Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

¿Qué es un narcoestado?

Redacción
27 de abril, 2021

En los últimos años se ha argumentado que Guatemala está por convertirse en un narcoestado o que incluso ya lo es. Me parece que tal afirmación, severa que lo es, requiere de un poco más de análisis más allá de la evidencia anecdótica a la que se suele recurrir. Catalogar a un país como un narcoestado no es poca cosa, dicha afirmación tiene implicaciones drásticas tanto internas en nuestra sociedad como externas ante la comunidad internacional. Además, utilizar los conceptos sin ninguna rigurosidad técnica o académica impide que dichos conceptos sean útiles para evaluar o comparar fenómenos políticos y sociales.

Durante algunos días he buscado alguna literatura que nos de luz ante tan importante fenómeno. Como en el ámbito de la corrupción, he encontrado que mucho se habla, pero poco se escribe o estudia. Muchas columnas de opinión, capítulos de libros o artículos de revistas se enfocan en casos puntuales o en análisis que obvian una definición puntual y medible de narcoestado. Sin embargo, este ejercicio de identificar una definición utilizable ya fue hecho hace unos años por lo que me remito a compartirlo.

La definición de narcoestado, como cualquier concepto relativamente moderno está pasando por un proceso en el cuál difícilmente se encuentra una definición clara, concisa y que sea de utilización general en la población académica. En el paper “El mito del Narcoestado” (Traducción propia), el autor menciona una serie elementos que provocan que el término Narcoestado esté siendo sobre simplificado y que dichas definiciones terminan encubriendo realidades sociopolíticas y económicas más complejas. (Chouvy, 2015)Haciendo un repaso por las distintas definiciones que se encuentra en la literatura, el autor es capaz de identificar las fallas que tienen y la necesidad de conceptualizar dicho fenómeno de forma más estricta.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

En la literatura se encuentran definiciones que van desde aspectos muy básicos explicando que un Narco Estado es “un estado cuyas instituciones políticas, económicas, sociales y de seguridad han sido impactadas hasta cierto punto por el tráfico de drogas” (Bybee, 2011) cuya definición el autor menciona es prácticamente imposible de medir o de identificar por medio de un umbral, hasta definiciones más completas como “un estado en donde las redes del narcotráfico son capaces de controlar y regular los instrumentos coercitivos del estado, el aparato financiero y el gobierno ejecutivo y sus políticas para facilitar la producción, refinamiento y tráfico de drogas”. (Weiner, 2004) En esta última definición se argumenta que el autor de dicha definición es incapaz de identificar un solo país que cumpla con su propia definición.

Por otro lado, se suelen mencionar ciertos países como ejemplos de narcoestados. Tal es el caso de países como Afganistán, Kosovo, Colombia y Guinea-Bissau. Sin embargo, cuando se mencionan dichos casos tampoco se suele recurrir a una definición lo suficientemente general para que sea útil para identificar a otros países con características similares. Además, muchos de estos estados carecen del propio control del mismo sobre su territorio, por lo que el propio concepto de narcoestado no es útil para describirlos. (Ibid, 2015) Guatemala sería un caso de estudio también, en donde las razones por las cuáles puede ser catalogado como narcoestado dependen de a quién se le pregunte.

El autor concluye que esta serie de intentos de definición de Narcoestado fallan en una serie de factores: algunos son muy vagos e irrelevantes, muchos de ellos se refieren a la corrupción del estado y sus oficiales, no se pueden medir por métricas o umbrales ni el nivel de penetración en las instituciones estatales. A pesar de ello, el autor menciona que existen 3 criterios relevantes por los cuáles algún país puede calificar como Narcoestado: la superficie del territorio cubierta por plantaciones ilícitas, el tamaño de la economía ilegal de drogas con respecto al total de la economía y, lo más importante, el patrocinio estatal de la producción ilegal y tráfico de drogas.(Ibíd, 2015) Si bien esta es una definición bastante restrictiva, es una que permite hacer una distinción entre corrupción y narcotráfico como fundamento o control del estado.

Bajo estos últimos criterios, ningún país del mundo es un narcoestado en la actualidad, sin embargo, esto no significa que ningún país pueda llegar a serlo. Utilizando definiciones vagas o ambiguas o demasiado específicas provoca que podamos catalogar a discreción ciertos países como narcoestados, muchas veces por razones políticas o anecdóticas más que por argumentos académicos. Tales definiciones provocan que tanto países con estados fallidos como estados de países desarrollados puedan ser catalogados como narcoestados, perdiendo así todo sentido en la discusión.

Esto no significa tampoco que no haya que prestarle atención a la influencia del narcotráfico en la política, sin embargo, se le debe prestar atención también a la influencia de cualquier otro actor que sea capaz de manipular al estado a su favor. Todos los países del mundo tienen en mayor o menor medida la presencia del narcotráfico y tambiénmuchos de ellos sufren de altos niveles de corrupción.Habría que preguntarse si lo que estamos viendo no es un problema de corrupción más que de “narcoestado” y enfocarse en otro tipo de discusiones y políticas para reducir tanto la corrupción como la influencia del narcotráfico.

Bibliografía

  • Bybee, A. N. (2011). Narco-state or failed state? Narcotics and politics in Guinea-Bissau. PhD in Public Policy. George Mason University.
  • Chouvy, P.-A. (2015). The myth of the narco-state. Space and Polity.
  • Weiner, M. (2004). An Afghan “narco-state”? Dynamics, assessment and security implications in the Afghan opium industry. Canberra Papers on Strategy and Defence n° 58.

¿Qué es un narcoestado?

Redacción
27 de abril, 2021

En los últimos años se ha argumentado que Guatemala está por convertirse en un narcoestado o que incluso ya lo es. Me parece que tal afirmación, severa que lo es, requiere de un poco más de análisis más allá de la evidencia anecdótica a la que se suele recurrir. Catalogar a un país como un narcoestado no es poca cosa, dicha afirmación tiene implicaciones drásticas tanto internas en nuestra sociedad como externas ante la comunidad internacional. Además, utilizar los conceptos sin ninguna rigurosidad técnica o académica impide que dichos conceptos sean útiles para evaluar o comparar fenómenos políticos y sociales.

Durante algunos días he buscado alguna literatura que nos de luz ante tan importante fenómeno. Como en el ámbito de la corrupción, he encontrado que mucho se habla, pero poco se escribe o estudia. Muchas columnas de opinión, capítulos de libros o artículos de revistas se enfocan en casos puntuales o en análisis que obvian una definición puntual y medible de narcoestado. Sin embargo, este ejercicio de identificar una definición utilizable ya fue hecho hace unos años por lo que me remito a compartirlo.

La definición de narcoestado, como cualquier concepto relativamente moderno está pasando por un proceso en el cuál difícilmente se encuentra una definición clara, concisa y que sea de utilización general en la población académica. En el paper “El mito del Narcoestado” (Traducción propia), el autor menciona una serie elementos que provocan que el término Narcoestado esté siendo sobre simplificado y que dichas definiciones terminan encubriendo realidades sociopolíticas y económicas más complejas. (Chouvy, 2015)Haciendo un repaso por las distintas definiciones que se encuentra en la literatura, el autor es capaz de identificar las fallas que tienen y la necesidad de conceptualizar dicho fenómeno de forma más estricta.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

En la literatura se encuentran definiciones que van desde aspectos muy básicos explicando que un Narco Estado es “un estado cuyas instituciones políticas, económicas, sociales y de seguridad han sido impactadas hasta cierto punto por el tráfico de drogas” (Bybee, 2011) cuya definición el autor menciona es prácticamente imposible de medir o de identificar por medio de un umbral, hasta definiciones más completas como “un estado en donde las redes del narcotráfico son capaces de controlar y regular los instrumentos coercitivos del estado, el aparato financiero y el gobierno ejecutivo y sus políticas para facilitar la producción, refinamiento y tráfico de drogas”. (Weiner, 2004) En esta última definición se argumenta que el autor de dicha definición es incapaz de identificar un solo país que cumpla con su propia definición.

Por otro lado, se suelen mencionar ciertos países como ejemplos de narcoestados. Tal es el caso de países como Afganistán, Kosovo, Colombia y Guinea-Bissau. Sin embargo, cuando se mencionan dichos casos tampoco se suele recurrir a una definición lo suficientemente general para que sea útil para identificar a otros países con características similares. Además, muchos de estos estados carecen del propio control del mismo sobre su territorio, por lo que el propio concepto de narcoestado no es útil para describirlos. (Ibid, 2015) Guatemala sería un caso de estudio también, en donde las razones por las cuáles puede ser catalogado como narcoestado dependen de a quién se le pregunte.

El autor concluye que esta serie de intentos de definición de Narcoestado fallan en una serie de factores: algunos son muy vagos e irrelevantes, muchos de ellos se refieren a la corrupción del estado y sus oficiales, no se pueden medir por métricas o umbrales ni el nivel de penetración en las instituciones estatales. A pesar de ello, el autor menciona que existen 3 criterios relevantes por los cuáles algún país puede calificar como Narcoestado: la superficie del territorio cubierta por plantaciones ilícitas, el tamaño de la economía ilegal de drogas con respecto al total de la economía y, lo más importante, el patrocinio estatal de la producción ilegal y tráfico de drogas.(Ibíd, 2015) Si bien esta es una definición bastante restrictiva, es una que permite hacer una distinción entre corrupción y narcotráfico como fundamento o control del estado.

Bajo estos últimos criterios, ningún país del mundo es un narcoestado en la actualidad, sin embargo, esto no significa que ningún país pueda llegar a serlo. Utilizando definiciones vagas o ambiguas o demasiado específicas provoca que podamos catalogar a discreción ciertos países como narcoestados, muchas veces por razones políticas o anecdóticas más que por argumentos académicos. Tales definiciones provocan que tanto países con estados fallidos como estados de países desarrollados puedan ser catalogados como narcoestados, perdiendo así todo sentido en la discusión.

Esto no significa tampoco que no haya que prestarle atención a la influencia del narcotráfico en la política, sin embargo, se le debe prestar atención también a la influencia de cualquier otro actor que sea capaz de manipular al estado a su favor. Todos los países del mundo tienen en mayor o menor medida la presencia del narcotráfico y tambiénmuchos de ellos sufren de altos niveles de corrupción.Habría que preguntarse si lo que estamos viendo no es un problema de corrupción más que de “narcoestado” y enfocarse en otro tipo de discusiones y políticas para reducir tanto la corrupción como la influencia del narcotráfico.

Bibliografía

  • Bybee, A. N. (2011). Narco-state or failed state? Narcotics and politics in Guinea-Bissau. PhD in Public Policy. George Mason University.
  • Chouvy, P.-A. (2015). The myth of the narco-state. Space and Polity.
  • Weiner, M. (2004). An Afghan “narco-state”? Dynamics, assessment and security implications in the Afghan opium industry. Canberra Papers on Strategy and Defence n° 58.