Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Responsabilidad individual, no estatal

Carlos Díaz-Durán
01 de octubre, 2020

Tras seis meses de vivir bajo estado de calamidad pública, con grandes restricciones a nuestras libertades, hoy finalmente amanecemos sin el estado de excepción y sin mayores limitaciones a nuestra libertad de locomoción. Las cifras oficiales, aunque recibidas con gran escepticismo por gran parte de la población, dicen que los contagios por coronavirus se han reducido. ¿Quiere decir esto que es el fin de la pandemia? Claramente no. Sin embargo, la velocidad con la que el virus se extiende entre la población se ha reducido. 

Desde el inicio de la pandemia nos dimos cuenta de que el virus estaba aquí para quedarse. Por mucho tiempo más, la enfermedad seguirá siendo parte de nuestras vidas, así como otras que cuestan una gran cantidad de vidas cada año. A pesar de esto, debemos seguir adelante y adaptarnos. Ha habido críticas al levantamiento de las medidas por parte de quienes creen que es responsabilidad del estado decirnos qué hacer y qué no hacer en todas las esferas de la vida. Sin embargo, contener la pandemia y cuidar la salud es y ha sido desde el principio responsabilidad de cada uno. 

El fin del estado de calamidad pública es una oportunidad para que nos demostremos que es posible continuar con nuestras vidas y ser responsables sin necesidad de que el estado nos diga qué podemos o qué no podemos hacer. Hemos aprendido a ser más cuidadosos, a guardar la distancia y a mejorar nuestra higiene. Ahora que tenemos menos restricciones, debemos ser aún más responsables para que el número de contagios y muertes por coronavirus siga disminuyendo. 

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Pero ¿es realmente posible detener el contagio sin grandes restricciones a nuestras libertades impuestas por el gobierno? Las experiencias de otros países nos dicen que sí. Suecia sigue siendo el mejor ejemplo de manejo sostenible de la pandemia; contra todo pronóstico han logrado contener de manera efectiva el virus sin necesidad de cuarentena o cierre de actividades. Aunque evidentemente las condiciones de desarrollo de Suecia son muy diferentes a las nuestras, si comparamos su manejo de la pandemia con el de otros países con condiciones similares, las diferencias son evidentes, pues no han tenido un resurgimiento masivo del virus a diferencia de los países europeos que han optado por detener actividades una y otra vez. 

Johan Carlson, director general de la agencia de salud pública sueca, dijo en una entrevista con relación al manejo de la pandemia: “El propósito de nuestro enfoque es que la propia gente entienda la necesidad de seguir las recomendaciones y lineamientos que existen.” El enfoque sueco es sostenible porque se basa en la responsabilidad individual, no en poderes ilimitados del estado que controlan todas las esferas de nuestra vida. 

Guatemala no es Suecia, pero las personas sí tenemos la capacidad y la obligación con nosotros mismos de ser responsables. Hoy más que nunca, debemos ser responsables. No bajemos la guardia con las medidas que cada uno toma para evitar el contagio. Demostremos que, con responsabilidad, podemos detener el incremento exponencial de contagios. Si logramos disminuir el crecimiento de la enfermedad a base de responsabilidad individual, no habrá más excusas para que el gobierno restrinja nuestras libertades e incremente sus poderes, nuevamente, con el supuesto fin contener la pandemia. 

Responsabilidad individual, no estatal

Carlos Díaz-Durán
01 de octubre, 2020

Tras seis meses de vivir bajo estado de calamidad pública, con grandes restricciones a nuestras libertades, hoy finalmente amanecemos sin el estado de excepción y sin mayores limitaciones a nuestra libertad de locomoción. Las cifras oficiales, aunque recibidas con gran escepticismo por gran parte de la población, dicen que los contagios por coronavirus se han reducido. ¿Quiere decir esto que es el fin de la pandemia? Claramente no. Sin embargo, la velocidad con la que el virus se extiende entre la población se ha reducido. 

Desde el inicio de la pandemia nos dimos cuenta de que el virus estaba aquí para quedarse. Por mucho tiempo más, la enfermedad seguirá siendo parte de nuestras vidas, así como otras que cuestan una gran cantidad de vidas cada año. A pesar de esto, debemos seguir adelante y adaptarnos. Ha habido críticas al levantamiento de las medidas por parte de quienes creen que es responsabilidad del estado decirnos qué hacer y qué no hacer en todas las esferas de la vida. Sin embargo, contener la pandemia y cuidar la salud es y ha sido desde el principio responsabilidad de cada uno. 

El fin del estado de calamidad pública es una oportunidad para que nos demostremos que es posible continuar con nuestras vidas y ser responsables sin necesidad de que el estado nos diga qué podemos o qué no podemos hacer. Hemos aprendido a ser más cuidadosos, a guardar la distancia y a mejorar nuestra higiene. Ahora que tenemos menos restricciones, debemos ser aún más responsables para que el número de contagios y muertes por coronavirus siga disminuyendo. 

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Pero ¿es realmente posible detener el contagio sin grandes restricciones a nuestras libertades impuestas por el gobierno? Las experiencias de otros países nos dicen que sí. Suecia sigue siendo el mejor ejemplo de manejo sostenible de la pandemia; contra todo pronóstico han logrado contener de manera efectiva el virus sin necesidad de cuarentena o cierre de actividades. Aunque evidentemente las condiciones de desarrollo de Suecia son muy diferentes a las nuestras, si comparamos su manejo de la pandemia con el de otros países con condiciones similares, las diferencias son evidentes, pues no han tenido un resurgimiento masivo del virus a diferencia de los países europeos que han optado por detener actividades una y otra vez. 

Johan Carlson, director general de la agencia de salud pública sueca, dijo en una entrevista con relación al manejo de la pandemia: “El propósito de nuestro enfoque es que la propia gente entienda la necesidad de seguir las recomendaciones y lineamientos que existen.” El enfoque sueco es sostenible porque se basa en la responsabilidad individual, no en poderes ilimitados del estado que controlan todas las esferas de nuestra vida. 

Guatemala no es Suecia, pero las personas sí tenemos la capacidad y la obligación con nosotros mismos de ser responsables. Hoy más que nunca, debemos ser responsables. No bajemos la guardia con las medidas que cada uno toma para evitar el contagio. Demostremos que, con responsabilidad, podemos detener el incremento exponencial de contagios. Si logramos disminuir el crecimiento de la enfermedad a base de responsabilidad individual, no habrá más excusas para que el gobierno restrinja nuestras libertades e incremente sus poderes, nuevamente, con el supuesto fin contener la pandemia.