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Puntos de vista

Carolina Castellanos
27 de marzo, 2020


Todas las personas tienen valores iguales

pero no todas tienen igualdad en sus puntos de vista.

PragerU

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Estos días de encierro nos han hecho expresar ideas, opiniones, puntos de vista, consejos, acciones a seguir y cuanta cosa se nos ocurre o en respuesta a mensajes en las redes sociales. Definitivamente, la diversidad de puntos de vista sobre el mismo tema, coronavirus, es enorme.

Lo mismo hemos visto con médicos de muchas partes del mundo, incluyendo Guatemala.  Todos han coincidido en algunas cosas, diferido grandemente en otras. Para el resto de nosotros, no nos queda más que usar la lógica y el criterio y tomar nuestras propias decisiones, tratando de respetar al máximo las indicaciones del gobierno y siendo responsables de quedarnos en casa.

Al día de hoy no sabemos con certeza qué va a suceder.  ¿Seguirá la cuarentena para Semana Santa? Mi opinión es que es importantísimo evitar aglomeraciones en las playas y centros de recreación, parques, etc. Confiamos en que el Presidente seguirá bien asesorado y tomará la decisión correcta.

¿Qué sucederá a nuestro regreso al trabajo?  Sean tres personas, o mil, en un mismo centro de trabajo, el peligro de contagio es enorme.  Pero habrá que hacerlo o el país caerá en la ruina, todos nosotros incluidos. 

Lo que sí parece ser un hecho, y no un punto de vista, es que el virus llegó para quedarse. Mientras no haya una vacuna (hay indicios que sí la habrá pronto), tendremos que cambiar nuestra forma de vida para evitar el contagio.

Otra diversidad de puntos de vista ha sido respecto al Decreto 12-2020 aprobado por el Congreso en la madrugada de hace unos días.  La principal divergencia ha sido respecto a suspender pagos de una serie de servicios como teléfono, cable, internet, energía eléctrica y hasta centros educativos.  El Presidente Bukele de El Salvador suspendió por tres meses estos pagos y muchos otros. Me sorprendí al escuchar la noticia pues consideré que era un exceso. Mi sorpresa se transformó en tormenta cuando vi varias iniciativas de ley en el Congreso que buscaban esto.  Me alegré mucho que no se aprobaran, pero ha habido una serie de ataques e insultos hacia los diputados por no haberlo hecho.

Pensemos en que cada empresa que ofrece los servicios antes mencionados tiene sueldos qué pagar, rentas, telecomunicaciones, internet, insumos diversos alimentos y un larguísimo etcétera.  Quienes son empresarios saben que esto es así. ¿Con qué dinero pretendían que funcionaran? ¿Prestar dinero para que luego incrementen las tarifas a todos para poder pagarlo? Allí sí hubieran habido protestas a nivel nacional.  

Los bancos han ofrecido diversas formas de afrontar los impagos que anticipan que van a tener.  También han ofrecido ajustar las tasas de interés, aprovechando que la Superintendencia de Bancos redujo, nuevamente, la tasa líder.  Algunos centros educativos también han ofrecido flexibilizar los pagos a los padres de familia. Lo mismo hemos visto con las empresas de telefonía, tarjetas de crédito, entre otras.

Otro punto de vista ha sido que “esas empresas son ricas y pueden vivir sin que les paguemos sus servicios por un tiempo”. Primero, cada una de esas empresas subcontratan a cientos de PYMES que, sin duda alguna, tendrían serios problemas económicos y hasta quiebra si no reciben el pago por sus servicios.  No se puede detener la economía, o “el remedio nos habrá salido más caro que la enfermedad”.

Por otro lado, no se trata de “los ricos” y “los pobres”, de resentimientos ni envidias.  Grandes empresas donaron millones de quetzales para los hospitales y no faltó leer los comentarios de los mismos chairos de siempre diciendo que era para evadir impuestos.

Se trata de salir juntos de esto.  A lo largo y ancho del mundo se ha repetido este mensaje y en Guatemala se ha mucho hecho énfasis.  Los buenos somos muchísimos más. Estoy segura que la abrumadora mayoría de nosotros los buenos, estamos ayudando de una forma u otra.  Algunos, con dinero, otros con servicios y otros más brindando información, apoyando a nuestro círculo cercano, adquiriendo alguna cosa que ayude a pequeños empresarios, etc.

Toda ayuda cuenta, todo suma, todo contribuye a que Guatemala sea un mejor país.  Esta emergencia ha sacado lo mejor en la mayoría de nosotros. Ojalá este sentimiento de amor al prójimo se prolongue por mucho tiempo.

Mi respeto, agradecimiento y admiración a todo el personal de salud, policía y ejército por el extraordinario trabajo que han hecho para que todos estemos bien.

p.s. gracias a los “patojos chispudos” que han hecho los cientos de “memes” que circulan por las redes sociales diariamente. Me he reído muchísimo y eso ha ayudado a hacer más relajada esta cuarentena. ¡Todo suma!


Puntos de vista

Carolina Castellanos
27 de marzo, 2020


Todas las personas tienen valores iguales

pero no todas tienen igualdad en sus puntos de vista.

PragerU

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Estos días de encierro nos han hecho expresar ideas, opiniones, puntos de vista, consejos, acciones a seguir y cuanta cosa se nos ocurre o en respuesta a mensajes en las redes sociales. Definitivamente, la diversidad de puntos de vista sobre el mismo tema, coronavirus, es enorme.

Lo mismo hemos visto con médicos de muchas partes del mundo, incluyendo Guatemala.  Todos han coincidido en algunas cosas, diferido grandemente en otras. Para el resto de nosotros, no nos queda más que usar la lógica y el criterio y tomar nuestras propias decisiones, tratando de respetar al máximo las indicaciones del gobierno y siendo responsables de quedarnos en casa.

Al día de hoy no sabemos con certeza qué va a suceder.  ¿Seguirá la cuarentena para Semana Santa? Mi opinión es que es importantísimo evitar aglomeraciones en las playas y centros de recreación, parques, etc. Confiamos en que el Presidente seguirá bien asesorado y tomará la decisión correcta.

¿Qué sucederá a nuestro regreso al trabajo?  Sean tres personas, o mil, en un mismo centro de trabajo, el peligro de contagio es enorme.  Pero habrá que hacerlo o el país caerá en la ruina, todos nosotros incluidos. 

Lo que sí parece ser un hecho, y no un punto de vista, es que el virus llegó para quedarse. Mientras no haya una vacuna (hay indicios que sí la habrá pronto), tendremos que cambiar nuestra forma de vida para evitar el contagio.

Otra diversidad de puntos de vista ha sido respecto al Decreto 12-2020 aprobado por el Congreso en la madrugada de hace unos días.  La principal divergencia ha sido respecto a suspender pagos de una serie de servicios como teléfono, cable, internet, energía eléctrica y hasta centros educativos.  El Presidente Bukele de El Salvador suspendió por tres meses estos pagos y muchos otros. Me sorprendí al escuchar la noticia pues consideré que era un exceso. Mi sorpresa se transformó en tormenta cuando vi varias iniciativas de ley en el Congreso que buscaban esto.  Me alegré mucho que no se aprobaran, pero ha habido una serie de ataques e insultos hacia los diputados por no haberlo hecho.

Pensemos en que cada empresa que ofrece los servicios antes mencionados tiene sueldos qué pagar, rentas, telecomunicaciones, internet, insumos diversos alimentos y un larguísimo etcétera.  Quienes son empresarios saben que esto es así. ¿Con qué dinero pretendían que funcionaran? ¿Prestar dinero para que luego incrementen las tarifas a todos para poder pagarlo? Allí sí hubieran habido protestas a nivel nacional.  

Los bancos han ofrecido diversas formas de afrontar los impagos que anticipan que van a tener.  También han ofrecido ajustar las tasas de interés, aprovechando que la Superintendencia de Bancos redujo, nuevamente, la tasa líder.  Algunos centros educativos también han ofrecido flexibilizar los pagos a los padres de familia. Lo mismo hemos visto con las empresas de telefonía, tarjetas de crédito, entre otras.

Otro punto de vista ha sido que “esas empresas son ricas y pueden vivir sin que les paguemos sus servicios por un tiempo”. Primero, cada una de esas empresas subcontratan a cientos de PYMES que, sin duda alguna, tendrían serios problemas económicos y hasta quiebra si no reciben el pago por sus servicios.  No se puede detener la economía, o “el remedio nos habrá salido más caro que la enfermedad”.

Por otro lado, no se trata de “los ricos” y “los pobres”, de resentimientos ni envidias.  Grandes empresas donaron millones de quetzales para los hospitales y no faltó leer los comentarios de los mismos chairos de siempre diciendo que era para evadir impuestos.

Se trata de salir juntos de esto.  A lo largo y ancho del mundo se ha repetido este mensaje y en Guatemala se ha mucho hecho énfasis.  Los buenos somos muchísimos más. Estoy segura que la abrumadora mayoría de nosotros los buenos, estamos ayudando de una forma u otra.  Algunos, con dinero, otros con servicios y otros más brindando información, apoyando a nuestro círculo cercano, adquiriendo alguna cosa que ayude a pequeños empresarios, etc.

Toda ayuda cuenta, todo suma, todo contribuye a que Guatemala sea un mejor país.  Esta emergencia ha sacado lo mejor en la mayoría de nosotros. Ojalá este sentimiento de amor al prójimo se prolongue por mucho tiempo.

Mi respeto, agradecimiento y admiración a todo el personal de salud, policía y ejército por el extraordinario trabajo que han hecho para que todos estemos bien.

p.s. gracias a los “patojos chispudos” que han hecho los cientos de “memes” que circulan por las redes sociales diariamente. Me he reído muchísimo y eso ha ayudado a hacer más relajada esta cuarentena. ¡Todo suma!