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¡Manifestemos pues!

Carolina Castellanos
19 de febrero, 2021

Nuevamente, muchos guatemaltecos fueron víctimas de los deseos de CODECA de bloquear, protestar, manifestar y exigir una serie de incoherencias que hasta causan risa en medio de la cólera. La libertad con la que esta organización manifiesta viola varios derechos constitucionales, empezando por el garantizado en el artículo 26 respecto ala libertad de locomoción.  Pero, el artículo 33 reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas y establece que los derechos de reunión y de manifestación pública no pueden ser restringidos, disminuidos o coartados y que la ley los regulará con el único objeto de garantizar el orden público.

La Constitución no define “orden público” pero bloquear calles y avenidas impidiendo a miles de personas llegar a sus trabajos o a cualquier otro destino, en mi opinión, sí es alterar el orden público. Sin embargo, esta organización goza de privilegios. Si usted o yo reunimos un grupito de cinco personas y decidimos bloquear alguna calle por allí, la PMT no tardará en llegar y quitarnos.

Si nos vestimos con indumentaria indígena (tengo una enorme fascinación hacia esto), parece que compramos inmunidad. Si damos un discurso orientado al odio, lucha de clases, destrucción de la propiedad privada y todo va cargado con un enorme resentimiento, podemos manifestar libremente. 

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Resulta que, según la dirigente de esta agrupación, la pandemia solo ha beneficiado a los ricos. ¿Beneficiado? ¿En serio? Es el extremo del resentimiento. Tampoco quieren energía eléctrica pues hay que pagarla y ellos lo quieren todo gratis. Esto, entre muchas otras incoherencias que, estoy segura, son solo un discurso. Deben estar revalidando su posicionamiento después de un año de pandemia en el que no pudieron recibir fondos del extranjero.

¡Manifestemos pues! No sé usted pero yo ya estoy más que harta de los privilegios que tienen diversos grupos. CODECA es uno de ellos pero también lo son las demás organizaciones que protestan y logran que algunos diputados vividores logren aprobar leyes que les beneficien, seguramente a cambio de algo.

También estoy más que cansada de escuchar el lenguaje inclusivo solo porque es políticamente correcto. Destruye las raíces de nuestro idioma español en el que está nuestra propia identidad. La corrección política se ha vuelto más importante, tirando por la borda todo lo demás. ¡Protesto!

Manifestemos en contra de tantas regulaciones que nos cuestan a los empresarios el contratar personas, conducir el negocio con legalidad, pagar impuestos que son utilizados para sostener una burocracia inmensa en vez de proveer servicios de calidad, como salud y educación.

Protestemos en contra de la desnutrición crónica que hay en Guatemala y de los muchos intentos fallidos para resolverlo. Siempre se gastan miles de millones y no llegan a las raíces del problema: educación a las madres, afluentes hídricos altamente contaminados por los pobladores que los usan de basurero, entre  otras.

Manifestemos en contra de la falta de justicia pronta y cumplida que ocasiona que continúe la impunidad paratantísimos ex funcionarios, asesinos, invasores de tierras, ladrones y cuanta cosa hay. ¡Exijo un país en paz concrecimiento y desarrollo!

¡Manifestemos pues!

Carolina Castellanos
19 de febrero, 2021

Nuevamente, muchos guatemaltecos fueron víctimas de los deseos de CODECA de bloquear, protestar, manifestar y exigir una serie de incoherencias que hasta causan risa en medio de la cólera. La libertad con la que esta organización manifiesta viola varios derechos constitucionales, empezando por el garantizado en el artículo 26 respecto ala libertad de locomoción.  Pero, el artículo 33 reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas y establece que los derechos de reunión y de manifestación pública no pueden ser restringidos, disminuidos o coartados y que la ley los regulará con el único objeto de garantizar el orden público.

La Constitución no define “orden público” pero bloquear calles y avenidas impidiendo a miles de personas llegar a sus trabajos o a cualquier otro destino, en mi opinión, sí es alterar el orden público. Sin embargo, esta organización goza de privilegios. Si usted o yo reunimos un grupito de cinco personas y decidimos bloquear alguna calle por allí, la PMT no tardará en llegar y quitarnos.

Si nos vestimos con indumentaria indígena (tengo una enorme fascinación hacia esto), parece que compramos inmunidad. Si damos un discurso orientado al odio, lucha de clases, destrucción de la propiedad privada y todo va cargado con un enorme resentimiento, podemos manifestar libremente. 

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Resulta que, según la dirigente de esta agrupación, la pandemia solo ha beneficiado a los ricos. ¿Beneficiado? ¿En serio? Es el extremo del resentimiento. Tampoco quieren energía eléctrica pues hay que pagarla y ellos lo quieren todo gratis. Esto, entre muchas otras incoherencias que, estoy segura, son solo un discurso. Deben estar revalidando su posicionamiento después de un año de pandemia en el que no pudieron recibir fondos del extranjero.

¡Manifestemos pues! No sé usted pero yo ya estoy más que harta de los privilegios que tienen diversos grupos. CODECA es uno de ellos pero también lo son las demás organizaciones que protestan y logran que algunos diputados vividores logren aprobar leyes que les beneficien, seguramente a cambio de algo.

También estoy más que cansada de escuchar el lenguaje inclusivo solo porque es políticamente correcto. Destruye las raíces de nuestro idioma español en el que está nuestra propia identidad. La corrección política se ha vuelto más importante, tirando por la borda todo lo demás. ¡Protesto!

Manifestemos en contra de tantas regulaciones que nos cuestan a los empresarios el contratar personas, conducir el negocio con legalidad, pagar impuestos que son utilizados para sostener una burocracia inmensa en vez de proveer servicios de calidad, como salud y educación.

Protestemos en contra de la desnutrición crónica que hay en Guatemala y de los muchos intentos fallidos para resolverlo. Siempre se gastan miles de millones y no llegan a las raíces del problema: educación a las madres, afluentes hídricos altamente contaminados por los pobladores que los usan de basurero, entre  otras.

Manifestemos en contra de la falta de justicia pronta y cumplida que ocasiona que continúe la impunidad paratantísimos ex funcionarios, asesinos, invasores de tierras, ladrones y cuanta cosa hay. ¡Exijo un país en paz concrecimiento y desarrollo!