¡Volvemos a respirar! La “corte celestial” parece haber retomado su nombre legítimo, Corte de Constitucionalidad. Escribo el nombre con mayúsculas (lo he hecho con minúsculas ya por varios años) por la esperanza en que sus nuevos integrantes le devuelvan el prestigio a través de dictámenes apegados a la ley y no a los intereses espurios de una izquierda más corrupta que la palabra misma.
El marcador es cuatro a uno. Al menos eso es lo que parece. El equipo de suplentes también tiene un marcador a favor del estado de derecho, la defensa de la libertad y el estricto cumplimiento de la ley. Nuestra Guate tiene su sistema de justicia en harapos a causa de los activistas con título de magistrados que aprovecharon su “investidura” para avanzar en su agenda política de destrucción.
Ninguna derrota es permanente mientras exista la amenaza de la revancha. Cual final de un torneo de fútbol, está el partido de ida y el de vuelta. ¿Estamos ahora en el de vuelta? Eso dependerá de la actuación de los ahora nombrados magistrados así como de la reversión de tantísimos dictámenes ilegales. Los “90 minutos” (cinco años) son muy cortos, pasan rápido, no perdonan distracciones y, más importante aún, no hay tiempos extra.
Los ahora derrotados han regado insultos de todo tipo. El “pacto de corruptos” los pinta a ellos de cuerpo entero pero, hábilmente, llevan varios años utilizando esta frase para describir a todos aquellos que están en contra de sus planes, o sea, la gran mayoría de guatemaltecos que salimos a trabajar honradamente todos los días.
Por supuesto que siempre están los “desviados”. A éstos hay que someterlos al imperio de la ley, al igual que a ese pequeño grupo que clama por la igualdad económica y no ante la ley y exige privilegios para sus grupos de batalla. Su amenaza de tres días de bloqueos a nivel nacional fue un fracaso. No tienen recursos suficientes locales (suele ser muy poco) ni internacionales.
¿Será que ya llegó la Justicia, sin vendajes, para cumplir con su misión? ¿O los despojos en los que la han dejado continuarán vigentes? ¿La derrota 1-4 es definitiva? Lo será si usted y yo hacemos presión constante en redes sociales denunciando lo malo y resaltando lo bueno.
La oportunidad de construir finalmente llegó. Hay que recoger esos despojos y tirarlos a la basura. Urge certeza jurídica para generar inversión y, por ende, crear empleos.Señores magistrados nombrados, ¡en sus manos está hacer definitiva esa derrota!
¡Volvemos a respirar! La “corte celestial” parece haber retomado su nombre legítimo, Corte de Constitucionalidad. Escribo el nombre con mayúsculas (lo he hecho con minúsculas ya por varios años) por la esperanza en que sus nuevos integrantes le devuelvan el prestigio a través de dictámenes apegados a la ley y no a los intereses espurios de una izquierda más corrupta que la palabra misma.
El marcador es cuatro a uno. Al menos eso es lo que parece. El equipo de suplentes también tiene un marcador a favor del estado de derecho, la defensa de la libertad y el estricto cumplimiento de la ley. Nuestra Guate tiene su sistema de justicia en harapos a causa de los activistas con título de magistrados que aprovecharon su “investidura” para avanzar en su agenda política de destrucción.
Ninguna derrota es permanente mientras exista la amenaza de la revancha. Cual final de un torneo de fútbol, está el partido de ida y el de vuelta. ¿Estamos ahora en el de vuelta? Eso dependerá de la actuación de los ahora nombrados magistrados así como de la reversión de tantísimos dictámenes ilegales. Los “90 minutos” (cinco años) son muy cortos, pasan rápido, no perdonan distracciones y, más importante aún, no hay tiempos extra.
Los ahora derrotados han regado insultos de todo tipo. El “pacto de corruptos” los pinta a ellos de cuerpo entero pero, hábilmente, llevan varios años utilizando esta frase para describir a todos aquellos que están en contra de sus planes, o sea, la gran mayoría de guatemaltecos que salimos a trabajar honradamente todos los días.
Por supuesto que siempre están los “desviados”. A éstos hay que someterlos al imperio de la ley, al igual que a ese pequeño grupo que clama por la igualdad económica y no ante la ley y exige privilegios para sus grupos de batalla. Su amenaza de tres días de bloqueos a nivel nacional fue un fracaso. No tienen recursos suficientes locales (suele ser muy poco) ni internacionales.
¿Será que ya llegó la Justicia, sin vendajes, para cumplir con su misión? ¿O los despojos en los que la han dejado continuarán vigentes? ¿La derrota 1-4 es definitiva? Lo será si usted y yo hacemos presión constante en redes sociales denunciando lo malo y resaltando lo bueno.
La oportunidad de construir finalmente llegó. Hay que recoger esos despojos y tirarlos a la basura. Urge certeza jurídica para generar inversión y, por ende, crear empleos.Señores magistrados nombrados, ¡en sus manos está hacer definitiva esa derrota!