está por llegar.
Les dejo mis 12, por si sirven deinspiración. A mi me servirán, indudablemente.
- Gracias a Dios poruna vuelta más al sol; Por días llenos de alegrías, tristezas, risas, lágrimas,victorias y fracasos.
- Gracias por mifamilia, la base fundamental y principal motor de mi ser y existir.
- Gracias por misamigos, a quienes cuento con los dedos de mis manos, por ser ejemplo de unalucha incansable por alcanzar la excelencia, el bien y la virtud.
- Gracias por eltrabajo, porque me permite pulir mis capacidades, descubrir constantementenuevas habilidades y tener una sed constante de aprender y ser mejor en lo quehago.
- Adiós a loinnecesario, quiero tener únicamente lo que necesito (tanto tangible comointangible).
- Adiós al sentimientode que siempre hace falta algo; Esto, generalmente, quita la paz y hace muchodaño.
- Adiós a la desidia,tanto en el ámbito privado como en el público. Si quiero hacer realidad mianhelo por construir un mundo mejor, debo empezar despidiéndome de la pasividade inercia.
- Adiós a lasrelaciones tóxicas y conflictivas, las personales y las laborales.
- Bienvenido el amorpropio, aquel que me permite reconocer a profundidad mis virtudes y defectos,motivándome a la mejora constante.
- Bienvenida lapaciencia y laboriosidad, en un mundo que camina muy agitado y, en ocasiones,con desgana.
- Bienvenido elrespeto, la tolerancia y el pensamiento crítico, pilar fundamental en unasociedad civilizada.
- Bienvenido el don deservicio y entrega a los demás, porque no hay mayor alegría y plenitud que dartodo aquello que somos y anhelamos ser.
Gracias, adiós y bienvenido. ¡Salud!, Por lo que fue, es y será. Y desde ya, otra vez, infinitas gracias.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
El 2018 está a horas de deciradiós, abriendo paso a un nuevo año con posibilidades infinitas. Quizá suenatrillado, y para muchas personas iniciar un nuevo año no es gran cosa; Sinembargo, habemos quienes aún respiramos esperanza en los rituales y tradiciones.Por ejemplo, yo, todos losfines de año agradezco por el mejor año de mi vida, y siempre estoy segura queel nuevo será mejor. He de decir que jamás me he equivocado. Y es que una de lasmejores lecciones que he aprendido en mi corta vida es saber ser agradecida: porlo que fue, es y será.
Cada año aprendemos un sinfín decosas nuevas, cada año sumamos experiencias a nuestra vida, y cada año dejamosir otro puñado que se han convertido en carga innecesaria. Agradecer, dejar iry pedir asertivamente son tres grandes formas de despedir este 2018, y abrirlepaso al 2019.
Hoy los invito a que se tomen eltiempo de encontrar 12 personas, momentos o situaciones por las que quieran darinfinitas gracias, a quienes deban dejar ir de una vez por todas o por las quequieran pedir desde lo más profundo de su corazón. Realizar este ejerciciofortalece nuestra capacidad de introspección, nos hace más conscientes denuestro entorno y acciones, además de invitarnos a vivir de una mejor manera elnuevo año que está por llegar.
Les dejo mis 12, por si sirven deinspiración. A mi me servirán, indudablemente.
- Gracias a Dios poruna vuelta más al sol; Por días llenos de alegrías, tristezas, risas, lágrimas,victorias y fracasos.
- Gracias por mifamilia, la base fundamental y principal motor de mi ser y existir.
- Gracias por misamigos, a quienes cuento con los dedos de mis manos, por ser ejemplo de unalucha incansable por alcanzar la excelencia, el bien y la virtud.
- Gracias por eltrabajo, porque me permite pulir mis capacidades, descubrir constantementenuevas habilidades y tener una sed constante de aprender y ser mejor en lo quehago.
- Adiós a loinnecesario, quiero tener únicamente lo que necesito (tanto tangible comointangible).
- Adiós al sentimientode que siempre hace falta algo; Esto, generalmente, quita la paz y hace muchodaño.
- Adiós a la desidia,tanto en el ámbito privado como en el público. Si quiero hacer realidad mianhelo por construir un mundo mejor, debo empezar despidiéndome de la pasividade inercia.
- Adiós a lasrelaciones tóxicas y conflictivas, las personales y las laborales.
- Bienvenido el amorpropio, aquel que me permite reconocer a profundidad mis virtudes y defectos,motivándome a la mejora constante.
- Bienvenida lapaciencia y laboriosidad, en un mundo que camina muy agitado y, en ocasiones,con desgana.
- Bienvenido elrespeto, la tolerancia y el pensamiento crítico, pilar fundamental en unasociedad civilizada.
- Bienvenido el don deservicio y entrega a los demás, porque no hay mayor alegría y plenitud que dartodo aquello que somos y anhelamos ser.
Gracias, adiós y bienvenido. ¡Salud!, Por lo que fue, es y será. Y desde ya, otra vez, infinitas gracias.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo