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¿Qué está en juego con la Superliga?

Redacción
20 de abril, 2021

La polémica Superliga de la cuál se lleva hablando durante mucho tiempo fue oficializada la semana pasada causando reacciones de todo tipo a nivel mundial. Dejando a un lado las opiniones emocionales que abundan en redes sociales, es necesario contemplar los argumentos que pueden existir a favor o en contra de esta Superliga y los posibles beneficios o perjuicios que pueden existir para todos los actores involucrados: fanáticos, jugadores, equipos y ligas.

¿Cómo funciona el sistema de competición actual?

La mayoría de los equipos del mundo juega en ligas nacionales que están asociadas a la FIFA. La Federación Internacional de Fútbol Asociación -FIFA- reúne también a las confederaciones de futbol de cada continente y organiza cada cuatro años la Copa Mundial. Por otro lado, las confederaciones de futbol son entidades que reúnen también a las ligas nacionales dentro de cada continente y organizan torneos anuales entre ellos, el más famoso siendo la UEFA Champions League, en la cual compiten los equipos pertenecientes a ligas europeas. El sistema por lo tanto es centralizado tanto a nivel continental como mundial por entidades que definen las reglas de competencia en los torneos continentales y mundiales, mientras que las ligas nacionales definen sus propios criterios de competición. 

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¿Cómo funciona la generación y repartición de rentas?

La Superliga pretende ser la alternativa de la competición continental en Europa por lo que primero se debe explicar cómo funciona la UEFA Champions league. Las confederaciones de cada continente al hacer sus respectivos torneos, generan ingresos principalmente a través de dos fuentes: derechos de televisión y patrocinios. Del dinero recaudado a través de estos dos mecanismos, la UEFA define una serie de criterios para la distribución del dinero, incluyendo desde la simple participación en el torneo hasta el desempeño de cada equipo. Por otro lado, los equipos tienen ingresos también por medio de la venta de entradas. El sistema actual busca de cierta forma ser solidario con los ingresos para que los equipos que no hayan logrado clasificar a rondas siguientes también puedan obtener una parte mínima pero importante de los ingresos.

¿Cómo funciona el sistema de clasificación?

Este otro aspecto es importante ya que el sistema de clasificación de la Superliga será muy distinto. La UEFA para su competición define la cantidad de espacios que estarán reservados para cada una de las ligas que están asociadas, siendo los espacios mayores o menores para cada liga definidos por el desempeño de cada liga en el ranking FIFA. Las cuatro mejores ligas tienen cuatro cupos de forma directa, mientras que las siguientes dos mejores ligas tienen dos cupos. De la séptima a la décima mejor liga solamente tienen un cupo. Este sistema de clasificación se podría considerar uno meritocrático ya que ningún equipo, salvo el ganador la competición anterior, tiene garantizado su clasificación al torneo y la cantidad de cupos por liga depende del desempeño deportivo de la misma.

¿Qué propone la Superliga?

La Superliga sería una competición que reúne a 15 equipos de Europa, seleccionados entre ellos por su disposición a participar en la liga. Se desconoce si existieron criterios objetivos para la selección de estos equipos o se consideraron otros factores que no están vinculados al desempeño, historia o capital que cada uno posee, aunque es muy probable que estos factores hayan influido. La competición también incluirá a otros 5 equipos que entrarán a la liga por mérito, según el desempeño en determinadas competiciones y estarán allí por invitación, pudiendo permanecer o salir dependiendo de su éxito. El sistema de competición sería una mezcla entre el formato de competición de liga y de torneo, habiendo dos grupos de diez y después cuartos de final hasta llega a la final del torneo. Los equipos recibirán una especie de bono al inicio por un total de 3,500 millones de euros, además, la Superliga se comprometió a una mayor cantidad de pagos solidarios de los que tiene actualmente la UEFA. Los miembros de la Superliga han argumentado dos razones principales para la fundación de esta nueva competición: la necesidad de ofrecer partidos más competitivos y la sostenibilidad financiera del modelo de competición. 

¿Quiénes son los ganadores y perdedores de este nuevo modelo?

En esencia, el mercado de futbol se compone de aficionados, jugadores, equipos, ligas nacionales, confederaciones y la federación mundial (FIFA). Antes de indagar sobre las posibles repercusiones en cada uno de ellos, es necesario mencionar que tanto las ligas nacionales como la FIFA han amenazado con que aquellos equipos que participen en la Superliga no podrán participar en sus respectivas competencias, dejando ligas como la Liga Española sin sus tres mejores equipos y retirando del mundial a todas las estrellas que participen en los equipos miembros de la Superliga.

Aficionados

Los aficionados han sido los más vociferantes ante esta propuesta, la mayoría siendo críticos de la misma. Por un lado, los aficionados podrán gozar de partidos de alta calidad constantemente. Algunos argumentan que esto no necesariamente es bueno, ya que uno de los factores que hace atractivo este tipo de partidos es precisamente que sean esporádicos y no comunes. Por otro lado, las posibles sanciones del sistema actual podrían convertir a las demás competiciones aburridas, sin los mejores equipos y jugadores del mundo. 

Jugadores

Los jugadores de los equipos pertenecientes a la Superliga también se podrían beneficiar. Los ingresos que generaría dicha liga podrían ser mejor distribuidos y aprovechados entre los partidos miembros, pudiendo entonces pagar mejores salarios a sus jugadores existentes o contratar a estrellas de otros equipos. Sin embargo, el impacto a los jugadores que no pertenecen a dichas ligas es ambiguo ya que por un lado no podrán competir contra los equipos más fuertes, pero por otro es una oportunidad para que mejoren y sean contratados por los equipos grandes.

Equipos

Los equipos que pertenecen a la Superliga serían los más beneficiados ya que han identificado que pueden crear un modelo más rentable y competitivo. Sin embargo, esto no significa que de entrada vaya a ser exitoso el modelo. Los aficionados pueden de cierta forma boicotear este sistema y hacer que fracase pronto o que deba ser reformado para ser más competitivo. Los equipos no pertenecientes serían afectados ya que la desigualdad entre los ingresos de los equipos más competitivos y los menos competitivos crecería. Sin embargo, también podría ser una oportunidad para que los equipos que no pertenecen a la Superliga sean más competitivos para formar parte del grupo de invitados o que incluso la competencia entre ellos fomente que surjan equipos más fortalecidos y competitivos. 

Ligas

Las ligas nacionales, en caso de que decidan sacar a los equipos que pertenecen a la Superliga serían los más afectados. Una gran parte de los ingresos en términos de patrocinios y derechos televisivos son precisamente gracias a los grandes equipos, que traen consigo una gran cantidad de seguidores tanto en los estadios como en la televisión. Esto podría hacer que dichas ligas pierdan su atractivo, pero ganen en competitividad, ya que en muchos casos estos grandes equipos han sido los que han ganado constantemente las competiciones en las últimas décadas.

Sistema actual

El modelo actual, si bien ha sido exitoso, puede que no esté respondiendo rápidamente a las demandas de los equipos más grandes. La amenaza del sistema actual de generar repercusiones a los equipos que pertenecen a la Superliga también podría ser contraproducente. Si cumplen con las repercusiones ellos se verán afectados financiera y competitivamente y si ceden tendrán que cambiar asuntos estructurales a la competición actual. El hecho de que varios equipos grandes hayan sido capaces de organizarse a ese nivel es una muestra de que el problema es profundo y que los equipos grandes están dispuestos a poner en jaque al sistema actual.

Conclusión

El sistema actual ha perdurado por varias décadas sin tener que ser reformado de forma profunda y eso ha generado descontento en los equipos grandes que han visto que no han sido beneficiados financiera y competitivamente al participar en la estructura vigente. De cierta forma la UEFA y la FIFA son una especie de monopolio de las competiciones supranacionales y eso puede provocar el descontento de los actores más importantes. Pienso que es muy temprano definir si el impacto en general será positivo para todos los actores involucrados, aunque difícilmente con una medida así todos saldrán ganando. Al final, los equipos tienen el derecho y la libertad de asociarse como mejor crean conveniente y si eso será traducido en un beneficio a los aficionados también está por verse. Al final, tanto los equipos como los jugadores dependen de los aficionados para subsistir y cualquier cambio de modelo será exitoso en la medida en la que los aficionados respondan positivamente a esos cambios. Tomar una postura radical y definitiva defendiendo un modelo u otro es negar que las instituciones cambian con el tiempo y que la competencia suele traer más beneficios que perjuicios. 

¿Qué está en juego con la Superliga?

Redacción
20 de abril, 2021

La polémica Superliga de la cuál se lleva hablando durante mucho tiempo fue oficializada la semana pasada causando reacciones de todo tipo a nivel mundial. Dejando a un lado las opiniones emocionales que abundan en redes sociales, es necesario contemplar los argumentos que pueden existir a favor o en contra de esta Superliga y los posibles beneficios o perjuicios que pueden existir para todos los actores involucrados: fanáticos, jugadores, equipos y ligas.

¿Cómo funciona el sistema de competición actual?

La mayoría de los equipos del mundo juega en ligas nacionales que están asociadas a la FIFA. La Federación Internacional de Fútbol Asociación -FIFA- reúne también a las confederaciones de futbol de cada continente y organiza cada cuatro años la Copa Mundial. Por otro lado, las confederaciones de futbol son entidades que reúnen también a las ligas nacionales dentro de cada continente y organizan torneos anuales entre ellos, el más famoso siendo la UEFA Champions League, en la cual compiten los equipos pertenecientes a ligas europeas. El sistema por lo tanto es centralizado tanto a nivel continental como mundial por entidades que definen las reglas de competencia en los torneos continentales y mundiales, mientras que las ligas nacionales definen sus propios criterios de competición. 

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¿Cómo funciona la generación y repartición de rentas?

La Superliga pretende ser la alternativa de la competición continental en Europa por lo que primero se debe explicar cómo funciona la UEFA Champions league. Las confederaciones de cada continente al hacer sus respectivos torneos, generan ingresos principalmente a través de dos fuentes: derechos de televisión y patrocinios. Del dinero recaudado a través de estos dos mecanismos, la UEFA define una serie de criterios para la distribución del dinero, incluyendo desde la simple participación en el torneo hasta el desempeño de cada equipo. Por otro lado, los equipos tienen ingresos también por medio de la venta de entradas. El sistema actual busca de cierta forma ser solidario con los ingresos para que los equipos que no hayan logrado clasificar a rondas siguientes también puedan obtener una parte mínima pero importante de los ingresos.

¿Cómo funciona el sistema de clasificación?

Este otro aspecto es importante ya que el sistema de clasificación de la Superliga será muy distinto. La UEFA para su competición define la cantidad de espacios que estarán reservados para cada una de las ligas que están asociadas, siendo los espacios mayores o menores para cada liga definidos por el desempeño de cada liga en el ranking FIFA. Las cuatro mejores ligas tienen cuatro cupos de forma directa, mientras que las siguientes dos mejores ligas tienen dos cupos. De la séptima a la décima mejor liga solamente tienen un cupo. Este sistema de clasificación se podría considerar uno meritocrático ya que ningún equipo, salvo el ganador la competición anterior, tiene garantizado su clasificación al torneo y la cantidad de cupos por liga depende del desempeño deportivo de la misma.

¿Qué propone la Superliga?

La Superliga sería una competición que reúne a 15 equipos de Europa, seleccionados entre ellos por su disposición a participar en la liga. Se desconoce si existieron criterios objetivos para la selección de estos equipos o se consideraron otros factores que no están vinculados al desempeño, historia o capital que cada uno posee, aunque es muy probable que estos factores hayan influido. La competición también incluirá a otros 5 equipos que entrarán a la liga por mérito, según el desempeño en determinadas competiciones y estarán allí por invitación, pudiendo permanecer o salir dependiendo de su éxito. El sistema de competición sería una mezcla entre el formato de competición de liga y de torneo, habiendo dos grupos de diez y después cuartos de final hasta llega a la final del torneo. Los equipos recibirán una especie de bono al inicio por un total de 3,500 millones de euros, además, la Superliga se comprometió a una mayor cantidad de pagos solidarios de los que tiene actualmente la UEFA. Los miembros de la Superliga han argumentado dos razones principales para la fundación de esta nueva competición: la necesidad de ofrecer partidos más competitivos y la sostenibilidad financiera del modelo de competición. 

¿Quiénes son los ganadores y perdedores de este nuevo modelo?

En esencia, el mercado de futbol se compone de aficionados, jugadores, equipos, ligas nacionales, confederaciones y la federación mundial (FIFA). Antes de indagar sobre las posibles repercusiones en cada uno de ellos, es necesario mencionar que tanto las ligas nacionales como la FIFA han amenazado con que aquellos equipos que participen en la Superliga no podrán participar en sus respectivas competencias, dejando ligas como la Liga Española sin sus tres mejores equipos y retirando del mundial a todas las estrellas que participen en los equipos miembros de la Superliga.

Aficionados

Los aficionados han sido los más vociferantes ante esta propuesta, la mayoría siendo críticos de la misma. Por un lado, los aficionados podrán gozar de partidos de alta calidad constantemente. Algunos argumentan que esto no necesariamente es bueno, ya que uno de los factores que hace atractivo este tipo de partidos es precisamente que sean esporádicos y no comunes. Por otro lado, las posibles sanciones del sistema actual podrían convertir a las demás competiciones aburridas, sin los mejores equipos y jugadores del mundo. 

Jugadores

Los jugadores de los equipos pertenecientes a la Superliga también se podrían beneficiar. Los ingresos que generaría dicha liga podrían ser mejor distribuidos y aprovechados entre los partidos miembros, pudiendo entonces pagar mejores salarios a sus jugadores existentes o contratar a estrellas de otros equipos. Sin embargo, el impacto a los jugadores que no pertenecen a dichas ligas es ambiguo ya que por un lado no podrán competir contra los equipos más fuertes, pero por otro es una oportunidad para que mejoren y sean contratados por los equipos grandes.

Equipos

Los equipos que pertenecen a la Superliga serían los más beneficiados ya que han identificado que pueden crear un modelo más rentable y competitivo. Sin embargo, esto no significa que de entrada vaya a ser exitoso el modelo. Los aficionados pueden de cierta forma boicotear este sistema y hacer que fracase pronto o que deba ser reformado para ser más competitivo. Los equipos no pertenecientes serían afectados ya que la desigualdad entre los ingresos de los equipos más competitivos y los menos competitivos crecería. Sin embargo, también podría ser una oportunidad para que los equipos que no pertenecen a la Superliga sean más competitivos para formar parte del grupo de invitados o que incluso la competencia entre ellos fomente que surjan equipos más fortalecidos y competitivos. 

Ligas

Las ligas nacionales, en caso de que decidan sacar a los equipos que pertenecen a la Superliga serían los más afectados. Una gran parte de los ingresos en términos de patrocinios y derechos televisivos son precisamente gracias a los grandes equipos, que traen consigo una gran cantidad de seguidores tanto en los estadios como en la televisión. Esto podría hacer que dichas ligas pierdan su atractivo, pero ganen en competitividad, ya que en muchos casos estos grandes equipos han sido los que han ganado constantemente las competiciones en las últimas décadas.

Sistema actual

El modelo actual, si bien ha sido exitoso, puede que no esté respondiendo rápidamente a las demandas de los equipos más grandes. La amenaza del sistema actual de generar repercusiones a los equipos que pertenecen a la Superliga también podría ser contraproducente. Si cumplen con las repercusiones ellos se verán afectados financiera y competitivamente y si ceden tendrán que cambiar asuntos estructurales a la competición actual. El hecho de que varios equipos grandes hayan sido capaces de organizarse a ese nivel es una muestra de que el problema es profundo y que los equipos grandes están dispuestos a poner en jaque al sistema actual.

Conclusión

El sistema actual ha perdurado por varias décadas sin tener que ser reformado de forma profunda y eso ha generado descontento en los equipos grandes que han visto que no han sido beneficiados financiera y competitivamente al participar en la estructura vigente. De cierta forma la UEFA y la FIFA son una especie de monopolio de las competiciones supranacionales y eso puede provocar el descontento de los actores más importantes. Pienso que es muy temprano definir si el impacto en general será positivo para todos los actores involucrados, aunque difícilmente con una medida así todos saldrán ganando. Al final, los equipos tienen el derecho y la libertad de asociarse como mejor crean conveniente y si eso será traducido en un beneficio a los aficionados también está por verse. Al final, tanto los equipos como los jugadores dependen de los aficionados para subsistir y cualquier cambio de modelo será exitoso en la medida en la que los aficionados respondan positivamente a esos cambios. Tomar una postura radical y definitiva defendiendo un modelo u otro es negar que las instituciones cambian con el tiempo y que la competencia suele traer más beneficios que perjuicios.