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Cambios necesarios

Salvador Paiz
29 de noviembre, 2019

Ha llamado mi atención cómo, en los últimos meses, viene creciendo la sensación de polarización en nuestro país. Lo veo en redes sociales y lo veo en columnas de opinión de distintos medios. Mientras algunos trabajan en crear puentes para lograr avances como nación, otros atacan esos esfuerzos. ¿Por qué empeñarnos en echarle leña al fuego de la polarización? 

Estamos a las puertas de un nuevo gobierno. Todos los guatemaltecos ansiamos ver un verdadero liderazgo en la administración entrante y, sobretodo, esperamos que el próximo presidente asuma ese histórico rol. Pero se nos olvida que, para que eso suceda, los ciudadanos tendremos que apoyar una serie de ineludibles cambios.

En el ámbito empresarial, las compañías de mayor éxito son aquellas que desarrollan una cultura de innovación y constante movimiento. Buscan proactivamente el cambio porque les permite prosperar y florecer. Esto implica un reto gigante para los ejecutivos porque deben lograr una transformación constante. Para ello, no solo necesitan las mejores estrategias y los mejores planes de trabajo, necesitan administrar los procesos de cambio, incluyendo las necesidades de sus colaboradores. Ellos serán los mayores afectados por estos cambios. 

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Lo mismo sucede en un país. Los cambios que surjan y su proceso de implantación nos afectarán, en mayor o menor medida, a todos. Me refiero a las importantes reformas estructurales que necesitamos como nación, para atender problemas como falta de calidad educativa, reformas a nuestro sistema de justicia, urgentes cambios en nuestra infraestructura, acabar con la desnutrición crónica, entre muchos otros. Es ineludible que estas reformas modificarán nuestro actuar, desde acciones tan sencillas como comprar antibióticos hasta pagar un peaje al viajar por nuestro país. Tenemos que tomar en cuenta las consecuencias del cambio y saber administrar las resistencias. 

Debemos migrar del equilibrio actual, que conocíamos como “estable” (aunque dicha estabilidad es debatible), a uno nuevo y mejor. El gran temor es la incertidumbre asociada con dejar lo “viejo conocido”. Abracemos ese proceso de cambio como nación. No lo resistamos, sino apoyémoslo. 

En ese sentido, pareciera que existe un acuerdo generalizado sobre las reformas más importantes que necesita nuestro país. Pero también existe una tendencia por querer culpar a otros sobre todas las razones por las cuales no hemos logrado dichas reformas. Hoy estamos empecinados en “aniquilar al enemigo”, en lugar de considerar que lo que dice podría sernos útil. ¿En qué cosas estamos de acuerdo? ¿Hay forma de conciliar nuestras posiciones en beneficio del objetivo común? 

Valoremos nuestras diferencias de criterio. Es en esa pluralidad de pensamiento y en el contraste de opiniones que podremos encontrar mejores soluciones. La colaboración es un ingrediente clave para la innovación y desarrollo. Además es esencial para la resolución de los grandes problemas que, de otra manera, parecen irresolubles. Antes de criticar, preguntémonos siempre: (i) ¿Cómo yo te puedo ayudar a hacer lo que quieres hacer? (ii) ¿Cómo tú me puedes ayudar a hacer lo que yo quiero hacer? Y (iii) ¿Qué podemos hacer juntos para ayudarnos a hacer lo que queremos hacer?

Debemos encontrar la forma de impulsar esa inteligencia colectiva, esta puede ser nuestra mayor ventaja. Recordemos que la inteligencia colectiva es cuando diferentes personas, con diferentes habilidades, aportan a la resolución de un mismo problema. Es en esa diversidad que se logra alcanzar un objetivo común. Esa diversidad permite resolver los desafíos más difíciles, cosa que una persona, por sí sola, no podría lograr.

Ojalá los guatemaltecos logremos aliarnos de las diferencias que nos caracterizan, y ponerlas a trabajar por alcanzar los cambios que tanto necesitamos. Tenemos tantos retos que sobrepasar y, para hacerlo, es imprescindible que se desarrolle nuestra inteligencia colectiva. Fomentémosla y usémosla para lograr las urgentes reformas que necesitamos como nación y para convertirnos en el país que soñamos.

www.salvadorpaiz.com 


Cambios necesarios

Salvador Paiz
29 de noviembre, 2019

Ha llamado mi atención cómo, en los últimos meses, viene creciendo la sensación de polarización en nuestro país. Lo veo en redes sociales y lo veo en columnas de opinión de distintos medios. Mientras algunos trabajan en crear puentes para lograr avances como nación, otros atacan esos esfuerzos. ¿Por qué empeñarnos en echarle leña al fuego de la polarización? 

Estamos a las puertas de un nuevo gobierno. Todos los guatemaltecos ansiamos ver un verdadero liderazgo en la administración entrante y, sobretodo, esperamos que el próximo presidente asuma ese histórico rol. Pero se nos olvida que, para que eso suceda, los ciudadanos tendremos que apoyar una serie de ineludibles cambios.

En el ámbito empresarial, las compañías de mayor éxito son aquellas que desarrollan una cultura de innovación y constante movimiento. Buscan proactivamente el cambio porque les permite prosperar y florecer. Esto implica un reto gigante para los ejecutivos porque deben lograr una transformación constante. Para ello, no solo necesitan las mejores estrategias y los mejores planes de trabajo, necesitan administrar los procesos de cambio, incluyendo las necesidades de sus colaboradores. Ellos serán los mayores afectados por estos cambios. 

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Lo mismo sucede en un país. Los cambios que surjan y su proceso de implantación nos afectarán, en mayor o menor medida, a todos. Me refiero a las importantes reformas estructurales que necesitamos como nación, para atender problemas como falta de calidad educativa, reformas a nuestro sistema de justicia, urgentes cambios en nuestra infraestructura, acabar con la desnutrición crónica, entre muchos otros. Es ineludible que estas reformas modificarán nuestro actuar, desde acciones tan sencillas como comprar antibióticos hasta pagar un peaje al viajar por nuestro país. Tenemos que tomar en cuenta las consecuencias del cambio y saber administrar las resistencias. 

Debemos migrar del equilibrio actual, que conocíamos como “estable” (aunque dicha estabilidad es debatible), a uno nuevo y mejor. El gran temor es la incertidumbre asociada con dejar lo “viejo conocido”. Abracemos ese proceso de cambio como nación. No lo resistamos, sino apoyémoslo. 

En ese sentido, pareciera que existe un acuerdo generalizado sobre las reformas más importantes que necesita nuestro país. Pero también existe una tendencia por querer culpar a otros sobre todas las razones por las cuales no hemos logrado dichas reformas. Hoy estamos empecinados en “aniquilar al enemigo”, en lugar de considerar que lo que dice podría sernos útil. ¿En qué cosas estamos de acuerdo? ¿Hay forma de conciliar nuestras posiciones en beneficio del objetivo común? 

Valoremos nuestras diferencias de criterio. Es en esa pluralidad de pensamiento y en el contraste de opiniones que podremos encontrar mejores soluciones. La colaboración es un ingrediente clave para la innovación y desarrollo. Además es esencial para la resolución de los grandes problemas que, de otra manera, parecen irresolubles. Antes de criticar, preguntémonos siempre: (i) ¿Cómo yo te puedo ayudar a hacer lo que quieres hacer? (ii) ¿Cómo tú me puedes ayudar a hacer lo que yo quiero hacer? Y (iii) ¿Qué podemos hacer juntos para ayudarnos a hacer lo que queremos hacer?

Debemos encontrar la forma de impulsar esa inteligencia colectiva, esta puede ser nuestra mayor ventaja. Recordemos que la inteligencia colectiva es cuando diferentes personas, con diferentes habilidades, aportan a la resolución de un mismo problema. Es en esa diversidad que se logra alcanzar un objetivo común. Esa diversidad permite resolver los desafíos más difíciles, cosa que una persona, por sí sola, no podría lograr.

Ojalá los guatemaltecos logremos aliarnos de las diferencias que nos caracterizan, y ponerlas a trabajar por alcanzar los cambios que tanto necesitamos. Tenemos tantos retos que sobrepasar y, para hacerlo, es imprescindible que se desarrolle nuestra inteligencia colectiva. Fomentémosla y usémosla para lograr las urgentes reformas que necesitamos como nación y para convertirnos en el país que soñamos.

www.salvadorpaiz.com