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Declaraciones desafortunadas

Mario Winter
20 de mayo, 2018

Iván Velásquez Gómez, colombiano, emite declaraciones desafortunadas, con relación, a las personas de Igor Bitkov, Irina Bitkova y Anastasia Bitkova, las cuales aparecen en los medios de comunicación, en el Senado de los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia, en distintas acciones jurídicas, políticas y económicas.

En su declaración pública, Iván Velásquez Gómez arremete contra cualquier persona usando un argumento falaz de una falsa piedad por parte de quien emita opinión sobre el caso. Su lógica de razonamiento está ausente. En su lugar emite un juicio de valor sobre el cual fundamenta el proceder de su gestión y de la entonces fiscal del Ministerio Público.

La pleitesía brindada por apátridas, carentes de todo sentido de civismo y de pertenencia a una nación se manifestó durante todo el tiempo que usando la bandera de la lucha anticorrupción cometieron mucho más crimen contra la humanidad que el canciller austriaco Adolfo Hitler, quien llegó a su cargo con la aclamación de la mayoría popular alemana quien le facilitó por plebiscito las funciones de Führer und Reichskanzler.

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Pocos saben que el colaborador eficaz, miembro de la corrupción, durante el tiempo que estuvo desaparecido fue resguardado por la Embajada de los Estados Unidos en Guatemala antes de presentarlo a la opinión pública. Fueron decisiones de carácter político y razones de Estado, por supuesto no nacional, las que orientaron los títulos y nombres para casos políticos disfrazados de lucha anticorrupción.

La corrupción, si fuera el caso, hubiera hecho en el siglo XIX, perder el territorio de las Verapaces, para incorporarlo a los Estados Unidos de América por petición expresa de Abraham Lincoln como resultado de la guerra de secesión en su famoso discurso de Gettysburg dirigido al pueblo americano. Sin embargo, en esa oportunidad el presidente constitucional de Guatemala pudo emitir un soberano no que valió que los guatemaltecos conservemos aun la tierra de la monja blanca y el quetzal.

Ser favorecido con un mandato no es un mérito y servir en un cargo público como funcionario, en el caso del Ministerio Público no es objeto de caudillismo, de sobalevas, como sucede con todos aquellos que instrumentalizan las fuerzas de choque y coerción en Guatemala y son sordos a las necesidades del pueblo de Guatemala.

Esos socialistas del siglo XXI tienen como diría Erich Fromm, su sueldo asegurado y una cómoda vida que les permite levantar el mejor castillo de impunidad en Guatemala.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Declaraciones desafortunadas

Mario Winter
20 de mayo, 2018

Iván Velásquez Gómez, colombiano, emite declaraciones desafortunadas, con relación, a las personas de Igor Bitkov, Irina Bitkova y Anastasia Bitkova, las cuales aparecen en los medios de comunicación, en el Senado de los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia, en distintas acciones jurídicas, políticas y económicas.

En su declaración pública, Iván Velásquez Gómez arremete contra cualquier persona usando un argumento falaz de una falsa piedad por parte de quien emita opinión sobre el caso. Su lógica de razonamiento está ausente. En su lugar emite un juicio de valor sobre el cual fundamenta el proceder de su gestión y de la entonces fiscal del Ministerio Público.

La pleitesía brindada por apátridas, carentes de todo sentido de civismo y de pertenencia a una nación se manifestó durante todo el tiempo que usando la bandera de la lucha anticorrupción cometieron mucho más crimen contra la humanidad que el canciller austriaco Adolfo Hitler, quien llegó a su cargo con la aclamación de la mayoría popular alemana quien le facilitó por plebiscito las funciones de Führer und Reichskanzler.

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La corrupción, si fuera el caso, hubiera hecho en el siglo XIX, perder el territorio de las Verapaces, para incorporarlo a los Estados Unidos de América por petición expresa de Abraham Lincoln como resultado de la guerra de secesión en su famoso discurso de Gettysburg dirigido al pueblo americano. Sin embargo, en esa oportunidad el presidente constitucional de Guatemala pudo emitir un soberano no que valió que los guatemaltecos conservemos aun la tierra de la monja blanca y el quetzal.

Ser favorecido con un mandato no es un mérito y servir en un cargo público como funcionario, en el caso del Ministerio Público no es objeto de caudillismo, de sobalevas, como sucede con todos aquellos que instrumentalizan las fuerzas de choque y coerción en Guatemala y son sordos a las necesidades del pueblo de Guatemala.

Esos socialistas del siglo XXI tienen como diría Erich Fromm, su sueldo asegurado y una cómoda vida que les permite levantar el mejor castillo de impunidad en Guatemala.

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