En abril de 2008, el hoy Doctor Saúl Antonio Obregón Biosca, escribió para obtener su grado académico en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Barcelona de la Universidad Politécnica de Cataluña su Tesis Doctoral denominada “Impactos sociales y económicos de las infraestructuras de transporte viario: estudio comparativo de dos ejes, el “Eix Transversal de Catalunya” y la carretera “MEX120” en México”. En dicho estudio doctoral se compara el impacto socioeconómico antes, durante y después (el ex ante y el ex post como él lo llama) de la construcción de ambos tramos carreteros.
Muchas veces es difícil demostrar y cuantificar si una carretera trae beneficios económicos y sociales, en países tanto desarrollados como en vías de desarrollo. Este magnífico trabajo cuantificó, como consecuencia de la construcción y mejora de ambas carreteras, el impacto demográfico, el impacto económico, el impacto laborar, el impacto de usos del suelo, el impacto en la movilidad y el impacto en las formas de vida.
El Doctor Obregón Biosca determinó los efectos en la actividad económica: en los sectores de producción (como la industria, servicios y comercio), en la mano de obra, en el PIB y la renta familiar, en el área de influencia y en las entidades financieras. Más importante aún, pudo demostrar que la construcción de ambas carreteras tuvo efectos SOCIALES en la construcción de viviendas, en la expansión de centros educativos, en la atracción turística, en el suelo urbano ocupado, en la accesibilidad y movilidad, en la evolución del tráfico en los tramos del estudio, en le evolución de la movilidad intermunicipal, en el ahorro económico de tiempo y gasolina y en la siniestralidad.
Las conclusiones de dicho trabajo claramente establecen que “aunque desde los años ochenta del siglo pasado y a pesar de que la metodología empleada puede hacer variar algunos resultados, la conclusión común es que parece existir un efecto positivo de la red viaria en el desarrollo económico regional”. Continúa concluyendo la tesis doctoral que “constatamos un aumento de la productividad, competitividad y del PIB en el área directamente afectada por la nueva infraestructura, consiguiendo un mayor nivel de convergencia con el nivel de desarrollo medio del conjunto de su ámbito político-territorial superior, Catalunya par el EIX Transversal y los Estados de Querétaro de Arteaga y San Luis Potosí para la MEX120”. Por último, es inobjetable que “la inversión pública en infraestructuras puede considerarse un buen instrumento de política económica y en efecto, sus resultados, afectan a las actividades productivas y al bienestar de la población de los ámbitos de influencia. Efectos tanto directos como indirectos en los procesos de producción al incentivar a los individuos y empresas a decidir su localización y en última instancia, constatar como ciertos servicios son inducidos por las infraestructuras y pueden considerarse bienes finales, mejorando el bienestar y la calidad de vida de sus consumidores.”
Por consiguiente, no es difícil afirmar que las Alianzas Público-Privadas (APP’s) son un mal negocio…para los Alcaldes y Diputados corruptos que solo ven su beneficio personal y no el bien colectivo al evitar que se desarrollen proyectos de infraestructura vial.
Ing. Manuel Alfredo Rivera Gallardo
En abril de 2008, el hoy Doctor Saúl Antonio Obregón Biosca, escribió para obtener su grado académico en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Barcelona de la Universidad Politécnica de Cataluña su Tesis Doctoral denominada “Impactos sociales y económicos de las infraestructuras de transporte viario: estudio comparativo de dos ejes, el “Eix Transversal de Catalunya” y la carretera “MEX120” en México”. En dicho estudio doctoral se compara el impacto socioeconómico antes, durante y después (el ex ante y el ex post como él lo llama) de la construcción de ambos tramos carreteros.
Muchas veces es difícil demostrar y cuantificar si una carretera trae beneficios económicos y sociales, en países tanto desarrollados como en vías de desarrollo. Este magnífico trabajo cuantificó, como consecuencia de la construcción y mejora de ambas carreteras, el impacto demográfico, el impacto económico, el impacto laborar, el impacto de usos del suelo, el impacto en la movilidad y el impacto en las formas de vida.
El Doctor Obregón Biosca determinó los efectos en la actividad económica: en los sectores de producción (como la industria, servicios y comercio), en la mano de obra, en el PIB y la renta familiar, en el área de influencia y en las entidades financieras. Más importante aún, pudo demostrar que la construcción de ambas carreteras tuvo efectos SOCIALES en la construcción de viviendas, en la expansión de centros educativos, en la atracción turística, en el suelo urbano ocupado, en la accesibilidad y movilidad, en la evolución del tráfico en los tramos del estudio, en le evolución de la movilidad intermunicipal, en el ahorro económico de tiempo y gasolina y en la siniestralidad.
Las conclusiones de dicho trabajo claramente establecen que “aunque desde los años ochenta del siglo pasado y a pesar de que la metodología empleada puede hacer variar algunos resultados, la conclusión común es que parece existir un efecto positivo de la red viaria en el desarrollo económico regional”. Continúa concluyendo la tesis doctoral que “constatamos un aumento de la productividad, competitividad y del PIB en el área directamente afectada por la nueva infraestructura, consiguiendo un mayor nivel de convergencia con el nivel de desarrollo medio del conjunto de su ámbito político-territorial superior, Catalunya par el EIX Transversal y los Estados de Querétaro de Arteaga y San Luis Potosí para la MEX120”. Por último, es inobjetable que “la inversión pública en infraestructuras puede considerarse un buen instrumento de política económica y en efecto, sus resultados, afectan a las actividades productivas y al bienestar de la población de los ámbitos de influencia. Efectos tanto directos como indirectos en los procesos de producción al incentivar a los individuos y empresas a decidir su localización y en última instancia, constatar como ciertos servicios son inducidos por las infraestructuras y pueden considerarse bienes finales, mejorando el bienestar y la calidad de vida de sus consumidores.”
Por consiguiente, no es difícil afirmar que las Alianzas Público-Privadas (APP’s) son un mal negocio…para los Alcaldes y Diputados corruptos que solo ven su beneficio personal y no el bien colectivo al evitar que se desarrollen proyectos de infraestructura vial.
Ing. Manuel Alfredo Rivera Gallardo