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Y si las procesiones, ¿las organizará el gobierno?

María Dolores Arias
16 de abril, 2019

Estamos en plena Semana Santa, una vez más, año con año, las alfombras y procesiones  son parte importante de la cultura y el paisaje de Guatemala y La Antigua.

La majestuosidad de las procesiones y la logística que conlleva organizar este tipo de actividades es bastante compleja; sin embargo, pareciera todo tan sencillo cuando observas el recorrido de la misma.

El tema de las alfombras es también muy interesante de observar, los hay de todo tipo, tamaño y material. Desde las más complejas con horas de elaboración hasta las más sencillas.  Cada una elaborada con fines tan diversos como el devocional, convivencia, turismo y demás.

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Pero, se ha preguntado ¿qué pasaría si el gobierno organizara las procesiones?

Seguramente existiría dentro del Ministerio de Cultura y Deportes un Viceministerio de actividades culturales, procesionales y alfombreras de Semana Santa: dentro de ese viceministerio existiría, por sólo mencionar uno, el departamento de procesiones, dentro de ese departamento estarían las jefaturas de los Cohedes, Comités de Hermandades y Desarrollo, por que todo tiene que llevar la palabra “desarrollo”.

Aunque con el cambio de gobierno, tal vez cambiará a Cohesol por solidario; o Cohesu por seguro, o…vaya usted a saber a qué mas.

Se integraría, mediante decreto, una Comisión de Semana Santa, CoSeSA, la cual estaría integrada por los Ministerios de Cultura, de Economía, del Trabajo, Inguat, Municipalidades, del Ambiente, de Agricultura, Caminos, Conred y todos los necesarios para la óptima realización de las funciones encomendadas, como suelen agregar este tipo de decretos.

Para poder integrar la Directiva de la Hermandad, el Congreso convocaría a la Comisión Postuladora que remitiría la lista nuevamente al Congreso para que después de varios meses de negociaciones e intentando reunir el quorum nombren a los directivos.  

Los recorridos de las procesiones serían aprobadas por  las municipalidades con el previo aval de Caminos, Inguat, Conred, más los que se añadan en el camino.

Por lo que, sin los previos sellos o cartas de autorización no se podrían realizar.

Las hermandades no podrían utilizar incienso más que la cantidad  permitida por el burócrata a cargo en el ministerio de ambiente y de procedencia autorizada por el burócrata del ministerio de economía.

La medición  de hombros para asignar el brazo en el turno se prohibiría a petición de la Codisra para evitar la discriminación por estatura.

Para quienes quieran hacer alfombras deberán solicitar la autorización del diseño por parte del ministerio de cultura, los materiales por parte del ministerio de ambiente, y la lista de participantes por parte del ministerio del trabajo para asegurar que no hayan niños o adultos mayores “explotados”.

En el caso de los via crucis, deberán ser aprobados por el ministerio de cultura, pagar la “extor-cuota” de la agrupación de artistas, y quienes participen deberán pertenecer al colegio o asociación de actores, creada ex profeso para estas actividades.

Y como nada sale del aire, los diputados conscientes y preocupados por la cultura guatemalteca asignarían una partida presupuestaria que mantengan las comisiones, los viceministerios y demás burocracia cuyo único propósito es mantener “viva” las tradiciones de esta época.

Y así, podríamos seguir enumerando la cantidad de trámites y requisitos que harían casi imposible las procesiones y elaboración de alfombras. ¿Cuáles más se le ocurren a usted?

El punto de esto, es que así como suena ridícula la cantidad de obstáculos que existirían si el gobierno interviene, así son todos los días de via crucis sin ser Semana Santa que atraviesan los creadores de riqueza.  Sin embargo, muchos insisten en seguir diciendo “el gobierno debería hacer” creyendo que en este caso, las cosas serán más eficiente que en lo privado.

@Md30

Facebook.com/Mda30 

Y si las procesiones, ¿las organizará el gobierno?

María Dolores Arias
16 de abril, 2019

Estamos en plena Semana Santa, una vez más, año con año, las alfombras y procesiones  son parte importante de la cultura y el paisaje de Guatemala y La Antigua.

La majestuosidad de las procesiones y la logística que conlleva organizar este tipo de actividades es bastante compleja; sin embargo, pareciera todo tan sencillo cuando observas el recorrido de la misma.

El tema de las alfombras es también muy interesante de observar, los hay de todo tipo, tamaño y material. Desde las más complejas con horas de elaboración hasta las más sencillas.  Cada una elaborada con fines tan diversos como el devocional, convivencia, turismo y demás.

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Pero, se ha preguntado ¿qué pasaría si el gobierno organizara las procesiones?

Seguramente existiría dentro del Ministerio de Cultura y Deportes un Viceministerio de actividades culturales, procesionales y alfombreras de Semana Santa: dentro de ese viceministerio existiría, por sólo mencionar uno, el departamento de procesiones, dentro de ese departamento estarían las jefaturas de los Cohedes, Comités de Hermandades y Desarrollo, por que todo tiene que llevar la palabra “desarrollo”.

Aunque con el cambio de gobierno, tal vez cambiará a Cohesol por solidario; o Cohesu por seguro, o…vaya usted a saber a qué mas.

Se integraría, mediante decreto, una Comisión de Semana Santa, CoSeSA, la cual estaría integrada por los Ministerios de Cultura, de Economía, del Trabajo, Inguat, Municipalidades, del Ambiente, de Agricultura, Caminos, Conred y todos los necesarios para la óptima realización de las funciones encomendadas, como suelen agregar este tipo de decretos.

Para poder integrar la Directiva de la Hermandad, el Congreso convocaría a la Comisión Postuladora que remitiría la lista nuevamente al Congreso para que después de varios meses de negociaciones e intentando reunir el quorum nombren a los directivos.  

Los recorridos de las procesiones serían aprobadas por  las municipalidades con el previo aval de Caminos, Inguat, Conred, más los que se añadan en el camino.

Por lo que, sin los previos sellos o cartas de autorización no se podrían realizar.

Las hermandades no podrían utilizar incienso más que la cantidad  permitida por el burócrata a cargo en el ministerio de ambiente y de procedencia autorizada por el burócrata del ministerio de economía.

La medición  de hombros para asignar el brazo en el turno se prohibiría a petición de la Codisra para evitar la discriminación por estatura.

Para quienes quieran hacer alfombras deberán solicitar la autorización del diseño por parte del ministerio de cultura, los materiales por parte del ministerio de ambiente, y la lista de participantes por parte del ministerio del trabajo para asegurar que no hayan niños o adultos mayores “explotados”.

En el caso de los via crucis, deberán ser aprobados por el ministerio de cultura, pagar la “extor-cuota” de la agrupación de artistas, y quienes participen deberán pertenecer al colegio o asociación de actores, creada ex profeso para estas actividades.

Y como nada sale del aire, los diputados conscientes y preocupados por la cultura guatemalteca asignarían una partida presupuestaria que mantengan las comisiones, los viceministerios y demás burocracia cuyo único propósito es mantener “viva” las tradiciones de esta época.

Y así, podríamos seguir enumerando la cantidad de trámites y requisitos que harían casi imposible las procesiones y elaboración de alfombras. ¿Cuáles más se le ocurren a usted?

El punto de esto, es que así como suena ridícula la cantidad de obstáculos que existirían si el gobierno interviene, así son todos los días de via crucis sin ser Semana Santa que atraviesan los creadores de riqueza.  Sin embargo, muchos insisten en seguir diciendo “el gobierno debería hacer” creyendo que en este caso, las cosas serán más eficiente que en lo privado.

@Md30

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