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Tesoros escondidos

Carlos Díaz-Durán
12 de noviembre, 2020

Guatemala es un país con paisajes impresionantes y un gran potencial turístico. No hace falta ir muy lejos para asombrarse con la belleza que el país nos ofrece. Muchas veces vamos lejos para encontrar experiencias o paisajes majestuosos y nos olvidamos de todas las joyas escondidas por descubrir en nuestro propio país. El fin de semana, después de algún tiempo de encierro, estuve en San Marcos La Laguna en Atitlán. Los paisajes del lago, como siempre, me sorprendieron. El lago ofrece oportunidades infinitas de experiencias y actividades al aire libre. 

Tenía algún tiempo sin ir a Atitlán. A pesar de lo cerca que está de la ciudad, el recorrido se hace bastante cansado. Los 180 kilómetros que deberían manejarse con facilidad se vuelven tensos por el pésimo estado de la carretera. El famoso libramiento de Chimaltenango facilitó bastante el paso, pero no hace falta ser un experto para ver el pésimo estado de la obra que debería estar en óptimas condiciones por su reciente construcción, sin mencionar que hay que detenerse para atravesar el lago que se forma por las inundaciones provocadas por el mal diseño de los drenajes. Más adelante, las planchas de concreto por varios kilómetros están levantadas y se vuelven un obstáculo mortal en una carretera en la que debería manejarse con cierta rapidez. Esquivar los baches y las planchas de concreto aumenta el riesgo de un choque con otro carro que esté haciendo maniobras similares. 

Este año ha sido complicado para la industria del turismo en todo el mundo. El turismo es una de las grandes áreas de oportunidad de desarrollo económico para Guatemala. Aunque el turismo internacional aún es complicado, deberíamos estar haciendo todo lo posible para recibir turistas extranjeros cuando por fin se pueda viajar sin mayores complicaciones. De igual forma, con las medidas de prevención del caso, deberíamos estar haciendo todo lo posible para reactivar el turismo interno y así, ayudar a que todas las personas de este sector que se han visto afectadas puedan recuperar sus fuentes de ingreso.

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Tanto para el turismo local como extranjero, una buena infraestructura vial es fundamental. El mal estado de nuestras carreteras se presenta como un gran obstáculo para descubrir y disfrutar la belleza del país, así como para aprovechar las oportunidades de empleo y los beneficios económicos que el turismo podría representar. Los actos de corrupción en el Ministerio de Comunicaciones están a la orden del día. El modelo de construcción y mantenimiento de infraestructura vial ha demostrado ser absolutamente obsoleto e inoperante. El estado cuenta con los recursos necesarios para darnos a los ciudadanos una buena infraestructura vial, pero el modelo obsoleto y la excesiva corrupción no lo permiten. Cada día se hace más urgente una solución de fondo al problema de la infraestructura en el país. 

A pesar del mal estado de las carreteras, en la medida de nuestras posibilidades, nos deberíamos proponer conocer las joyas escondidas de nuestro país y volvernos todos embajadores del turismo en Guatemala. Hagamos todo lo posible por aprovechar al máximo la belleza que nuestro país ofrece. 

Tesoros escondidos

Carlos Díaz-Durán
12 de noviembre, 2020

Guatemala es un país con paisajes impresionantes y un gran potencial turístico. No hace falta ir muy lejos para asombrarse con la belleza que el país nos ofrece. Muchas veces vamos lejos para encontrar experiencias o paisajes majestuosos y nos olvidamos de todas las joyas escondidas por descubrir en nuestro propio país. El fin de semana, después de algún tiempo de encierro, estuve en San Marcos La Laguna en Atitlán. Los paisajes del lago, como siempre, me sorprendieron. El lago ofrece oportunidades infinitas de experiencias y actividades al aire libre. 

Tenía algún tiempo sin ir a Atitlán. A pesar de lo cerca que está de la ciudad, el recorrido se hace bastante cansado. Los 180 kilómetros que deberían manejarse con facilidad se vuelven tensos por el pésimo estado de la carretera. El famoso libramiento de Chimaltenango facilitó bastante el paso, pero no hace falta ser un experto para ver el pésimo estado de la obra que debería estar en óptimas condiciones por su reciente construcción, sin mencionar que hay que detenerse para atravesar el lago que se forma por las inundaciones provocadas por el mal diseño de los drenajes. Más adelante, las planchas de concreto por varios kilómetros están levantadas y se vuelven un obstáculo mortal en una carretera en la que debería manejarse con cierta rapidez. Esquivar los baches y las planchas de concreto aumenta el riesgo de un choque con otro carro que esté haciendo maniobras similares. 

Este año ha sido complicado para la industria del turismo en todo el mundo. El turismo es una de las grandes áreas de oportunidad de desarrollo económico para Guatemala. Aunque el turismo internacional aún es complicado, deberíamos estar haciendo todo lo posible para recibir turistas extranjeros cuando por fin se pueda viajar sin mayores complicaciones. De igual forma, con las medidas de prevención del caso, deberíamos estar haciendo todo lo posible para reactivar el turismo interno y así, ayudar a que todas las personas de este sector que se han visto afectadas puedan recuperar sus fuentes de ingreso.

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Tanto para el turismo local como extranjero, una buena infraestructura vial es fundamental. El mal estado de nuestras carreteras se presenta como un gran obstáculo para descubrir y disfrutar la belleza del país, así como para aprovechar las oportunidades de empleo y los beneficios económicos que el turismo podría representar. Los actos de corrupción en el Ministerio de Comunicaciones están a la orden del día. El modelo de construcción y mantenimiento de infraestructura vial ha demostrado ser absolutamente obsoleto e inoperante. El estado cuenta con los recursos necesarios para darnos a los ciudadanos una buena infraestructura vial, pero el modelo obsoleto y la excesiva corrupción no lo permiten. Cada día se hace más urgente una solución de fondo al problema de la infraestructura en el país. 

A pesar del mal estado de las carreteras, en la medida de nuestras posibilidades, nos deberíamos proponer conocer las joyas escondidas de nuestro país y volvernos todos embajadores del turismo en Guatemala. Hagamos todo lo posible por aprovechar al máximo la belleza que nuestro país ofrece.