Antela inminente llegada de la tercera ola de contagios del COVID 19, se hace imprescindible repensar la nueva normalidad, contexto en el cual vemos situaciones como el aumento de dudas sobre la efectividad de las estrategias de vacunación que, como vimos en medios de comunicación, no inicio de lo mejor.
Pero esto nos pone en otra situación que debemos manejar y es el tema de la educación en plena pandemia. Debemos también ver hacia donde nos lleva la “nueva normalidad” es decir si estamos preparados con estrategias que hagan superar varios temas que tenemos pendientes como el acceso y cobertura a internet, o ya sea si tenemos la capacidad de realizar educación a distancia.
El que los niños, jóvenes y adultos regresen a las aulas a recibir clases de manera presencial, aunque existen ya criterios para esto, es definitivamente un reto y un tema de discusión, porque esto depende del aforo y el semáforo epidemiológico, que por cierto, experimentó un aumento en alertas rojas en los últimos días.
Hay una pregunta que debemos hacernos, que al parecer no tiene alguna respuesta clara, ya que todos los focos con justa razón están puestos en el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social – MSPAS -, pero creo que debemos también poner atención al Ministerio de Educación y aquí debemos preguntarnos ¿cómo se está abordando, desde este Ministerio, la situación de la calidad educativa?.
Es cierto que debemos recordar que la educación en el país es un tema que por muchos años ha reportado deficiencia y más en las áreas rurales que siempre han sido las más golpeadas por las grandes necesidades de educación de calidad.
Es por ello que creo que ahora también debemos preguntarnos sobre el tema de educación y sobre si estamos cumpliendo con las auditorías sociales para que este tema se desarrolle como debe ser o simplemente lo estamos dejando pasar y no ha causado mayor interés y aunque comprensible por la pandemia Covid-19, no podemos dejar de pasar y evaluar si estamos teniendo resultados positivos en la educación de nuestros niños, adolescentes y adultos.
La educación es la única herramienta que nos permitirá llegar al desarrollo, ya que éste es la base fundamental para establecer con criterios claros hacia dónde debemos valorar el hecho de que la capacidades y requerimientos de trabajo o bien para emprender, sólo se logran por medio de la educación.
Sin la educación es difícil que logremos adquirir capacidades para realizar cualquier trabajo y es claro que la única forma que tenemos para desarrollarnos es por medio de la educación, ya que no hay ninguna otra manera de crear oportunidades sino estamos preparados con aptitudes y claros conocimientos del área donde nos pretendemos desarrollar.
La pandemia supone un reto en muchísimos aspectos para Guatemala, pero la educación ahora es cuando debe tener una mayor importancia y por eso deben generarse estrategias que le permitan a todos continuar con sus clases, pero también necesita de compromiso de autoridades que aboguen por un verdadero cambio.
Antela inminente llegada de la tercera ola de contagios del COVID 19, se hace imprescindible repensar la nueva normalidad, contexto en el cual vemos situaciones como el aumento de dudas sobre la efectividad de las estrategias de vacunación que, como vimos en medios de comunicación, no inicio de lo mejor.
Pero esto nos pone en otra situación que debemos manejar y es el tema de la educación en plena pandemia. Debemos también ver hacia donde nos lleva la “nueva normalidad” es decir si estamos preparados con estrategias que hagan superar varios temas que tenemos pendientes como el acceso y cobertura a internet, o ya sea si tenemos la capacidad de realizar educación a distancia.
El que los niños, jóvenes y adultos regresen a las aulas a recibir clases de manera presencial, aunque existen ya criterios para esto, es definitivamente un reto y un tema de discusión, porque esto depende del aforo y el semáforo epidemiológico, que por cierto, experimentó un aumento en alertas rojas en los últimos días.
Hay una pregunta que debemos hacernos, que al parecer no tiene alguna respuesta clara, ya que todos los focos con justa razón están puestos en el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social – MSPAS -, pero creo que debemos también poner atención al Ministerio de Educación y aquí debemos preguntarnos ¿cómo se está abordando, desde este Ministerio, la situación de la calidad educativa?.
Es cierto que debemos recordar que la educación en el país es un tema que por muchos años ha reportado deficiencia y más en las áreas rurales que siempre han sido las más golpeadas por las grandes necesidades de educación de calidad.
Es por ello que creo que ahora también debemos preguntarnos sobre el tema de educación y sobre si estamos cumpliendo con las auditorías sociales para que este tema se desarrolle como debe ser o simplemente lo estamos dejando pasar y no ha causado mayor interés y aunque comprensible por la pandemia Covid-19, no podemos dejar de pasar y evaluar si estamos teniendo resultados positivos en la educación de nuestros niños, adolescentes y adultos.
La educación es la única herramienta que nos permitirá llegar al desarrollo, ya que éste es la base fundamental para establecer con criterios claros hacia dónde debemos valorar el hecho de que la capacidades y requerimientos de trabajo o bien para emprender, sólo se logran por medio de la educación.
Sin la educación es difícil que logremos adquirir capacidades para realizar cualquier trabajo y es claro que la única forma que tenemos para desarrollarnos es por medio de la educación, ya que no hay ninguna otra manera de crear oportunidades sino estamos preparados con aptitudes y claros conocimientos del área donde nos pretendemos desarrollar.
La pandemia supone un reto en muchísimos aspectos para Guatemala, pero la educación ahora es cuando debe tener una mayor importancia y por eso deben generarse estrategias que le permitan a todos continuar con sus clases, pero también necesita de compromiso de autoridades que aboguen por un verdadero cambio.