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#RegresemosYa p.2

Salvador Paiz
07 de octubre, 2021

Esta semana participé en el webinar de la Mesa Interinstitucional de Innovación Educativa, sobre “Educación extraescolar y alternativa: una oportunidad para acceder al derecho a la educación”. La conversación que tuve con los demás expositores únicamente reafirmó la urgencia que existe para que nuestras escuelas abran sus puertas. 

Debido a la llegada de la pandemia, la educación extraescolar, o alternativa, tomará un nuevo sentido. Esta se refiere al subsistema educativo que por distintas razones se han quedado fuera del sistema tradicional. Se diferencia del subsistema escolar porque atiende a través de modalidades alternativas y a estudiantes en edades distintas, la mayoría adultos que se quieren superar y tener una mejor calidad de vida. 

A pesar de que el artículo 74 de nuestra Constitución Política garantiza que el Estado promoverá “educación especial, la diversificada y la extraescolar”, este subsistema se encuentra rezagado desde hace décadas. Recibe tan solo el 0.6 por ciento del presupuesto del Ministerio de Educación y sus programas no se adaptan a las realidades de nuestra nación ni a las nuevas exigencias derivadas de la pandemia. No logra atender a la población guatemalteca que tanto anhela adquirir habilidades que les permita ser parte del sector productivo y salir adelante. 

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Hoy tenemos un problema mucho más grande del que ya teníamos. En los últimos 18 meses la abrumante mayoría de los estudiantes que cursaban la secundaria no han ido a la escuela. Todos ellos se encuentran en una situación de sobre edad relativa al nivel académico adquirido. Un sistema de educación alternativa podría ser la última opción para muchos de ellos. Pero hoy no existe dicho sistema y menos a la escala que realmente se requiere. 

En Guatemala vivimos una gran paradoja. Por un lado, existen empresas con un sinfín de plazas vacías y, por el otro, existen miles de guatemaltecos que se encuentran buscando trabajo digno. ¿Cómo puede ser posible que estas dos realidades coexistan? La realidad es que el talento con el que contamos no reúne las competencias mínimas que se requieren para optar a estas plazas disponibles.

El estudio de Brechas de Talento de Fundesa, justamente hace una revisión de esta aparente paradoja. Los últimos datos de este estudio (2020) sugieren que hay competencias en alta demanda por el mundo laboral que no son generadas con la actual oferta académica: compromiso ético, actualización permanente, abstracción, análisis y síntesis, y comunicación en un segundo idioma, por citar algunos ejemplos. Por consiguiente, existen amplias oportunidades laborales si tan solo existieran personas capacitadas para ocupar los puestos como: atención al cliente, ventas, sistemas y logística son algunas de las plazas con mayor demanda insatisfecha. 

¿Cómo, entonces, podemos innovar y generar una propuesta de educación alternativa a la escala requerida y con el grado de urgencia que la situación amerita? Una posible solución se encuentra en el plan “Guatemala no se detiene”. Este plan tiene como objetivo la creación de 2.5 millones de empleos en los próximos 10 años. El plan reconoce que, para lograrlo, debe de atender las principales brechas de talento para lograr su empleabilidad y se apoya en la educación extraescolar. Se inicia con una propuesta de capacitación a gran escala en materia de inglés y programación. 

Hay mucho por hacer. Tenemos pendiente una conversación sobre cómo integrar un sistema de educación extraescolar dentro de un sistema más holístico, amplio e integrado. En dónde todos participemos para ver qué rol jugamos y que responsabilidad asumimos. Sin esa conversación, difícilmente podremos lograr una respuesta a las imperantes necesidades de la población. Recordemos que el sistema extraescolar ofrece una gran oportunidad a personas que se han quedado fuera del sistema escolar y que realmente la necesitan. 

Dieciocho meses fuera de las aulas de clase implica que esos jóvenes “graduandos” hoy enfrentan una situación mucho más complicada que nunca para salir adelante. Es por ello que no podemos esperar más. #RegresemosYa a las aulas de clase. 

www.salvadorpaiz.com 

#RegresemosYa p.2

Salvador Paiz
07 de octubre, 2021

Esta semana participé en el webinar de la Mesa Interinstitucional de Innovación Educativa, sobre “Educación extraescolar y alternativa: una oportunidad para acceder al derecho a la educación”. La conversación que tuve con los demás expositores únicamente reafirmó la urgencia que existe para que nuestras escuelas abran sus puertas. 

Debido a la llegada de la pandemia, la educación extraescolar, o alternativa, tomará un nuevo sentido. Esta se refiere al subsistema educativo que por distintas razones se han quedado fuera del sistema tradicional. Se diferencia del subsistema escolar porque atiende a través de modalidades alternativas y a estudiantes en edades distintas, la mayoría adultos que se quieren superar y tener una mejor calidad de vida. 

A pesar de que el artículo 74 de nuestra Constitución Política garantiza que el Estado promoverá “educación especial, la diversificada y la extraescolar”, este subsistema se encuentra rezagado desde hace décadas. Recibe tan solo el 0.6 por ciento del presupuesto del Ministerio de Educación y sus programas no se adaptan a las realidades de nuestra nación ni a las nuevas exigencias derivadas de la pandemia. No logra atender a la población guatemalteca que tanto anhela adquirir habilidades que les permita ser parte del sector productivo y salir adelante. 

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Hoy tenemos un problema mucho más grande del que ya teníamos. En los últimos 18 meses la abrumante mayoría de los estudiantes que cursaban la secundaria no han ido a la escuela. Todos ellos se encuentran en una situación de sobre edad relativa al nivel académico adquirido. Un sistema de educación alternativa podría ser la última opción para muchos de ellos. Pero hoy no existe dicho sistema y menos a la escala que realmente se requiere. 

En Guatemala vivimos una gran paradoja. Por un lado, existen empresas con un sinfín de plazas vacías y, por el otro, existen miles de guatemaltecos que se encuentran buscando trabajo digno. ¿Cómo puede ser posible que estas dos realidades coexistan? La realidad es que el talento con el que contamos no reúne las competencias mínimas que se requieren para optar a estas plazas disponibles.

El estudio de Brechas de Talento de Fundesa, justamente hace una revisión de esta aparente paradoja. Los últimos datos de este estudio (2020) sugieren que hay competencias en alta demanda por el mundo laboral que no son generadas con la actual oferta académica: compromiso ético, actualización permanente, abstracción, análisis y síntesis, y comunicación en un segundo idioma, por citar algunos ejemplos. Por consiguiente, existen amplias oportunidades laborales si tan solo existieran personas capacitadas para ocupar los puestos como: atención al cliente, ventas, sistemas y logística son algunas de las plazas con mayor demanda insatisfecha. 

¿Cómo, entonces, podemos innovar y generar una propuesta de educación alternativa a la escala requerida y con el grado de urgencia que la situación amerita? Una posible solución se encuentra en el plan “Guatemala no se detiene”. Este plan tiene como objetivo la creación de 2.5 millones de empleos en los próximos 10 años. El plan reconoce que, para lograrlo, debe de atender las principales brechas de talento para lograr su empleabilidad y se apoya en la educación extraescolar. Se inicia con una propuesta de capacitación a gran escala en materia de inglés y programación. 

Hay mucho por hacer. Tenemos pendiente una conversación sobre cómo integrar un sistema de educación extraescolar dentro de un sistema más holístico, amplio e integrado. En dónde todos participemos para ver qué rol jugamos y que responsabilidad asumimos. Sin esa conversación, difícilmente podremos lograr una respuesta a las imperantes necesidades de la población. Recordemos que el sistema extraescolar ofrece una gran oportunidad a personas que se han quedado fuera del sistema escolar y que realmente la necesitan. 

Dieciocho meses fuera de las aulas de clase implica que esos jóvenes “graduandos” hoy enfrentan una situación mucho más complicada que nunca para salir adelante. Es por ello que no podemos esperar más. #RegresemosYa a las aulas de clase. 

www.salvadorpaiz.com