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¿Capitalismo, socialismo o una mezcla?

Ramon Parellada
19 de febrero, 2019

Estamos a punto de entrar a la contienda electoral y aún no tenemos claro quiénes serán los competidores, cada quien con sus ideas sobre lo que le conviene a Guatemala. 

No dudo que quienes participen en las próximas elecciones quieran lo mejor para Guatemala, pero soy escéptico de las campañas electorales puesto que se ofrecen tantas cosas con tal de ganar el voto, pero quien gane las elecciones, como ha pasado hasta ahora en casi todas las elecciones, lo que se lleve a cabo tendrá poco o nada que ver con lo ofrecido.

Sin embargo, en estas promesas electorales, uno puede darse cuenta de quienes consideran al socialismo como el mejor sistema para nuestro país, otros el capitalismo y la mayoría, presentan una amalgama de capitalismo y socialismo entre sus promesas.  Algo que es imposible de llevar a cabo porque existe contradicción entre ambas posturas y lo cierto que es no hay punto intermedio que valga.

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Veamos algunas características fundamentales del capitalismo y el socialismo en términos económicos. 

El capitalismo es el sistema de división de trabajo basado en la propiedad privada de los medios de producción mientras que el socialismo se basa en la ausencia de propiedad privada de los mismos.  O uno o el otro, pero no ambos a la vez.  Vuelvo a reproducir con alguna modificación algunas ideas que expresé en un artículo anterior titulado “¿AMALGAMA DE MODELOS ECONÓMICOS? Publicado en SigloXXI el 27 de abril de 2005.

Esta confusión en buscar un término medio como lo sería la “Tercera vía” propuesta en el pasado por “Anthony Giddens” ha demostrado ser un fracaso más del socialismo.  Y es que la tercera vía y cualquier invento que trate de mezclar el socialismo con el capitalismo no funcionan como sistema económico que economice los escasos recursos.  Por consiguiente, el progreso económico que tanto urge a Guatemala, un país pobre, será lento y con mucho derroche de estos escasos recursos.

El capitalismo o como se le conoce de otra manera, economía de mercado, no es un modelo económico, es el resultado de dejar a los seres humanos actuar en libertad.  Se basa en la propiedad privada de los medios de producción.   Todos los miembros de una sociedad pueden realizar el cálculo económico, herramienta fundamental para economizar los escasos recursos.  Además, se generan oportunidades en abundancia y con ello, la creación de riqueza para todos.ç

El socialismo no deja a los seres humanos actuar en libertad, este sí es un modelo, pero no económico.  Es un modelo porque se impone a los habitantes del país socialista lo que los gobernantes consideran que es lo más adecuado para el resto de los ciudadanos.  No es modelo económico porque al carecer de propiedad privada de los medios de producción resulta imposible efectuar el cálculo económico y por consiguiente no se puede economizar.  Las oportunidades son escasas y la creación de riqueza es casi nula.

En Guatemala tenemos lo que se conoce como Mercantilismo (sistema basado en la concesión de privilegios a grupos de presión que en el pasado fueron algunos empresarios pero que hoy en día han sido sustituidos por sindicatos, oenegés y defensores de los derechos humanos mal entendidos) son dos ejemplos de términos intermedios.

Las ineficiencias abundan, las riquezas de unos resultan empobrecedoras para el resto de la población, las intervenciones del gobierno son crecientes anquilosando la iniciativa privada, los permisos y licencias aumentan exponencialmente ahuyentando las inversiones de capital y las oportunidades brillan por su ausencia.  Lo peor del Estado Interventor se combina con lo peor de los grupos de presión para hacer una sociedad altamente coercitiva llena de burocracia y corrupción. 

La mezcla de “modelos” implica la aceptación de la eficiencia del capitalismo en la creación de riqueza, pero le cuestiona su capacidad para distribuirla. 

Esta es una grave contradicción ya que no se puede separar la distribución de riqueza de su creación (normalmente, en un sistema de mercado libre, la distribución ocurre a la par de la producción de riqueza, van de la mano).  Tampoco funciona como sistema económico pues no puede haber propiedad de los medios de producción y al mismo tiempo no haberla, o la hay o no.  Tanto el socialismo como esa mezcla utópica de “modelos” genera pobreza.  El capitalismo o mercado libre es el camino correcto hacia la creación de riqueza y prosperidad de todos.   

¿Capitalismo, socialismo o una mezcla?

Ramon Parellada
19 de febrero, 2019

Estamos a punto de entrar a la contienda electoral y aún no tenemos claro quiénes serán los competidores, cada quien con sus ideas sobre lo que le conviene a Guatemala. 

No dudo que quienes participen en las próximas elecciones quieran lo mejor para Guatemala, pero soy escéptico de las campañas electorales puesto que se ofrecen tantas cosas con tal de ganar el voto, pero quien gane las elecciones, como ha pasado hasta ahora en casi todas las elecciones, lo que se lleve a cabo tendrá poco o nada que ver con lo ofrecido.

Sin embargo, en estas promesas electorales, uno puede darse cuenta de quienes consideran al socialismo como el mejor sistema para nuestro país, otros el capitalismo y la mayoría, presentan una amalgama de capitalismo y socialismo entre sus promesas.  Algo que es imposible de llevar a cabo porque existe contradicción entre ambas posturas y lo cierto que es no hay punto intermedio que valga.

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El capitalismo es el sistema de división de trabajo basado en la propiedad privada de los medios de producción mientras que el socialismo se basa en la ausencia de propiedad privada de los mismos.  O uno o el otro, pero no ambos a la vez.  Vuelvo a reproducir con alguna modificación algunas ideas que expresé en un artículo anterior titulado “¿AMALGAMA DE MODELOS ECONÓMICOS? Publicado en SigloXXI el 27 de abril de 2005.

Esta confusión en buscar un término medio como lo sería la “Tercera vía” propuesta en el pasado por “Anthony Giddens” ha demostrado ser un fracaso más del socialismo.  Y es que la tercera vía y cualquier invento que trate de mezclar el socialismo con el capitalismo no funcionan como sistema económico que economice los escasos recursos.  Por consiguiente, el progreso económico que tanto urge a Guatemala, un país pobre, será lento y con mucho derroche de estos escasos recursos.

El capitalismo o como se le conoce de otra manera, economía de mercado, no es un modelo económico, es el resultado de dejar a los seres humanos actuar en libertad.  Se basa en la propiedad privada de los medios de producción.   Todos los miembros de una sociedad pueden realizar el cálculo económico, herramienta fundamental para economizar los escasos recursos.  Además, se generan oportunidades en abundancia y con ello, la creación de riqueza para todos.ç

El socialismo no deja a los seres humanos actuar en libertad, este sí es un modelo, pero no económico.  Es un modelo porque se impone a los habitantes del país socialista lo que los gobernantes consideran que es lo más adecuado para el resto de los ciudadanos.  No es modelo económico porque al carecer de propiedad privada de los medios de producción resulta imposible efectuar el cálculo económico y por consiguiente no se puede economizar.  Las oportunidades son escasas y la creación de riqueza es casi nula.

En Guatemala tenemos lo que se conoce como Mercantilismo (sistema basado en la concesión de privilegios a grupos de presión que en el pasado fueron algunos empresarios pero que hoy en día han sido sustituidos por sindicatos, oenegés y defensores de los derechos humanos mal entendidos) son dos ejemplos de términos intermedios.

Las ineficiencias abundan, las riquezas de unos resultan empobrecedoras para el resto de la población, las intervenciones del gobierno son crecientes anquilosando la iniciativa privada, los permisos y licencias aumentan exponencialmente ahuyentando las inversiones de capital y las oportunidades brillan por su ausencia.  Lo peor del Estado Interventor se combina con lo peor de los grupos de presión para hacer una sociedad altamente coercitiva llena de burocracia y corrupción. 

La mezcla de “modelos” implica la aceptación de la eficiencia del capitalismo en la creación de riqueza, pero le cuestiona su capacidad para distribuirla. 

Esta es una grave contradicción ya que no se puede separar la distribución de riqueza de su creación (normalmente, en un sistema de mercado libre, la distribución ocurre a la par de la producción de riqueza, van de la mano).  Tampoco funciona como sistema económico pues no puede haber propiedad de los medios de producción y al mismo tiempo no haberla, o la hay o no.  Tanto el socialismo como esa mezcla utópica de “modelos” genera pobreza.  El capitalismo o mercado libre es el camino correcto hacia la creación de riqueza y prosperidad de todos.