Cuando hablamos de desarrollo social, hay que pensar también que esto representa un desafío para el país que se encuentra deteriorado en las condiciones mínimas de salud, educación y seguridad.
Es por ello que debemos poner atención hacia a donde se va direccionando el desarrollo del país, ya que una mala dirección nos expone a un riesgo latente sobre todo cuando se busca la consolidación de una nueva ciudadanía.
Hay que recordar que en Guatemala hay mujeres y hombres que con su trabajo promueven una propuesta de desarrollo con el objetivo de lograr ser un país influyente en todo ámbito, es por ello que se tienen que valer de las herramientas necesarias para destruir y dejar sin acción la corrupción en este país, que esperamos algún día se convierta en una cosa del pasado.
El desarrollo debe tener una cara limpia, es decir que no tenga una sola tacha de corrupción y de malos manejos, por eso la insistencia en que la lucha debe continuar, porque es necesario que se enciendan las alarmas contra con la corrupción ya que solo saliendo de ese mal que nos deja en una posición incómoda para generar transparencia en este país, lograremos lo que queremos.
Es por ello que al mencionar un país de desarrollo,debemos pensar que los señalamientos de corrupción siguen en algunas carteras del Estado y no digamos en algunos malos congresistas que siguen actuando con sus cuotas de poder, que establecen lineamientos que favorecen a los que más tienen y dejan fuera aquellos que son menos privilegiados.
En qué punto estamos en la actualidad es lo que debemos pensar, porque bien podemos avanzar o retroceder. No olvidemos que en las protestas de 2015 muchos se pronunciaron contra la corrupción en donde los procesos emblemáticos como La Línea, Cooptación del Estado, TCQ, representaron un estandarte.
Creo que estos procesos expusieron a la opinión pública una nueva forma de ver al Estado que ha sido el más afectado porque esas estructuras enraizadas en la vieja política han permitido que todo perdure a beneficio de los mismos.
¿Qué tipo de futuro queremos para Guatemala?, esa es la pregunta que nos deberíamos hacer porque si seguimos por el mismo camino, los de siempre continuaran apropiándose de todo y truncando los esfuerzos que los buenos guatemaltecos quieren lograr.
Hoy por hoy, lo que tengo presente es que debemos ser críticos de lo que se viene en el país y, principalmente a ser cautos de lo que nos proponen y como lo hacen, es un hecho que en las próximas propuestas políticas existirán lobos con piel de ovejas, por ello debemos esculcar muy bien a quienes participaran y con qué intensiones lo harán.
Estamos próximos a un proceso electoral y aunque a veces parece que se pierde la batalla, todo depende de la ciudadanía que atenta debe responder a cualquier tipo de abuso de parte de la vieja política.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
Cuando hablamos de desarrollo social, hay que pensar también que esto representa un desafío para el país que se encuentra deteriorado en las condiciones mínimas de salud, educación y seguridad.
Es por ello que debemos poner atención hacia a donde se va direccionando el desarrollo del país, ya que una mala dirección nos expone a un riesgo latente sobre todo cuando se busca la consolidación de una nueva ciudadanía.
Hay que recordar que en Guatemala hay mujeres y hombres que con su trabajo promueven una propuesta de desarrollo con el objetivo de lograr ser un país influyente en todo ámbito, es por ello que se tienen que valer de las herramientas necesarias para destruir y dejar sin acción la corrupción en este país, que esperamos algún día se convierta en una cosa del pasado.
El desarrollo debe tener una cara limpia, es decir que no tenga una sola tacha de corrupción y de malos manejos, por eso la insistencia en que la lucha debe continuar, porque es necesario que se enciendan las alarmas contra con la corrupción ya que solo saliendo de ese mal que nos deja en una posición incómoda para generar transparencia en este país, lograremos lo que queremos.
Es por ello que al mencionar un país de desarrollo,debemos pensar que los señalamientos de corrupción siguen en algunas carteras del Estado y no digamos en algunos malos congresistas que siguen actuando con sus cuotas de poder, que establecen lineamientos que favorecen a los que más tienen y dejan fuera aquellos que son menos privilegiados.
En qué punto estamos en la actualidad es lo que debemos pensar, porque bien podemos avanzar o retroceder. No olvidemos que en las protestas de 2015 muchos se pronunciaron contra la corrupción en donde los procesos emblemáticos como La Línea, Cooptación del Estado, TCQ, representaron un estandarte.
Creo que estos procesos expusieron a la opinión pública una nueva forma de ver al Estado que ha sido el más afectado porque esas estructuras enraizadas en la vieja política han permitido que todo perdure a beneficio de los mismos.
¿Qué tipo de futuro queremos para Guatemala?, esa es la pregunta que nos deberíamos hacer porque si seguimos por el mismo camino, los de siempre continuaran apropiándose de todo y truncando los esfuerzos que los buenos guatemaltecos quieren lograr.
Hoy por hoy, lo que tengo presente es que debemos ser críticos de lo que se viene en el país y, principalmente a ser cautos de lo que nos proponen y como lo hacen, es un hecho que en las próximas propuestas políticas existirán lobos con piel de ovejas, por ello debemos esculcar muy bien a quienes participaran y con qué intensiones lo harán.
Estamos próximos a un proceso electoral y aunque a veces parece que se pierde la batalla, todo depende de la ciudadanía que atenta debe responder a cualquier tipo de abuso de parte de la vieja política.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo