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Hacer todo a medias: el caso de Muxbal

Juan Diego Godoy
18 de febrero, 2018

Ya han pasado tres meses desde que asfaltaron una parte de la carretera de Muxbal. Fue el 14 de noviembre del año pasado cuando iniciaron los trabajos para mejorar tan transitada ruta, que hace unas décadas era recorrida por don Jorge Ubico a caballo, según las historias que cuentan los abuelos. Por qué tal “camino para caballos” llegó a convertirse en una “carretera para autos” de suma importancia pero de notables deficiencias y con un colapsado tráfico, son otros temas que espero tratar en otras columnas.

El proyecto de recapeo fue aplaudido por los vecinos, que llevábamos años transitando por una ruta peligrosa llena de agujeros y baches, enemigos mortales de las llantas y la seguridad vial. Sin embargo, el proyecto se quedó paralizado en la fase de recapeo. Menos de la mitad de Muxbal fue asfaltada, y la parte que fue renovada quedó como un camino gris sin señalización apropiada, pintura para dividir los carriles, iluminación y con una grada de concreto que marca muy bien en dónde comienza y en dónde acaba el trabajo.

Al principio – a inicios de diciembre – creí que era cuestión de días para que el proyecto fuera terminado. Digo, nadie recapea una calle para dejarla sin señalización, o al menos eso pensaba. Sin embargo, hoy, casi tres meses después, me doy cuenta que el proyecto se hizo a medias. No hay señalización, ni “señales” de que habrá en algún momento. Aunque la ruta se encuentra en jurisdicción del municipio de Santa Catarina Pinula, ésta es responsabilidad del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) por tratarse de una clasificación departamental. ¿Pero por qué no señalizan la calle? ¿Para qué hacer el trabajo a medias? Lo más caro en este tipo de proyectos es el cambio de asfalto. La señalización no es nada en términos monetarios. ¿Por qué no hacerla entonces?

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Por si fuera poco, tuve la oportunidad de platicar con Armando Sánchez, jefe de comunicación de la municipalidad de Santa Catarina Pinula, y me dijo que “una empresa contratada por COVIAL comenzó a realizar los trabajos sin siquiera notificar a los vecinos ni a la municipalidad”. Fue la municipalidad quien tuvo que reaccionar para informar a los vecinos y coordinar el tránsito. Sin embargo, nadie esperaba que el trabajo fuera a quedar así, “a medias”.

Todo esto me ha llevado a una conclusión nada difícil de entender en una país como Guatemala. Aquí todo se hace a medias. Pensamos a corto (demasiado corto) plazo y nuestras soluciones son reactivas, jamás preventivas ni con miras al futuro. En este caso, se asfaltó 1/4 de la carretera a Muxbal. Ese pedazo recapeado es solo un pedazo de calle gris, sin señalización. ¡Es igual de peligroso tener una calle nada señalizada que tener una calle con agujeros y baches mal puestos! ¡En Guatemala tenemos que adivinar en qué carril estamos manejando! ¡Y lo único que le falta a Muxbal es que los conductores también tengan que adivinar si van en contavía o no!

Pareciera un chiste. Pero no lo es. Lastimosamente tampoco es el único caso de “trabajos a medias” en este país. Puedo asegurar que cada lector está recordando en este momento algún caso en el que el gobierno dejó un proyecto a medias, contra toda lógica, seguridad y progreso.

Si bien el municipio de Santa Catarina Pinula es de los mejores a nivel nacional, estamos todavía muy atrasados por ese cáncer en la idiosincracia chapina de comenzar para no terminar. La pregunta es, ¿cómo podemos cambiar esta mentalidad de hacer siempre solo un porcentaje de lo que hay que hacer? Mientras tanto, los avances serán a medias, y “a medias” no hay progreso.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

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Hacer todo a medias: el caso de Muxbal

Juan Diego Godoy
18 de febrero, 2018

Ya han pasado tres meses desde que asfaltaron una parte de la carretera de Muxbal. Fue el 14 de noviembre del año pasado cuando iniciaron los trabajos para mejorar tan transitada ruta, que hace unas décadas era recorrida por don Jorge Ubico a caballo, según las historias que cuentan los abuelos. Por qué tal “camino para caballos” llegó a convertirse en una “carretera para autos” de suma importancia pero de notables deficiencias y con un colapsado tráfico, son otros temas que espero tratar en otras columnas.

El proyecto de recapeo fue aplaudido por los vecinos, que llevábamos años transitando por una ruta peligrosa llena de agujeros y baches, enemigos mortales de las llantas y la seguridad vial. Sin embargo, el proyecto se quedó paralizado en la fase de recapeo. Menos de la mitad de Muxbal fue asfaltada, y la parte que fue renovada quedó como un camino gris sin señalización apropiada, pintura para dividir los carriles, iluminación y con una grada de concreto que marca muy bien en dónde comienza y en dónde acaba el trabajo.

Al principio – a inicios de diciembre – creí que era cuestión de días para que el proyecto fuera terminado. Digo, nadie recapea una calle para dejarla sin señalización, o al menos eso pensaba. Sin embargo, hoy, casi tres meses después, me doy cuenta que el proyecto se hizo a medias. No hay señalización, ni “señales” de que habrá en algún momento. Aunque la ruta se encuentra en jurisdicción del municipio de Santa Catarina Pinula, ésta es responsabilidad del Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) por tratarse de una clasificación departamental. ¿Pero por qué no señalizan la calle? ¿Para qué hacer el trabajo a medias? Lo más caro en este tipo de proyectos es el cambio de asfalto. La señalización no es nada en términos monetarios. ¿Por qué no hacerla entonces?

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Por si fuera poco, tuve la oportunidad de platicar con Armando Sánchez, jefe de comunicación de la municipalidad de Santa Catarina Pinula, y me dijo que “una empresa contratada por COVIAL comenzó a realizar los trabajos sin siquiera notificar a los vecinos ni a la municipalidad”. Fue la municipalidad quien tuvo que reaccionar para informar a los vecinos y coordinar el tránsito. Sin embargo, nadie esperaba que el trabajo fuera a quedar así, “a medias”.

Todo esto me ha llevado a una conclusión nada difícil de entender en una país como Guatemala. Aquí todo se hace a medias. Pensamos a corto (demasiado corto) plazo y nuestras soluciones son reactivas, jamás preventivas ni con miras al futuro. En este caso, se asfaltó 1/4 de la carretera a Muxbal. Ese pedazo recapeado es solo un pedazo de calle gris, sin señalización. ¡Es igual de peligroso tener una calle nada señalizada que tener una calle con agujeros y baches mal puestos! ¡En Guatemala tenemos que adivinar en qué carril estamos manejando! ¡Y lo único que le falta a Muxbal es que los conductores también tengan que adivinar si van en contavía o no!

Pareciera un chiste. Pero no lo es. Lastimosamente tampoco es el único caso de “trabajos a medias” en este país. Puedo asegurar que cada lector está recordando en este momento algún caso en el que el gobierno dejó un proyecto a medias, contra toda lógica, seguridad y progreso.

Si bien el municipio de Santa Catarina Pinula es de los mejores a nivel nacional, estamos todavía muy atrasados por ese cáncer en la idiosincracia chapina de comenzar para no terminar. La pregunta es, ¿cómo podemos cambiar esta mentalidad de hacer siempre solo un porcentaje de lo que hay que hacer? Mientras tanto, los avances serán a medias, y “a medias” no hay progreso.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

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