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El candidato idóneo

Betty Marroquin
19 de agosto, 2021

La semana pasada les hice un perfil de Edmond Mulet, Zury Ríos y Thelma Cabrera. En los comentarios me pidieron que lo hiciera sobre otros candidatos. Si bien a este punto vislumbramos muy pocos, trataré de complacer a los lectores, aunque quiero concentrarme en el candidato idóneo.

El Lic Ricardo Sagastume Morales, posible candidato del Partido Todos, es abogado constitucionalista, de una honorable familia de juristas de mucho prestigio, los Sagastume Vidaurre. Es una persona pro familia, pro vida, cree en fomentar el emprendimiento privado, y sería interesante conocer realmente qué tan claramente visualiza los retos que representan los problemas del gobierno, y qué soluciones propone. En materia de seguridad, si bien ha sido afín al Ejército, ser Presidente requiere tener los arrestos de tomar medidas incómodas.

Ha sido considerado para la Presidencia y Vicepresidencia por varios partidos de corte “de derecha”. Es recordado por haber criticado duramente al ex Presidente Jimmy Morales en sus redes sociales en horas de la mañana, y haber sido juramentado como Ministro de Economía al medio día, el mismo día. Su papel de ministro duró un mes, aproximadamente, igual que durante el gobierno de Otto Pérez Molina.

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Roberto Arzú García-Granados, quiere optar nuevamente a la Presidencia por el Partido PAN. Es el mayor de los hijos del difunto gran líder de la “derecha” el ex Presidente y ex Alcalde capitalino Alvaro Arzú Irigoyen. Más conocido por su liderazgo en el mundo del fútbol nacional, Roberto Arzú basa mucha de su propuesta en políticas populistas y en elementos exitosos de la visión de su difunto padre.

Tiene un estilo que gusta a los votantes más jóvenes en zonas urbanas. En el sur del país resonó en la campaña anterior por el prestigio del apellido que ostenta.

Si bien muchos salivan con la idea de alcanzar el poder por la vía de las urnas, por ahora no se vislumbran otros potenciales candidatos que tengan remotamente la posibilidad de perfilarse como tales para las próximas elecciones a menos de 2 años de distancia. También está la lista de comunistas y socialistas Gucci, como Manuel Villacorta, Mamfredo Marroquín, Thelma Aldana, y otros. Todos con pocas posibilidades sin llegar al fraude.

Tristemente, ninguno de los mencionados llena el perfil del candidato idóneo.

Ideas claras, visión de país que implica visión a largo plazo, conceptos fundamentados sobre el manejo del dinero, ambición medida por la conciencia de temporalidad, objetivos concisos y realistas, valentía para aplicar lo que se debe hacer teniendo claras las necesidades, los problemas y sus orígenes, y las soluciones más viables. Requiere coraje.

El tema de la corrupción, por ejemplo, es un tema que flota en el aire como el dióxido de carbono. Es raro el día de Dios que no mencionemos esa palabra al menos 1 vez. Ha sido abordada cientos de veces por todos los expertos, pero pocos se atreven a hablar de las raíces del problema. De tal manera que, como quedó demostrado con la difunta cicig, se usan paliativos pero no se resuelve nada. Cómo pretender curar el cáncer con Merthiolate y curitas.

Un candidato idóneo reduciría el tamaño del aparato estatal. Reducir Ministerios, reducir el Gabinete, que no se emplee el 60% o más del presupuesto para temas de funcionamiento y administrativos. Reducir al máximo la tramitología burocrática pero no con procedimientos absurdos en línea sino con procesos que realmente le hagan la vida al ciudadano más lógica y fácil. Accesibilizar los servicios tomando en cuenta que una buena parte de la población no sabría o podría acceder a dichos trámites en línea por sí mismos. Abordar este problema desde los municipios o en su defecto, en cada departamento.

Esto eliminaría la discrecionalidad burocrática que es una de las raíces de la corrupción. La otra raíz es burócratas mal pagados, como en el caso de la Policía Nacional Civil. Un agente de la PNC gana menos de Q4 mil al mes. Con eso debe sustentarse y pagar el sustento de su familia. Cómo no van a tener la tentación de llenar las “cuotas” mensuales de mordidas que muchas veces distribuyen entre los 3 que van en la patrulla y el jefe mismo de la Comisaría. Si estuvieran bien pagados, se sintieran respetados, no incurrirían en corrupción.

Y por último, el tener un sistema judicial que funcione. Jueces imparciales que apliquen la ley contra un burócrata de izquierda que de derecha. Jueces que realmente vean a todos los ciudadanos como iguales ante la ley y lo demuestren con sus veredictos. Un Ministerio Público eficiente y ético, que no invente pruebas sino que investigue a profundidad las denuncias, sean contra un empresario que contra un terrorista asesino de izquierda.

Para todo eso se necesita un Presidente fuerte y dispuesto a tomar las decisiones incómodas, difíciles y trascendentales que sabe que no agradará a todos, pero que sabiendo comunicarse, logre penetrar el concepto en la mayoría para el bienestar del país. ¿Tendremos alguien así?   

El candidato idóneo

Betty Marroquin
19 de agosto, 2021

La semana pasada les hice un perfil de Edmond Mulet, Zury Ríos y Thelma Cabrera. En los comentarios me pidieron que lo hiciera sobre otros candidatos. Si bien a este punto vislumbramos muy pocos, trataré de complacer a los lectores, aunque quiero concentrarme en el candidato idóneo.

El Lic Ricardo Sagastume Morales, posible candidato del Partido Todos, es abogado constitucionalista, de una honorable familia de juristas de mucho prestigio, los Sagastume Vidaurre. Es una persona pro familia, pro vida, cree en fomentar el emprendimiento privado, y sería interesante conocer realmente qué tan claramente visualiza los retos que representan los problemas del gobierno, y qué soluciones propone. En materia de seguridad, si bien ha sido afín al Ejército, ser Presidente requiere tener los arrestos de tomar medidas incómodas.

Ha sido considerado para la Presidencia y Vicepresidencia por varios partidos de corte “de derecha”. Es recordado por haber criticado duramente al ex Presidente Jimmy Morales en sus redes sociales en horas de la mañana, y haber sido juramentado como Ministro de Economía al medio día, el mismo día. Su papel de ministro duró un mes, aproximadamente, igual que durante el gobierno de Otto Pérez Molina.

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Roberto Arzú García-Granados, quiere optar nuevamente a la Presidencia por el Partido PAN. Es el mayor de los hijos del difunto gran líder de la “derecha” el ex Presidente y ex Alcalde capitalino Alvaro Arzú Irigoyen. Más conocido por su liderazgo en el mundo del fútbol nacional, Roberto Arzú basa mucha de su propuesta en políticas populistas y en elementos exitosos de la visión de su difunto padre.

Tiene un estilo que gusta a los votantes más jóvenes en zonas urbanas. En el sur del país resonó en la campaña anterior por el prestigio del apellido que ostenta.

Si bien muchos salivan con la idea de alcanzar el poder por la vía de las urnas, por ahora no se vislumbran otros potenciales candidatos que tengan remotamente la posibilidad de perfilarse como tales para las próximas elecciones a menos de 2 años de distancia. También está la lista de comunistas y socialistas Gucci, como Manuel Villacorta, Mamfredo Marroquín, Thelma Aldana, y otros. Todos con pocas posibilidades sin llegar al fraude.

Tristemente, ninguno de los mencionados llena el perfil del candidato idóneo.

Ideas claras, visión de país que implica visión a largo plazo, conceptos fundamentados sobre el manejo del dinero, ambición medida por la conciencia de temporalidad, objetivos concisos y realistas, valentía para aplicar lo que se debe hacer teniendo claras las necesidades, los problemas y sus orígenes, y las soluciones más viables. Requiere coraje.

El tema de la corrupción, por ejemplo, es un tema que flota en el aire como el dióxido de carbono. Es raro el día de Dios que no mencionemos esa palabra al menos 1 vez. Ha sido abordada cientos de veces por todos los expertos, pero pocos se atreven a hablar de las raíces del problema. De tal manera que, como quedó demostrado con la difunta cicig, se usan paliativos pero no se resuelve nada. Cómo pretender curar el cáncer con Merthiolate y curitas.

Un candidato idóneo reduciría el tamaño del aparato estatal. Reducir Ministerios, reducir el Gabinete, que no se emplee el 60% o más del presupuesto para temas de funcionamiento y administrativos. Reducir al máximo la tramitología burocrática pero no con procedimientos absurdos en línea sino con procesos que realmente le hagan la vida al ciudadano más lógica y fácil. Accesibilizar los servicios tomando en cuenta que una buena parte de la población no sabría o podría acceder a dichos trámites en línea por sí mismos. Abordar este problema desde los municipios o en su defecto, en cada departamento.

Esto eliminaría la discrecionalidad burocrática que es una de las raíces de la corrupción. La otra raíz es burócratas mal pagados, como en el caso de la Policía Nacional Civil. Un agente de la PNC gana menos de Q4 mil al mes. Con eso debe sustentarse y pagar el sustento de su familia. Cómo no van a tener la tentación de llenar las “cuotas” mensuales de mordidas que muchas veces distribuyen entre los 3 que van en la patrulla y el jefe mismo de la Comisaría. Si estuvieran bien pagados, se sintieran respetados, no incurrirían en corrupción.

Y por último, el tener un sistema judicial que funcione. Jueces imparciales que apliquen la ley contra un burócrata de izquierda que de derecha. Jueces que realmente vean a todos los ciudadanos como iguales ante la ley y lo demuestren con sus veredictos. Un Ministerio Público eficiente y ético, que no invente pruebas sino que investigue a profundidad las denuncias, sean contra un empresario que contra un terrorista asesino de izquierda.

Para todo eso se necesita un Presidente fuerte y dispuesto a tomar las decisiones incómodas, difíciles y trascendentales que sabe que no agradará a todos, pero que sabiendo comunicarse, logre penetrar el concepto en la mayoría para el bienestar del país. ¿Tendremos alguien así?