“¡Libertad!” “¡Libertad!” “¡Libertad!”
“¡Abajo la dictadura!” “¡Ya no más mentiras!”
Así gritan los cubanos desde este domingo 11 de julio del 2021. Los cubanos salieron a manifestar su descontento contra el régimen comunista tirano de la isla que los ha esclavizado por sesenta y dos años. La verdad de sus gritos es innegable. Los comunistas o socialistas se han caracterizado por ser unos mentirosos a quienes les importa un bledo los derechos y bienestar de los demás. En donde se ha impuesto este nefasto régimen el resultado ha sido miseria y sufrimiento humano. Convencen con sus embustes a los ingenuos. Les ofrecen prosperidad y bienestar económicos.
«En diez años tendremos una economía superior a la de los Estados Unidos de Norteamérica», dijo Fidel Castro al asumir el poder. Lo que en realidad lograron es destruir la economía de la isla, esa que era la más próspera de Hispanoamérica en los cincuenta. Luego, estos parásitos chupasangre, fueron por la próspera Venezuela, sumiéndola en la penuria más miserable. Ahora pretenden destruir Chile y Colombia.
Los progres – como se hacen llamara a sí mismos los socialistas de hoy –, esos que en realidad odian el progreso, han elogiado por décadas al régimen comunista cubano: «Es cierto que los cubanos no son libres en el sentido de poder actuar de acuerdo a su mejor juicio», dicen estos embusteros, «pero tiene el mejor sistema educativo de Hispanoamérica y el mejor sistema de salud del mundo», como si la vida de la bestia enjaulada en el zoológico o la del prisionero en la cárcel fuera el ideal de la existencia humana. ¡Un carcelero que cuide de ti es lo mejor a lo que puedes aspirar!
Pero esta pérfida visión de la existencia humana es también mentira. La realidad es mucho peor. El sistema de salud cubano dista mucho de ser siquiera aceptable. El lector recordará como los progres afirmaban hace unos meses que los cubanos habían desarrollado su vacuna contra el covid-19. Pues esa fue otra de sus mentiras:
Los médicos cubanos denuncian la desidia del régimen y las precarias condiciones del sistema de salud. «La situación no hace más que empeorar con el paso de los días», dijo a Infobae el neurocirujano Alexander Pupo.
Los cubanos están cansados de la escasez de alimentos, de la falta de electricidad, de la falta de esperanza, de la gente muriendo por el covid-19, de las precarias condiciones en los hospitales y la crisis que se ha agravado con la pandemia.
«Los cubanos están en una situación desesperada (…) Son 60 años, nadie quiere ese gobierno desde hace mucho tiempo. Está habiendo apagones. En La Habana no tanto, pero en el interior hay apagones durante la noche entera, desde las 12 de la noche y la restablecen por la mañana. Tiene que haber un límite, la gente ya no puede más. Es un hartazgo general, tal vez ahora más agravado por el tema del covid. La miseria existió antes del covid, y seguirá existiendo. El comunismo solo genera miseria y represión», dijo a Infobae, Hugo Landa, director del diario digital Cubanet.
Los vientos de libertad empezaron a sentirse por las calles de la isla. Las protestas iniciaron en San Antonio de los Baños, una pequeña ciudad de 50.000 habitantes a unos 30 kilómetros de La Habana. Y el grito “Libertad”, que corearon centenares más en el Malecón, se regó a la costa de La Habana, Güira de Melena, Alquízar, Palma Soriano, Cienfuegos y Matanzas.
La BBC afirmó que una manifestante cubana, a quien identificaron como Selvia, narró que los cubanos en San Antonio de los Baños se reunieron «frente a la plaza de la iglesia y seguimos toda una marcha por toda la Calle Real y seguimos hasta el gobierno y la policía». Y continuó diciendo Selvia, «Esto es por la libertad del pueblo, ya no aguantamos más. No tenemos miedo. Queremos un cambio, no queremos más dictadura».
Les espera una ardua lucha a los cubanos para conseguir su libertad. Sus amos, esa élite gobernante, plena de privilegios, bañados en opulentas fortunas explotadas a los cubanos, sus esclavos quienes viven en la miseria y mueren de hambre, no desean renunciar a su aventajada posición. Poco les importa la vida de sus siervos. No les reconocen derecho alguno. Su régimen socialista es peor y mucho más malevolente que el más despreciable régimen feudal. No han dudado en movilizar a sus infames boinas negras para acabar con el levantamiento que se está llevando a cabo actualmente en toda la isla. Se ha hecho saber que la policía a disparado a quemarropa contra los manifestantes, quienes están desarmados, pues el monopolio de portación de armas lo tiene el gobierno.
El mal triunfa cuando los buenos no hacen nada para evitarlo. ¡Ojalá que el mundo libre no voltee a ver hacia otro lado y deje solos a los cubanos!
¡Toda mi solidaridad para los que están exigiendo sus derechos en Cuba! ¡Basta ya de 62 años de hambre, miseria, necesidad y exilio! Esperemos que pronto podamos por fin gritar ¡Cuba libre!
“¡Libertad!” “¡Libertad!” “¡Libertad!”
“¡Abajo la dictadura!” “¡Ya no más mentiras!”
Así gritan los cubanos desde este domingo 11 de julio del 2021. Los cubanos salieron a manifestar su descontento contra el régimen comunista tirano de la isla que los ha esclavizado por sesenta y dos años. La verdad de sus gritos es innegable. Los comunistas o socialistas se han caracterizado por ser unos mentirosos a quienes les importa un bledo los derechos y bienestar de los demás. En donde se ha impuesto este nefasto régimen el resultado ha sido miseria y sufrimiento humano. Convencen con sus embustes a los ingenuos. Les ofrecen prosperidad y bienestar económicos.
«En diez años tendremos una economía superior a la de los Estados Unidos de Norteamérica», dijo Fidel Castro al asumir el poder. Lo que en realidad lograron es destruir la economía de la isla, esa que era la más próspera de Hispanoamérica en los cincuenta. Luego, estos parásitos chupasangre, fueron por la próspera Venezuela, sumiéndola en la penuria más miserable. Ahora pretenden destruir Chile y Colombia.
Los progres – como se hacen llamara a sí mismos los socialistas de hoy –, esos que en realidad odian el progreso, han elogiado por décadas al régimen comunista cubano: «Es cierto que los cubanos no son libres en el sentido de poder actuar de acuerdo a su mejor juicio», dicen estos embusteros, «pero tiene el mejor sistema educativo de Hispanoamérica y el mejor sistema de salud del mundo», como si la vida de la bestia enjaulada en el zoológico o la del prisionero en la cárcel fuera el ideal de la existencia humana. ¡Un carcelero que cuide de ti es lo mejor a lo que puedes aspirar!
Pero esta pérfida visión de la existencia humana es también mentira. La realidad es mucho peor. El sistema de salud cubano dista mucho de ser siquiera aceptable. El lector recordará como los progres afirmaban hace unos meses que los cubanos habían desarrollado su vacuna contra el covid-19. Pues esa fue otra de sus mentiras:
Los médicos cubanos denuncian la desidia del régimen y las precarias condiciones del sistema de salud. «La situación no hace más que empeorar con el paso de los días», dijo a Infobae el neurocirujano Alexander Pupo.
Los cubanos están cansados de la escasez de alimentos, de la falta de electricidad, de la falta de esperanza, de la gente muriendo por el covid-19, de las precarias condiciones en los hospitales y la crisis que se ha agravado con la pandemia.
«Los cubanos están en una situación desesperada (…) Son 60 años, nadie quiere ese gobierno desde hace mucho tiempo. Está habiendo apagones. En La Habana no tanto, pero en el interior hay apagones durante la noche entera, desde las 12 de la noche y la restablecen por la mañana. Tiene que haber un límite, la gente ya no puede más. Es un hartazgo general, tal vez ahora más agravado por el tema del covid. La miseria existió antes del covid, y seguirá existiendo. El comunismo solo genera miseria y represión», dijo a Infobae, Hugo Landa, director del diario digital Cubanet.
Los vientos de libertad empezaron a sentirse por las calles de la isla. Las protestas iniciaron en San Antonio de los Baños, una pequeña ciudad de 50.000 habitantes a unos 30 kilómetros de La Habana. Y el grito “Libertad”, que corearon centenares más en el Malecón, se regó a la costa de La Habana, Güira de Melena, Alquízar, Palma Soriano, Cienfuegos y Matanzas.
La BBC afirmó que una manifestante cubana, a quien identificaron como Selvia, narró que los cubanos en San Antonio de los Baños se reunieron «frente a la plaza de la iglesia y seguimos toda una marcha por toda la Calle Real y seguimos hasta el gobierno y la policía». Y continuó diciendo Selvia, «Esto es por la libertad del pueblo, ya no aguantamos más. No tenemos miedo. Queremos un cambio, no queremos más dictadura».
Les espera una ardua lucha a los cubanos para conseguir su libertad. Sus amos, esa élite gobernante, plena de privilegios, bañados en opulentas fortunas explotadas a los cubanos, sus esclavos quienes viven en la miseria y mueren de hambre, no desean renunciar a su aventajada posición. Poco les importa la vida de sus siervos. No les reconocen derecho alguno. Su régimen socialista es peor y mucho más malevolente que el más despreciable régimen feudal. No han dudado en movilizar a sus infames boinas negras para acabar con el levantamiento que se está llevando a cabo actualmente en toda la isla. Se ha hecho saber que la policía a disparado a quemarropa contra los manifestantes, quienes están desarmados, pues el monopolio de portación de armas lo tiene el gobierno.
El mal triunfa cuando los buenos no hacen nada para evitarlo. ¡Ojalá que el mundo libre no voltee a ver hacia otro lado y deje solos a los cubanos!
¡Toda mi solidaridad para los que están exigiendo sus derechos en Cuba! ¡Basta ya de 62 años de hambre, miseria, necesidad y exilio! Esperemos que pronto podamos por fin gritar ¡Cuba libre!