Los acontecimientos de este año provocaron muchos cambios de planes y prioridades a todo nivel. Naturalmente, la prioridad del gasto público pasó a ser el sector salud. Sin embargo, es bueno que no olvidemos del todo algunos otros temas que son esenciales para el desarrollo del país y que podamos salir de esta crisis fortalecidos para recuperarnos lo más pronto posible. Uno de estos grandes temas para Guatemala es la infraestructura.
Nuestras deficiencias como país en infraestructura nos siguen restando competitividad frente a otros mercados. Nuestra ubicación geográfica privilegiada, nuestro inmenso potencial agrícola y nuestro capital humano, combinados con una buena infraestructura nos podrían colocar en el mapa como un mercado mucho más atractivo.
El fortalecimiento de la infraestructura debe ir acompañado del fortalecimiento y reingeniería de algunas instituciones que también impactan nuestra competitividad. Poco o nada nos serviría tener puertos, aeropuertos y carreteras de primer nivel sin un sistema de aduanas eficiente que facilite el comercio.
La situación actual ha puesto en evidencia grandes deficiencias de nuestro sistema aduanero. En una economía que ya de por si se encuentra frenada, las importaciones se han visto fuertemente afectadas por las ineficiencias de las aduanas, incluso tratándose de equipos e insumos médicos que son necesarios para atender la crisis sanitaria. Frecuentemente se ven y se escuchan casos de personas que encuentran obstáculos excesivos y muchas veces arbitrarios para poder liberar su mercadería. No nos podemos dar estos lujos como país, especialmente en un año en el que a la fecha se han perdido más de 100,000 empleos.
El fortalecimiento de la infraestructura y el fortalecimiento de las institucionas van de la mano y son temas que han estado en la agenda del país por muchos años. Debemos estar listos para reactivarnos a toda marcha. Las instituciones deben aprovechar este tiempo en el que las actividades cotidianas se han reducido, para fortalecerse y equiparse para que la reactivación sea fluida. En materia de infraestructura, existen una serie de proyectos que podrían ejecutarse con una inversión pública reducida utilizando los mecanismos legales que permiten las alianzas público privadas.
La inversión en infraestructura utilizando modelos público privados, permitiría un incremento en la actividad económica del país y generación de gran número de empleos sin caer en la trampa del gasto público desmesurado con la excusa de reactivar la economía. Hace 10 años que contamos con la Ley de Alianzas Para el Desarrollo de Infraestructura Económica, lastimosamente, por falta de voluntad política en muchos casos, no se ha logrado ejecutar ningún proyecto bajo esa ley. La ANADIE, agencia encargada de alianzas público privadas en Guatemala, tiene en su agenda proyectos de transporte público, infraestructura vial, puertos y aeropuertos que serían de gran beneficio para el país.
No debemos caer en el error de olvidarnos de lo importante por atender únicamente lo urgente. Aprovechemos este tiempo para sentar las bases que necesitamos para salir de esta crisis con todas las herramientas que necesitamos para construir el país que queremos.
Los acontecimientos de este año provocaron muchos cambios de planes y prioridades a todo nivel. Naturalmente, la prioridad del gasto público pasó a ser el sector salud. Sin embargo, es bueno que no olvidemos del todo algunos otros temas que son esenciales para el desarrollo del país y que podamos salir de esta crisis fortalecidos para recuperarnos lo más pronto posible. Uno de estos grandes temas para Guatemala es la infraestructura.
Nuestras deficiencias como país en infraestructura nos siguen restando competitividad frente a otros mercados. Nuestra ubicación geográfica privilegiada, nuestro inmenso potencial agrícola y nuestro capital humano, combinados con una buena infraestructura nos podrían colocar en el mapa como un mercado mucho más atractivo.
El fortalecimiento de la infraestructura debe ir acompañado del fortalecimiento y reingeniería de algunas instituciones que también impactan nuestra competitividad. Poco o nada nos serviría tener puertos, aeropuertos y carreteras de primer nivel sin un sistema de aduanas eficiente que facilite el comercio.
La situación actual ha puesto en evidencia grandes deficiencias de nuestro sistema aduanero. En una economía que ya de por si se encuentra frenada, las importaciones se han visto fuertemente afectadas por las ineficiencias de las aduanas, incluso tratándose de equipos e insumos médicos que son necesarios para atender la crisis sanitaria. Frecuentemente se ven y se escuchan casos de personas que encuentran obstáculos excesivos y muchas veces arbitrarios para poder liberar su mercadería. No nos podemos dar estos lujos como país, especialmente en un año en el que a la fecha se han perdido más de 100,000 empleos.
El fortalecimiento de la infraestructura y el fortalecimiento de las institucionas van de la mano y son temas que han estado en la agenda del país por muchos años. Debemos estar listos para reactivarnos a toda marcha. Las instituciones deben aprovechar este tiempo en el que las actividades cotidianas se han reducido, para fortalecerse y equiparse para que la reactivación sea fluida. En materia de infraestructura, existen una serie de proyectos que podrían ejecutarse con una inversión pública reducida utilizando los mecanismos legales que permiten las alianzas público privadas.
La inversión en infraestructura utilizando modelos público privados, permitiría un incremento en la actividad económica del país y generación de gran número de empleos sin caer en la trampa del gasto público desmesurado con la excusa de reactivar la economía. Hace 10 años que contamos con la Ley de Alianzas Para el Desarrollo de Infraestructura Económica, lastimosamente, por falta de voluntad política en muchos casos, no se ha logrado ejecutar ningún proyecto bajo esa ley. La ANADIE, agencia encargada de alianzas público privadas en Guatemala, tiene en su agenda proyectos de transporte público, infraestructura vial, puertos y aeropuertos que serían de gran beneficio para el país.
No debemos caer en el error de olvidarnos de lo importante por atender únicamente lo urgente. Aprovechemos este tiempo para sentar las bases que necesitamos para salir de esta crisis con todas las herramientas que necesitamos para construir el país que queremos.