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¿Podemos contra la corrupción?

Salvador Paiz
06 de marzo, 2020

En la última década hemos vivido un despertar ciudadano en toda América Latina. A partir de ello, los ciudadanos de esta región estamos rechazando con mucha más vehemencia la corrupción. En 2015, los guatemaltecos vivimos ese despertar con mucha ilusión y entusiasmo. Ese clamor ciudadano y ese impulso, que habían quedado un poco en la deriva, deben ser recuperados. Hoy Cacif busca recobrar la inercia perdida. 

La corrupción es un cáncer que se ha incrustado en nuestro sistema y, silenciosamente, lo ha debilitado día a día. ¿Cómo erradicarlo? Sin lugar a dudas, esta lucha requiere un esfuerzo titánico por parte de todos los sectores de nuestro país. Con el fin de alinear fuerzas y verdaderamente recuperar Guatemala, Cacif presentó una propuesta por la transparencia y la integridad titulada “Aportando para un futuro mejor”. 

Esta es una propuesta de nación dirigida a todos los sectores y entidades de nuestra sociedad. Es una hoja de ruta que contiene reflexiones del sector empresarial organizado frente al reto por la transparencia y la integridad en el país. Con esta propuesta, Cacif hace un llamado a discutir los temas que tenemos que resolver para afrontar la corrupción y presenta una línea de acción para lograr los cambios que necesitamos.  

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La mayoría de los empresarios, y Cacif como ente gremial, rechazan rotundamente la corrupción y la tildan como uno de los principales obstáculos que tenemos como país. Ciertamente más de algún empresario ha participado en actos de corrupción. Sin embargo, es de valorar que Cacif, como ente representativo gremial, no solo rechaza este flagelo, sino que además invita a todos los actores de la sociedad a sumarse a una conversación nacional para afrontarlo. Esto es de celebrar. Hoy se reafirma el compromiso del sector privado con la cultura de la legalidad. Aunque los guatemaltecos debemos reconocer que nos hace falta mucho camino por recorrer como sociedad. 

En ese sentido, vale la pena resaltar que esta propuesta no es simplemente recalentar las sobras de platillos históricos. Es una propuesta valiente e innovadora que presenta su sazón alrededor de las grandes reformas que nuestro país necesita con urgencia: cuentadancia, carrera de servicio público, elección de las cortes y la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Como tal, es una poderosa dosis de auto-reflexión y autocrítica que, verdaderamente, podría transformar una sociedad que está acostumbrada a degustar “más de lo mismo”. La propuesta es contundente y tiene como criterios unificadores el actuar íntegro, alejado de ideologías políticas y partidos, el fomento de una cultura de legalidad y el objetivo de avanzar decididamente hacia un verdadero cambio. 

Históricamente, y desde diferentes entes gremiales, se han impulsado compromisos por una mejor Guatemala. Uno de ellos es Guate-Íntegra. Sin embargo, dichos esfuerzos no han tenido la escala ni la trascendencia necesaria para afrontar el flagelo de la corrupción. Tampoco han logrado una verdadera socialización con otros actores y sectores para remar en conjunto. El unirnos es fundamental para salir adelante. El Proyecto para la Eficiencia en gestión de inventarios de medicamentos en la red nacional de hospitales, de Mejoremos Guate, es otro importante ejemplo de colaboración público-privada para mejorar en estos frentes críticos. Además, nos demuestra que sí se puede mejorar los indicadores cuando existe voluntad de todas las partes. 

Ciertamente, todos los guatemaltecos, desde los que nos encontramos aquí en la capital hasta aquellos compatriotas en la frontera con México en Huehuetenango, absolutamente todos, sufrimos las consecuencias de la corrupción. La corrupción equivale a la ausencia de carreteras de calidad, falta de mobiliario en las escuelas, falta de medicinas e insumos medico quirúrgicos en los hospitales y centros de salud, y la lista sigue y sigue. Todos somos víctimas de este terrible cáncer. Por tanto, este es un tema que nos concierne a todos. Seamos entonces parte de esta conversación. 

Por mi parte, para participar en este esfuerzo y nutrir esta propuesta, me parece oportuno que discutamos algo alrededor de nuestro sistema de justicia. Dentro de los cuatro pilares que Cacif incluye en la propuesta, está el tema de las cortes. Es importante que tengamos muy claro que el cuello de botella en nuestro sistema de justicia son las cortes. El verdadero factor disuasivo se llama sentencias firmes contra los malhechores, derivada de un proceso garantista en donde se determine culpabilidad. 

Además, me parece oportuno mencionar que, en esta lucha contra la corrupción, todo empieza con nuestras pequeñas acciones. Como padres, debemos darle el mejor ejemplo para nuestros hijos ¿Qué imagen le damos a nuestros hijos cuando nosotros mismos nos saltamos las trancas? ¿Cuándo nosotros damos esa señal que el irrespeto al marco de ilegalidad es “válido”, “conveniente” y pareciera no tener consecuencias? Todo tiene sus repercusiones. 

Desde las pequeñas mordidas por lograr un “favor” personal, hasta las grandes sumas que se “negocian” por lograr un contrato del Estado. Todo es corrupción, pero son las acciones más pequeñas las que alimentan ese gran sistema degenerado, como una infección que se riega en el cuerpo de la impunidad. Está en cada uno de nosotros denunciar al Ministerio Público, o a través de plataformas como Crime Stoppers (TuPista.gt). Está en nosotros el dejar de dar mordidas. Está en nosotros exigir transparencia a nuestras autoridades y está en nosotros aportar propuestas o sumarnos al esfuerzo que propone Cacif. ¿Cuánto más vamos a esperar a hacer algo por terminar la corrupción? ¿Podemos contra ella? 

www.salvadorpaiz.com 



¿Podemos contra la corrupción?

Salvador Paiz
06 de marzo, 2020

En la última década hemos vivido un despertar ciudadano en toda América Latina. A partir de ello, los ciudadanos de esta región estamos rechazando con mucha más vehemencia la corrupción. En 2015, los guatemaltecos vivimos ese despertar con mucha ilusión y entusiasmo. Ese clamor ciudadano y ese impulso, que habían quedado un poco en la deriva, deben ser recuperados. Hoy Cacif busca recobrar la inercia perdida. 

La corrupción es un cáncer que se ha incrustado en nuestro sistema y, silenciosamente, lo ha debilitado día a día. ¿Cómo erradicarlo? Sin lugar a dudas, esta lucha requiere un esfuerzo titánico por parte de todos los sectores de nuestro país. Con el fin de alinear fuerzas y verdaderamente recuperar Guatemala, Cacif presentó una propuesta por la transparencia y la integridad titulada “Aportando para un futuro mejor”. 

Esta es una propuesta de nación dirigida a todos los sectores y entidades de nuestra sociedad. Es una hoja de ruta que contiene reflexiones del sector empresarial organizado frente al reto por la transparencia y la integridad en el país. Con esta propuesta, Cacif hace un llamado a discutir los temas que tenemos que resolver para afrontar la corrupción y presenta una línea de acción para lograr los cambios que necesitamos.  

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La mayoría de los empresarios, y Cacif como ente gremial, rechazan rotundamente la corrupción y la tildan como uno de los principales obstáculos que tenemos como país. Ciertamente más de algún empresario ha participado en actos de corrupción. Sin embargo, es de valorar que Cacif, como ente representativo gremial, no solo rechaza este flagelo, sino que además invita a todos los actores de la sociedad a sumarse a una conversación nacional para afrontarlo. Esto es de celebrar. Hoy se reafirma el compromiso del sector privado con la cultura de la legalidad. Aunque los guatemaltecos debemos reconocer que nos hace falta mucho camino por recorrer como sociedad. 

En ese sentido, vale la pena resaltar que esta propuesta no es simplemente recalentar las sobras de platillos históricos. Es una propuesta valiente e innovadora que presenta su sazón alrededor de las grandes reformas que nuestro país necesita con urgencia: cuentadancia, carrera de servicio público, elección de las cortes y la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Como tal, es una poderosa dosis de auto-reflexión y autocrítica que, verdaderamente, podría transformar una sociedad que está acostumbrada a degustar “más de lo mismo”. La propuesta es contundente y tiene como criterios unificadores el actuar íntegro, alejado de ideologías políticas y partidos, el fomento de una cultura de legalidad y el objetivo de avanzar decididamente hacia un verdadero cambio. 

Históricamente, y desde diferentes entes gremiales, se han impulsado compromisos por una mejor Guatemala. Uno de ellos es Guate-Íntegra. Sin embargo, dichos esfuerzos no han tenido la escala ni la trascendencia necesaria para afrontar el flagelo de la corrupción. Tampoco han logrado una verdadera socialización con otros actores y sectores para remar en conjunto. El unirnos es fundamental para salir adelante. El Proyecto para la Eficiencia en gestión de inventarios de medicamentos en la red nacional de hospitales, de Mejoremos Guate, es otro importante ejemplo de colaboración público-privada para mejorar en estos frentes críticos. Además, nos demuestra que sí se puede mejorar los indicadores cuando existe voluntad de todas las partes. 

Ciertamente, todos los guatemaltecos, desde los que nos encontramos aquí en la capital hasta aquellos compatriotas en la frontera con México en Huehuetenango, absolutamente todos, sufrimos las consecuencias de la corrupción. La corrupción equivale a la ausencia de carreteras de calidad, falta de mobiliario en las escuelas, falta de medicinas e insumos medico quirúrgicos en los hospitales y centros de salud, y la lista sigue y sigue. Todos somos víctimas de este terrible cáncer. Por tanto, este es un tema que nos concierne a todos. Seamos entonces parte de esta conversación. 

Por mi parte, para participar en este esfuerzo y nutrir esta propuesta, me parece oportuno que discutamos algo alrededor de nuestro sistema de justicia. Dentro de los cuatro pilares que Cacif incluye en la propuesta, está el tema de las cortes. Es importante que tengamos muy claro que el cuello de botella en nuestro sistema de justicia son las cortes. El verdadero factor disuasivo se llama sentencias firmes contra los malhechores, derivada de un proceso garantista en donde se determine culpabilidad. 

Además, me parece oportuno mencionar que, en esta lucha contra la corrupción, todo empieza con nuestras pequeñas acciones. Como padres, debemos darle el mejor ejemplo para nuestros hijos ¿Qué imagen le damos a nuestros hijos cuando nosotros mismos nos saltamos las trancas? ¿Cuándo nosotros damos esa señal que el irrespeto al marco de ilegalidad es “válido”, “conveniente” y pareciera no tener consecuencias? Todo tiene sus repercusiones. 

Desde las pequeñas mordidas por lograr un “favor” personal, hasta las grandes sumas que se “negocian” por lograr un contrato del Estado. Todo es corrupción, pero son las acciones más pequeñas las que alimentan ese gran sistema degenerado, como una infección que se riega en el cuerpo de la impunidad. Está en cada uno de nosotros denunciar al Ministerio Público, o a través de plataformas como Crime Stoppers (TuPista.gt). Está en nosotros el dejar de dar mordidas. Está en nosotros exigir transparencia a nuestras autoridades y está en nosotros aportar propuestas o sumarnos al esfuerzo que propone Cacif. ¿Cuánto más vamos a esperar a hacer algo por terminar la corrupción? ¿Podemos contra ella? 

www.salvadorpaiz.com