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Capitalismo y socialismo: diferencia esencial

Luis Enrique Pérez
16 de julio, 2021

La palabra “capitalismo” evidentemente deriva de la palabra “capital”, con la cual suelen denotarse bienes que sirven para producir otros bienes económicamente valiosos, destinados al consumo final. Supuesto que los bienes de capital sirven para producir otros bienes, también suelen denominarse “medios de producción”. Estos medios pueden ser tan simples como un azadón o un martillo, o tan complejos como un robot electrónico o una planta que transforma la energía atómica en energía eléctrica.

 La palabra “socialismo” evidentemente deriva de la palabra “social”; pero el socialismo no excluye el capital. Efectivamente, el capital es tan necesario en una sociedad capitalista como en una sociedad socialista, es decir, el socialismo también emplea bienes de capital o medios de producción. Colígese que la diferencia esencial entre capitalismo y socialismo no es el capital.

La diferencia esencial consiste en que, en una economía capitalista, el capital puede ser propiedad privada, y el propietario lo asigna libremente; y en una economía socialista, el capital es propiedad pública, o propiedad del Estado, y los gobernantes lo asignan impositivamente.

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El capitalismo es, entonces, capitalismo de individuos, y el capitalista puede ser cualquier ciudadano. Y el socialismo es, entonces, capitalismo de Estado, y solo los gobernantes pueden ser capitalistas. También podemos afirmar que hay capitalismo privado, o capitalismo con libertad económica; y hay capitalismo público, o capitalismo de Estado, o capitalismo con esclavitud económica.

En una economía capitalista el capital es asignado por medio del mercado, o proceso de libre producción, intercambio y consumo de bienes económicamente valiosos. El poder del Estado, ejercido por el gobierno, es poder limitado sobre la economía. En una economía socialista, el capital es asignado por los gobernantes, en función de aquello que ellos creen que se debe producir, intercambiar y consumir. El poder del Estado, ejercido por el gobierno, es poder ilimitado sobre la economía.

En una sociedad que pretende ser parcialmente capitalista y parcialmente socialista, el Estado, por medio del gobierno, puede tener una proporción variable de propiedad del capital. Si la proporción que tiene el Estado es menor que la proporción de propiedad privada de los bienes de capital, la sociedad es más bien capitalista que socialista; pero si esa proporción es mayor, la sociedad es más bien socialista que capitalista.

Capitalismo y socialismo son regímenes económicos ideales. Hay Estados que se han aproximado más al ideal capitalista, y Estados que se han aproximado más al ideal socialista. Aquellos que se han aproximado más al ideal capitalista han logrado un mayor bienestar de la sociedad que aquellos que se han aproximado más al ideal socialista.

Suiza, Dinamarca, Holanda, Finlandia,  Suecia y Noruega son algunos de los países que más se han aproximado al ideal capitalista, y por consiguiente, son también algunos de los países que han logrado el mayor bienestar de la sociedad en la historia de la humanidad.

La aproximación al ideal capitalista comprende esencialmente libertad económica. El Índice de Libertad Económica, de la Fundación Heritage, intenta medir esa libertad. Factores de cálculo del índice son la  libertad de emprender una actividad económica, la libertad de trabajo; la libertad monetaria, la libertad de comercio, la libertad de inversión y la libertad de transacción financiera.

En ese índice, Suiza ocupa la posición 4 entre 178 países. Dinamarca ocupa la posición 10. Holanda, la posición 16. Finlandia, la posición 17. Suecia, la posición 21. Y Noruega, la posición 28. Cuba, uno de los países que más se ha aproximado al ideal socialista, y que es más pobre que cualquiera de los países que más se han aproximado al capitalismo, ocupa la posición 176, es decir, la antepenúltima. Venezuela, que ha logrado éxito notable en aproximarse al ideal socialista, ocupa la posición 177, es decir, la penúltima.

Para mí, en ningún país del mundo hay suficiente capitalismo. Se aproxima a esa suficiencia Singapur, que en el Índice de Libertad Económica, de la Fundación Heritage, ocupa la primera posición. Le sigue Nueva Zelanda, Australia, Suiza e Irlanda. Son los cinco países del mundo con más libertad económica.

Esos países pertenecen al grupo de los veinticinco países más ricos del mundo, entre 187 países, en el índice del Fondo Monetario Internacional del año 2019. La medida de esa riqueza es el valor, en dólares, del producto interno bruto per cápita. He aquí el valor del producto de esos cinco países, en ese índice: Singapur, 63,987 dólares; Nueva Zelanda, 40,634; Australia, 53,825; Suiza, 83,716; e Irlanda, 77,771.

En América Latina, el país con mayor valor de producto interno bruto per cápita en el índice del Fondo Monetario Internacional, es Uruguay: 17,029 dólares. Le sigue Chile: 15,339 dólares. Puede predecirse que la próxima Constitución de Chile, que decretará la asamblea constituyente recientemente inaugurada, será socialista, y que ese país podría convertirse, como Cuba y Venezuela, en uno de los países latinoamericanos más pobres.

Post scriptum. Venezuela, país económicamente derribado por el socialismo, en el índice del Fondo Monetario Internacional tiene un valor de producto bruto interno per cápita de 2,512 dólares. Guatemala tiene un valor de 4,616 dólares, o 1.84 veces más que el de Venezuela. 

Capitalismo y socialismo: diferencia esencial

Luis Enrique Pérez
16 de julio, 2021

La palabra “capitalismo” evidentemente deriva de la palabra “capital”, con la cual suelen denotarse bienes que sirven para producir otros bienes económicamente valiosos, destinados al consumo final. Supuesto que los bienes de capital sirven para producir otros bienes, también suelen denominarse “medios de producción”. Estos medios pueden ser tan simples como un azadón o un martillo, o tan complejos como un robot electrónico o una planta que transforma la energía atómica en energía eléctrica.

 La palabra “socialismo” evidentemente deriva de la palabra “social”; pero el socialismo no excluye el capital. Efectivamente, el capital es tan necesario en una sociedad capitalista como en una sociedad socialista, es decir, el socialismo también emplea bienes de capital o medios de producción. Colígese que la diferencia esencial entre capitalismo y socialismo no es el capital.

La diferencia esencial consiste en que, en una economía capitalista, el capital puede ser propiedad privada, y el propietario lo asigna libremente; y en una economía socialista, el capital es propiedad pública, o propiedad del Estado, y los gobernantes lo asignan impositivamente.

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El capitalismo es, entonces, capitalismo de individuos, y el capitalista puede ser cualquier ciudadano. Y el socialismo es, entonces, capitalismo de Estado, y solo los gobernantes pueden ser capitalistas. También podemos afirmar que hay capitalismo privado, o capitalismo con libertad económica; y hay capitalismo público, o capitalismo de Estado, o capitalismo con esclavitud económica.

En una economía capitalista el capital es asignado por medio del mercado, o proceso de libre producción, intercambio y consumo de bienes económicamente valiosos. El poder del Estado, ejercido por el gobierno, es poder limitado sobre la economía. En una economía socialista, el capital es asignado por los gobernantes, en función de aquello que ellos creen que se debe producir, intercambiar y consumir. El poder del Estado, ejercido por el gobierno, es poder ilimitado sobre la economía.

En una sociedad que pretende ser parcialmente capitalista y parcialmente socialista, el Estado, por medio del gobierno, puede tener una proporción variable de propiedad del capital. Si la proporción que tiene el Estado es menor que la proporción de propiedad privada de los bienes de capital, la sociedad es más bien capitalista que socialista; pero si esa proporción es mayor, la sociedad es más bien socialista que capitalista.

Capitalismo y socialismo son regímenes económicos ideales. Hay Estados que se han aproximado más al ideal capitalista, y Estados que se han aproximado más al ideal socialista. Aquellos que se han aproximado más al ideal capitalista han logrado un mayor bienestar de la sociedad que aquellos que se han aproximado más al ideal socialista.

Suiza, Dinamarca, Holanda, Finlandia,  Suecia y Noruega son algunos de los países que más se han aproximado al ideal capitalista, y por consiguiente, son también algunos de los países que han logrado el mayor bienestar de la sociedad en la historia de la humanidad.

La aproximación al ideal capitalista comprende esencialmente libertad económica. El Índice de Libertad Económica, de la Fundación Heritage, intenta medir esa libertad. Factores de cálculo del índice son la  libertad de emprender una actividad económica, la libertad de trabajo; la libertad monetaria, la libertad de comercio, la libertad de inversión y la libertad de transacción financiera.

En ese índice, Suiza ocupa la posición 4 entre 178 países. Dinamarca ocupa la posición 10. Holanda, la posición 16. Finlandia, la posición 17. Suecia, la posición 21. Y Noruega, la posición 28. Cuba, uno de los países que más se ha aproximado al ideal socialista, y que es más pobre que cualquiera de los países que más se han aproximado al capitalismo, ocupa la posición 176, es decir, la antepenúltima. Venezuela, que ha logrado éxito notable en aproximarse al ideal socialista, ocupa la posición 177, es decir, la penúltima.

Para mí, en ningún país del mundo hay suficiente capitalismo. Se aproxima a esa suficiencia Singapur, que en el Índice de Libertad Económica, de la Fundación Heritage, ocupa la primera posición. Le sigue Nueva Zelanda, Australia, Suiza e Irlanda. Son los cinco países del mundo con más libertad económica.

Esos países pertenecen al grupo de los veinticinco países más ricos del mundo, entre 187 países, en el índice del Fondo Monetario Internacional del año 2019. La medida de esa riqueza es el valor, en dólares, del producto interno bruto per cápita. He aquí el valor del producto de esos cinco países, en ese índice: Singapur, 63,987 dólares; Nueva Zelanda, 40,634; Australia, 53,825; Suiza, 83,716; e Irlanda, 77,771.

En América Latina, el país con mayor valor de producto interno bruto per cápita en el índice del Fondo Monetario Internacional, es Uruguay: 17,029 dólares. Le sigue Chile: 15,339 dólares. Puede predecirse que la próxima Constitución de Chile, que decretará la asamblea constituyente recientemente inaugurada, será socialista, y que ese país podría convertirse, como Cuba y Venezuela, en uno de los países latinoamericanos más pobres.

Post scriptum. Venezuela, país económicamente derribado por el socialismo, en el índice del Fondo Monetario Internacional tiene un valor de producto bruto interno per cápita de 2,512 dólares. Guatemala tiene un valor de 4,616 dólares, o 1.84 veces más que el de Venezuela.