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Veritas liberabit vos

María Renée Estrada
02 de abril, 2018

La libertad es un tema recurrente en la actualidad. Escuchamos hablar de todo tipo de libertad (de expresión, sexual, etc.), sin embargo es preciso entender el término desde su concepto más básico. La finalidad de entender lo que implica la libertad, y el ser libre, es poder ejercerla de la mejor manera posible.

La RAE define el concepto del libertad como “la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”“Facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas de hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres.” Por otro lado San Juan Pablo II, en su encíclica Fides et Ratio, comenta: “Una vez la verdad es negada a los seres humanos, es pura ilusión el intentar liberarlos. La verdad y la libertad o van juntas de la mano o perecen en la miseria”.

En su escrito Dos ideas sobre la libertad”, George Weigel expone el término libertad para la excelencia. El autor la define como “un medio para la excelencia, felicidad y realización plena del ser humano. La capacidad de elegir con sabiduría y actuar bien de manera habitual; de manera virtuosa. Medio por el que, ejerciendo nuestra razón y voluntad, actuamos por el anhelo natural de verdad, bondad y felicidad, inscrito en el interior del ser humano. […] Es la capacidad humana que unifica todas las demas capacidades en un todo ordenado, y dirige nuestras acciones hacia una búsqueda de felicidad y bondad, entendidas como la unión de la persona humana con el bien absoluto: Dios. […] Es el método con el que nos convertimos en la clase de personas que nuestros más nobles instintos nos inclinan a ser: personas que pueden, entre otras posibilidades, construir sociedades libres y virtuosas, en las que los derechos de todos sean reconocidos, respetados y protegidos por la ley”.

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La libertad para la excelencia se relaciona con la dignidad humana en el estricto sentido que busca la plenitud y el desarrollo integral del ser humano. Respeta, promueve y defiende los anhelos más profundos del corazón humano.

Weigel explica que es justamente esta libertad “la que dará satisfacción a las más profundas aspiraciones del corazón humano de ser libre. La idea de libertad para la excelencia y las disciplinas de auto gobierno que implica, son esenciales para la democracia y para la defensa de la libertad”.

Podemos concluir entonces  que la libertad no es un término superficial que se refiere al actuar guiado por las pasiones, mejor conocido como libertinaje. Por el contrario, entender y vivir de manera libre consiste en un acto que va íntimamente ligado con la moral y la ética, buscando siempre y ante todo la verdad y el bien común. De la mano de la libertad viene también el libre albedrío, o la libre elección de los seres humanos. Por lo tanto considero sumamente importante que antes de hablar de libertad, se eduque en la verdad y en el bien común. Al ser humano se le deben dar las herramientas para que conquiste individualmente la verdad y el bien, y que sean estas dos alas las que lo lleven a tomar decisiones libres y sin ataduras, que le permitan volar en el cielo de la plenitud.

“Sólo el que sabe es libre y más libre el que más sabe. No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas”
Miguel de Unamuno

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Veritas liberabit vos

María Renée Estrada
02 de abril, 2018

La libertad es un tema recurrente en la actualidad. Escuchamos hablar de todo tipo de libertad (de expresión, sexual, etc.), sin embargo es preciso entender el término desde su concepto más básico. La finalidad de entender lo que implica la libertad, y el ser libre, es poder ejercerla de la mejor manera posible.

La RAE define el concepto del libertad como “la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”“Facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas de hacer y decir cuanto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres.” Por otro lado San Juan Pablo II, en su encíclica Fides et Ratio, comenta: “Una vez la verdad es negada a los seres humanos, es pura ilusión el intentar liberarlos. La verdad y la libertad o van juntas de la mano o perecen en la miseria”.

En su escrito Dos ideas sobre la libertad”, George Weigel expone el término libertad para la excelencia. El autor la define como “un medio para la excelencia, felicidad y realización plena del ser humano. La capacidad de elegir con sabiduría y actuar bien de manera habitual; de manera virtuosa. Medio por el que, ejerciendo nuestra razón y voluntad, actuamos por el anhelo natural de verdad, bondad y felicidad, inscrito en el interior del ser humano. […] Es la capacidad humana que unifica todas las demas capacidades en un todo ordenado, y dirige nuestras acciones hacia una búsqueda de felicidad y bondad, entendidas como la unión de la persona humana con el bien absoluto: Dios. […] Es el método con el que nos convertimos en la clase de personas que nuestros más nobles instintos nos inclinan a ser: personas que pueden, entre otras posibilidades, construir sociedades libres y virtuosas, en las que los derechos de todos sean reconocidos, respetados y protegidos por la ley”.

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La libertad para la excelencia se relaciona con la dignidad humana en el estricto sentido que busca la plenitud y el desarrollo integral del ser humano. Respeta, promueve y defiende los anhelos más profundos del corazón humano.

Weigel explica que es justamente esta libertad “la que dará satisfacción a las más profundas aspiraciones del corazón humano de ser libre. La idea de libertad para la excelencia y las disciplinas de auto gobierno que implica, son esenciales para la democracia y para la defensa de la libertad”.

Podemos concluir entonces  que la libertad no es un término superficial que se refiere al actuar guiado por las pasiones, mejor conocido como libertinaje. Por el contrario, entender y vivir de manera libre consiste en un acto que va íntimamente ligado con la moral y la ética, buscando siempre y ante todo la verdad y el bien común. De la mano de la libertad viene también el libre albedrío, o la libre elección de los seres humanos. Por lo tanto considero sumamente importante que antes de hablar de libertad, se eduque en la verdad y en el bien común. Al ser humano se le deben dar las herramientas para que conquiste individualmente la verdad y el bien, y que sean estas dos alas las que lo lleven a tomar decisiones libres y sin ataduras, que le permitan volar en el cielo de la plenitud.

“Sólo el que sabe es libre y más libre el que más sabe. No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas”
Miguel de Unamuno

República es ajena a la opinión expresada en este artículo