En referencia a la situación actual, se puede decir que la inestabilidad en la que vive el país se ha logrado consolidar debido a decisiones que tienen que ver con el actuar del presidente de la República, quien al hacer una intentona más de sacar del país a Iván Velásquez comisionado de la CICIG, generó un alboroto que permite visualizar la falta de un rumbo estratégico que tiene para llevar sus políticas internacionales y mucho menos controlar una crisis.
Es por ello, que se dice que las condiciones sociales que han logrado establecer son tambaleantes y sin dirección.
Es evidente que la crisis a la que llegamos es inminente y las consecuencias son serias para un país que necesita y urge de estabilidad para generar inversión y sobre todo una nueva condición de vida para los ciudadanos que vemos con preocupación esta inestabilidad que solo deja ensombrecida la posibilidad de lograr condiciones adecuadas de desarrollo.
El mismo hecho de que el Presidente no intuya la problemática, hace pensar que las decisiones no están involucrando el bien común, sino únicamente a ciertos grupos y sectores que son pequeños y de forma clara contraviene el actuar en función de la ciudadanía, evidenciado de esa forma la falta de cordura política.
La información y la desinformación están en el minuto a minuto de los medios de comunicación y, redes sociales que están en evidente disputa dependiendo la postura, que se ha vuelto tan polarizada que solo nos permite pensar en donde y en qué punto de la visión de unidad nacional se puede contemplar.
Esa información o desinformación ha llevado a generar análisis desde una perspectiva clara, que nos demuestra que se ha condicionado ciertos criterios para generar escenarios futuros que se presentan catastróficos y que de llegar a cumplirse nos podría poner en escenarios incluso de un golpe de Estado como tal, y que se traduciría en serias consecuencias sociales.
Por eso creo firmemente, que hemos llegado al punto en que la incertidumbre es tal que incluso prever las consecuencias de los actos ocurridos la semana pasada, era algo impensable, sobre todo hablando de que el país necesita de la ayuda internacional para salir adelante; eso no lo puede negar nadie y si lo quiere hacer ha de ser por miopía.
Insisto en que la lucha contra la corrupción y la impunidad debe seguir y debe ser consecuente para generar un impacto real, para demostrar que las reglas en el país son claras y con esto generar oportunidades de desarrollo real, con el ingreso de inversión, fuentes de empleo y con ello crear el círculo de impacto de crecimiento en el que más inversión nos proporcione más trabajo y con esto más generación de impuestos.
Espero que a nuestros políticos no se les olvide que llegaron al poder no para cumplir con caprichos personales, llegaron para cumplir con el interés de un pueblo que está cansado de las mentiras de la vieja política.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
En referencia a la situación actual, se puede decir que la inestabilidad en la que vive el país se ha logrado consolidar debido a decisiones que tienen que ver con el actuar del presidente de la República, quien al hacer una intentona más de sacar del país a Iván Velásquez comisionado de la CICIG, generó un alboroto que permite visualizar la falta de un rumbo estratégico que tiene para llevar sus políticas internacionales y mucho menos controlar una crisis.
Es por ello, que se dice que las condiciones sociales que han logrado establecer son tambaleantes y sin dirección.
Es evidente que la crisis a la que llegamos es inminente y las consecuencias son serias para un país que necesita y urge de estabilidad para generar inversión y sobre todo una nueva condición de vida para los ciudadanos que vemos con preocupación esta inestabilidad que solo deja ensombrecida la posibilidad de lograr condiciones adecuadas de desarrollo.
El mismo hecho de que el Presidente no intuya la problemática, hace pensar que las decisiones no están involucrando el bien común, sino únicamente a ciertos grupos y sectores que son pequeños y de forma clara contraviene el actuar en función de la ciudadanía, evidenciado de esa forma la falta de cordura política.
La información y la desinformación están en el minuto a minuto de los medios de comunicación y, redes sociales que están en evidente disputa dependiendo la postura, que se ha vuelto tan polarizada que solo nos permite pensar en donde y en qué punto de la visión de unidad nacional se puede contemplar.
Esa información o desinformación ha llevado a generar análisis desde una perspectiva clara, que nos demuestra que se ha condicionado ciertos criterios para generar escenarios futuros que se presentan catastróficos y que de llegar a cumplirse nos podría poner en escenarios incluso de un golpe de Estado como tal, y que se traduciría en serias consecuencias sociales.
Por eso creo firmemente, que hemos llegado al punto en que la incertidumbre es tal que incluso prever las consecuencias de los actos ocurridos la semana pasada, era algo impensable, sobre todo hablando de que el país necesita de la ayuda internacional para salir adelante; eso no lo puede negar nadie y si lo quiere hacer ha de ser por miopía.
Insisto en que la lucha contra la corrupción y la impunidad debe seguir y debe ser consecuente para generar un impacto real, para demostrar que las reglas en el país son claras y con esto generar oportunidades de desarrollo real, con el ingreso de inversión, fuentes de empleo y con ello crear el círculo de impacto de crecimiento en el que más inversión nos proporcione más trabajo y con esto más generación de impuestos.
Espero que a nuestros políticos no se les olvide que llegaron al poder no para cumplir con caprichos personales, llegaron para cumplir con el interés de un pueblo que está cansado de las mentiras de la vieja política.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo