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Sacar a Dios por sobre todas las cosas

Carolina Castellanos
20 de diciembre, 2019

Sí, leyó bien el título.  El primer mandamiento es AMAR a Dios por sobre todas las cosas pero tal parece que la arrogancia de los socialistas llegó ya al extremo: ¡sacar a Dios hasta de la biblia!

Estamos a pocos días de celebrar el acontecimiento más importante en la historia de la humanidad, la Navidad.  Tan importante fue que empezamos a medir el tiempo en dos etapas. Antes y después de Cristo. Cambió la vida de toda la humanidad, creyente y no creyente. Dios es la razón y el centro, y en torno a Quien se escribe la Biblia.

Una de las estrategias del socialismo es atentar contra los valores morales y religiosos establecidos. En los países comunistas se prohíbe practicar alguna religión y las consecuencias de hacerlo son nefastas, castigadas en alguna época hasta con la muerte.  Los dirigentes necesitan que las personas dejen de creer en un ser superior y enfoquen toda su atención y hasta veneración hacia ellos. Es una de las tácticas de control más utilizadas.

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Unido a esto viene la promoción de los antivalores, siendo el aborto, en mi opinión, el peor de todos pues estamos hablando de asesinato.  Han surgido movimientos a nivel mundial que promueven esto como si se tratara de decidir si se lavan los dientes o se cambian de casa. Los que se unen a este movimiento son personas que no tienen respeto a la vida ni a sí mismos, extendiendo esto a irrespetar a cualquier persona, como yo, que nos oponemos rotundamente al aborto.  La única forma que tienen de defender su postura es negar la existencia de Dios, abiertamente o en su mente, pues resulta imposible que alguien que cree en un Ser Supremo esté dispuesto a asesinar a un ser totalmente inocente.

Los movimientos feministas han llegado a extremos.  Las mujeres que lo promueven se denigran a sí mismas para transmitir su mensaje, siendo éste una incógnita.  Hace poco vimos a un grupo de mujeres defecando frente al Congreso y desnudándose. ¿Qué quieren? ¿Igualdad en qué? ¿Necesitan llegar a esos extremos para lograr lo que sea que quieren obtener?  Definitivamente no. El movimiento feminista que inició a raíz de las malas condiciones de trabajo y menor paga para mujeres, temas que sí deben pelearse con todo, quedó en el olvido. Si desean igualdad, deben empezar por no exigir leyes ni fiscalías ni sentencias que favorezcan a la mujer, solo por el hecho de serlo.  La igualdad ante la ley es la única válida. Esto implica no tener ningún privilegio solo por ser mujeres. Esto va para indígenas, comunidad LGTBI y cualquier otro movimiento de personas que se consideran lo suficientemente diferentes a los demás, como para tener privilegios. Todos iguales ante la ley. Punto.

Nuevamente, sacan a Dios de sus vidas pues es la única forma de defender sus ideas sin tener ese cargo de conciencia que da el creer en Alguien superior que nos ha enseñado cómo vivir en paz, incluyendo el respeto de unos a otros.

La lista de grupos y movimientos que han sacado a Dios de sus vidas va en crecimiento, llegando al extremo de pretender sacarlo de la misma Biblia.  Inaudito. Les resulta conveniente pues creen que no tendrán que rendir cuentas a nadie, nunca, ni ahora ni después de su muerte. Con la conciencia tranquila, ¡qué viva el libertinaje!

Sigo creyendo firmemente que los creyentes somos una abrumadora mayoría.  Si usted, amable lector, lo quiere llamar Dios, Buda, Creador u otro, está en su libertad de hacerlo.  Yo creo en Dios, un Ser Superior que nos ha dado lineamientos de conducta individual y para con los demás, que es bondadoso y no castigador, que perdona nuestras infinitas imperfecciones y siempre nos llama a enderezar el camino y nos ofrece Su ayuda para lograrlo.

En esta Navidad que se acerca, deseo que se mantenga el primer mandamiento tal cual es: amar a Dios por sobre todas las cosas.  Les deseo mucha paz, felicidad, convivencia y, sobre todo, mucho amor entre todos y hacia Guatemala, que tanto lo necesita.

¡Feliz Navidad!


Sacar a Dios por sobre todas las cosas

Carolina Castellanos
20 de diciembre, 2019

Sí, leyó bien el título.  El primer mandamiento es AMAR a Dios por sobre todas las cosas pero tal parece que la arrogancia de los socialistas llegó ya al extremo: ¡sacar a Dios hasta de la biblia!

Estamos a pocos días de celebrar el acontecimiento más importante en la historia de la humanidad, la Navidad.  Tan importante fue que empezamos a medir el tiempo en dos etapas. Antes y después de Cristo. Cambió la vida de toda la humanidad, creyente y no creyente. Dios es la razón y el centro, y en torno a Quien se escribe la Biblia.

Una de las estrategias del socialismo es atentar contra los valores morales y religiosos establecidos. En los países comunistas se prohíbe practicar alguna religión y las consecuencias de hacerlo son nefastas, castigadas en alguna época hasta con la muerte.  Los dirigentes necesitan que las personas dejen de creer en un ser superior y enfoquen toda su atención y hasta veneración hacia ellos. Es una de las tácticas de control más utilizadas.

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Unido a esto viene la promoción de los antivalores, siendo el aborto, en mi opinión, el peor de todos pues estamos hablando de asesinato.  Han surgido movimientos a nivel mundial que promueven esto como si se tratara de decidir si se lavan los dientes o se cambian de casa. Los que se unen a este movimiento son personas que no tienen respeto a la vida ni a sí mismos, extendiendo esto a irrespetar a cualquier persona, como yo, que nos oponemos rotundamente al aborto.  La única forma que tienen de defender su postura es negar la existencia de Dios, abiertamente o en su mente, pues resulta imposible que alguien que cree en un Ser Supremo esté dispuesto a asesinar a un ser totalmente inocente.

Los movimientos feministas han llegado a extremos.  Las mujeres que lo promueven se denigran a sí mismas para transmitir su mensaje, siendo éste una incógnita.  Hace poco vimos a un grupo de mujeres defecando frente al Congreso y desnudándose. ¿Qué quieren? ¿Igualdad en qué? ¿Necesitan llegar a esos extremos para lograr lo que sea que quieren obtener?  Definitivamente no. El movimiento feminista que inició a raíz de las malas condiciones de trabajo y menor paga para mujeres, temas que sí deben pelearse con todo, quedó en el olvido. Si desean igualdad, deben empezar por no exigir leyes ni fiscalías ni sentencias que favorezcan a la mujer, solo por el hecho de serlo.  La igualdad ante la ley es la única válida. Esto implica no tener ningún privilegio solo por ser mujeres. Esto va para indígenas, comunidad LGTBI y cualquier otro movimiento de personas que se consideran lo suficientemente diferentes a los demás, como para tener privilegios. Todos iguales ante la ley. Punto.

Nuevamente, sacan a Dios de sus vidas pues es la única forma de defender sus ideas sin tener ese cargo de conciencia que da el creer en Alguien superior que nos ha enseñado cómo vivir en paz, incluyendo el respeto de unos a otros.

La lista de grupos y movimientos que han sacado a Dios de sus vidas va en crecimiento, llegando al extremo de pretender sacarlo de la misma Biblia.  Inaudito. Les resulta conveniente pues creen que no tendrán que rendir cuentas a nadie, nunca, ni ahora ni después de su muerte. Con la conciencia tranquila, ¡qué viva el libertinaje!

Sigo creyendo firmemente que los creyentes somos una abrumadora mayoría.  Si usted, amable lector, lo quiere llamar Dios, Buda, Creador u otro, está en su libertad de hacerlo.  Yo creo en Dios, un Ser Superior que nos ha dado lineamientos de conducta individual y para con los demás, que es bondadoso y no castigador, que perdona nuestras infinitas imperfecciones y siempre nos llama a enderezar el camino y nos ofrece Su ayuda para lograrlo.

En esta Navidad que se acerca, deseo que se mantenga el primer mandamiento tal cual es: amar a Dios por sobre todas las cosas.  Les deseo mucha paz, felicidad, convivencia y, sobre todo, mucho amor entre todos y hacia Guatemala, que tanto lo necesita.

¡Feliz Navidad!