Podemos decir que nuestra sociedad, en pleno 2020 trata de sobrevivir con instituciones del Estado corrompidas, en donde prevalece el compadrazgo antes que el Estado de Derecho y, la impunidad es un común denominador por el que el desarrollo se detiene porque conviene a unos pocos que ejercen el poder.
Por supuesto que esta es una situación desalentadora y la manipulación de los funcionarios es tan evidente, porque prevalecen los berrinches y no el sentido común, y de eso nos damos cuenta cada vez que nuestro Estado de Derecho se vuelve más frágil y débil, se debe analizar a quien o a quienes conviene este debilitamiento.
En primer lugar, creo que los grandes beneficiados son aquellos que no quieren perder privilegios y que durante mucho tiempo, han tratado de mantener el statu quo con el fin de no sentirse amenazados en sus propios “reinos” en los que nosotros lamentablemente jugamos sin opción el papel de súbditos.
Esos grandes beneficiados, son los mismos que viven de las desestabilizaciones y de la confrontación ideológica, quienes cuentan con recursos para influir en el imaginario colectivo como la única vía por la cual se pueden resolver tal o cual problema que les afecta directamente.
Estos malos guatemaltecos que piensan en su único beneficio y no en el del resto, por supuesto que no quieren dejar el poder y se aferran con artimañas a un Estado debilitado que urge de cambios.
Es un hecho que ese sacrificio que lleva el pueblo de Guatemala, es porque simple y sencillamente los comunes, no entienden o no quieren entender que son sacrificados por estos en un modo de esclavismo moderno que a veces no se percibe como tal.
Es un hecho que quienes queremos y anhelamos una Guatemala mejor, somos mucho más que aquellos que solo piensan en ellos y sus propios beneficios y que nos están llevando incluso a un enfrentamiento que solo nos perjudica.
Es por ello, que hago un llamado a los guatemaltecos de a pie, a que seamos capaces de identificar a quienes con sus comportamientos solo buscan su propio beneficio y deteriora el de la mayoría, al ser entendedores de quienes son los responsables entonces podremos defender al Estado que tanto urge de decisiones consensuadas.
Estamos a pocos días de quedar en manos de una nueva administración y por eso, esperamos que las decisiones que tomen ahora sean en beneficio de ese casi sesenta por ciento de la población que vive en pobreza y con recursos limitados, esperamos más aciertos que desaciertos.
Y a quienes asumen como funcionarios, les recuerdo que el pueblo deposito en ustedes la confianza de un cambio con el que miles soñamos desde siempre.
Podemos decir que nuestra sociedad, en pleno 2020 trata de sobrevivir con instituciones del Estado corrompidas, en donde prevalece el compadrazgo antes que el Estado de Derecho y, la impunidad es un común denominador por el que el desarrollo se detiene porque conviene a unos pocos que ejercen el poder.
Por supuesto que esta es una situación desalentadora y la manipulación de los funcionarios es tan evidente, porque prevalecen los berrinches y no el sentido común, y de eso nos damos cuenta cada vez que nuestro Estado de Derecho se vuelve más frágil y débil, se debe analizar a quien o a quienes conviene este debilitamiento.
En primer lugar, creo que los grandes beneficiados son aquellos que no quieren perder privilegios y que durante mucho tiempo, han tratado de mantener el statu quo con el fin de no sentirse amenazados en sus propios “reinos” en los que nosotros lamentablemente jugamos sin opción el papel de súbditos.
Esos grandes beneficiados, son los mismos que viven de las desestabilizaciones y de la confrontación ideológica, quienes cuentan con recursos para influir en el imaginario colectivo como la única vía por la cual se pueden resolver tal o cual problema que les afecta directamente.
Estos malos guatemaltecos que piensan en su único beneficio y no en el del resto, por supuesto que no quieren dejar el poder y se aferran con artimañas a un Estado debilitado que urge de cambios.
Es un hecho que ese sacrificio que lleva el pueblo de Guatemala, es porque simple y sencillamente los comunes, no entienden o no quieren entender que son sacrificados por estos en un modo de esclavismo moderno que a veces no se percibe como tal.
Es un hecho que quienes queremos y anhelamos una Guatemala mejor, somos mucho más que aquellos que solo piensan en ellos y sus propios beneficios y que nos están llevando incluso a un enfrentamiento que solo nos perjudica.
Es por ello, que hago un llamado a los guatemaltecos de a pie, a que seamos capaces de identificar a quienes con sus comportamientos solo buscan su propio beneficio y deteriora el de la mayoría, al ser entendedores de quienes son los responsables entonces podremos defender al Estado que tanto urge de decisiones consensuadas.
Estamos a pocos días de quedar en manos de una nueva administración y por eso, esperamos que las decisiones que tomen ahora sean en beneficio de ese casi sesenta por ciento de la población que vive en pobreza y con recursos limitados, esperamos más aciertos que desaciertos.
Y a quienes asumen como funcionarios, les recuerdo que el pueblo deposito en ustedes la confianza de un cambio con el que miles soñamos desde siempre.