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“Agringados”

Tenemos un enorme reto el próximo año con el proceso electoral. Pensemos en chapín, actuemos con hidalguía y orgullo nacional y llevemos a la silla presidencial a quien garantice, más allá de las promesas vacías, que va a defender todo esto, cueste lo que cueste.

Acción de gracias
Carolina Castellanos |
25 de noviembre, 2022

Desde tiempo inmemorial, los chapines hemos tenido una inclinación hacia ser un poco “gringos”. Adoptamos palabras y modificamos otras. Nos encanta comprar ropa, carros, electrodomésticos y cuanta cosa, producida en Estados Unidos. Antes de la globalización y de los Tratados de Libre Comercio, había señoras que se dedicaban a traer ropa “gringa” y la vendían desde sus casas.  Era un excelente negocio.

Nunca faltaba la lista de “encargos” cuando algún familiar o amigo viajaba hacia el norte. Le dábamos los dólares o le pagábamos en quetzales a su regreso. La programación de la televisión y el cine ha sido otro tema en el que nos gusta ver películas “americanas” (como muchos se referían a lo hecho en USA). Ahora Netflix, también gringo, nos sigue entreteniendo.

Ayer se celebró el “Día de Gracias” en Estados Unidos. Siempre lo he comparado con nuestro día del fiambre. Si bien el origen es muy diferente, en ambos casos se reúnen las familias alrededor de un plato específico, a celebrar, agradecer y convivir. Me dio mucha risa ver muchos memes que decían “jueves de paches”.

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Lamentablemente, el país del norte ya no es tan digno de imitación como lo fue antes. Por supuesto que nos sigue gustando todo lo mencionado anteriormente, y mucho más. Pero los valores, la cultura, las costumbres y, sobre todo, el trato hacia los latinos, ha dado un giro total hacia el rechazo y hasta el desprecio. El “sueño americano” está ahora plagado de inmoralidad. La ausencia de valores se hace sentir constantemente.

Más allá de esto, el giro hacia la izquierda se ha dado muy rápido y ha destruido los cimientos de un país y una cultura que influyó positivamente en el resto del mundo. Lamentablemente, el gobierno se convirtió, muy rápidamente, en el “gran proveedor” de todo. Esa es la ideología zurda. A consecuencia de eso, los servicios públicos son pésimos, la economía está en pedazos, el liderazgo cayó al precipicio y el tamaño del gobierno ya se rebalsó con la excesiva contratación de personas y creación de un sinfín de entidades gubernamentales a lo largo y ancho de ese otrora gran país.

Las consecuencias se ven a la distancia. El trato hacia los demás países se ha convertido en una injerencia extrema, imposiciones de todo tipo y quién sabe qué más en esa arena internacional. No conozco detalles sobre esto, pero sí puedo ver a nuestra Guate. Siempre hemo sido amigos de USA, hemos colaborado en prácticamente todo lo que nos han pedido y hemos construido una dependencia política y comercial. Recuerdo las palabras de un ex diputado que se filtraron a los medios, que decían algo como “recibir instrucciones en inglés”.

Así las cosas, nos hemos acomodado, agradecido y solicitado esta relación de dependencia, mayormente del sur hacia el norte. Sin embargo, ahora con un gobierno de tendencia hacia la izquierda, no estamos de acuerdo con mucho de lo que hacen o dicen. Pero, la simbiosis ya generada a lo largo de tantos años, hace sumamente difícil decir “no”.

Nos hemos agringado a lo largo de los años. En lo personal, me encanta ese país, su gente, sus avances tecnológicos, la infraestructura extraordinaria y muchos elementos de su cultura tradicional. La actual, con ese movimiento “woke”, la cultura de la “cancelación” y lo que, a mi criterio, es un exceso de permisividad en todo lo relacionado a la comunidad LGBTIQ+. Es casi un delito no aceptarlo, bajo los términos impuestos por ellos, que incluyen la adopción y transformación del lenguaje y la pérdida de valores cristianos.

¿Seguiremos “agringados”? En lo que a mí respecta, soy una chapina orgullosa de mi país, en medio de sus mil problemas. Me gusta mucho Estados Unidos, viajar y disfrutar de ese ambiente de libertad que ha tenido. No celebré el “Día de Gracias” pero sí comí fiambre en abundancia. Al final del día, aceptamos lo que nos gusta y rechazamos lo demás, todo en base a nuestros valores, principios, gustos, costumbres y cultura.

Nos toca defender esto, a toda costa. Ojalá lo hagan los gobiernos, no solo el actual sino todos los futuros. Tenemos un enorme reto el próximo año con el proceso electoral. Pensemos en chapín, actuemos con hidalguía y orgullo nacional y llevemos a la silla presidencial a quien garantice, más allá de las promesas vacías, que va a defender todo esto, cueste lo que cueste.


 


El contenido en la sección de Opinión es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la postura o la línea editorial de República.

“Agringados”

Tenemos un enorme reto el próximo año con el proceso electoral. Pensemos en chapín, actuemos con hidalguía y orgullo nacional y llevemos a la silla presidencial a quien garantice, más allá de las promesas vacías, que va a defender todo esto, cueste lo que cueste.

Carolina Castellanos |
25 de noviembre, 2022
Acción de gracias

Desde tiempo inmemorial, los chapines hemos tenido una inclinación hacia ser un poco “gringos”. Adoptamos palabras y modificamos otras. Nos encanta comprar ropa, carros, electrodomésticos y cuanta cosa, producida en Estados Unidos. Antes de la globalización y de los Tratados de Libre Comercio, había señoras que se dedicaban a traer ropa “gringa” y la vendían desde sus casas.  Era un excelente negocio.

Nunca faltaba la lista de “encargos” cuando algún familiar o amigo viajaba hacia el norte. Le dábamos los dólares o le pagábamos en quetzales a su regreso. La programación de la televisión y el cine ha sido otro tema en el que nos gusta ver películas “americanas” (como muchos se referían a lo hecho en USA). Ahora Netflix, también gringo, nos sigue entreteniendo.

Ayer se celebró el “Día de Gracias” en Estados Unidos. Siempre lo he comparado con nuestro día del fiambre. Si bien el origen es muy diferente, en ambos casos se reúnen las familias alrededor de un plato específico, a celebrar, agradecer y convivir. Me dio mucha risa ver muchos memes que decían “jueves de paches”.

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Lamentablemente, el país del norte ya no es tan digno de imitación como lo fue antes. Por supuesto que nos sigue gustando todo lo mencionado anteriormente, y mucho más. Pero los valores, la cultura, las costumbres y, sobre todo, el trato hacia los latinos, ha dado un giro total hacia el rechazo y hasta el desprecio. El “sueño americano” está ahora plagado de inmoralidad. La ausencia de valores se hace sentir constantemente.

Más allá de esto, el giro hacia la izquierda se ha dado muy rápido y ha destruido los cimientos de un país y una cultura que influyó positivamente en el resto del mundo. Lamentablemente, el gobierno se convirtió, muy rápidamente, en el “gran proveedor” de todo. Esa es la ideología zurda. A consecuencia de eso, los servicios públicos son pésimos, la economía está en pedazos, el liderazgo cayó al precipicio y el tamaño del gobierno ya se rebalsó con la excesiva contratación de personas y creación de un sinfín de entidades gubernamentales a lo largo y ancho de ese otrora gran país.

Las consecuencias se ven a la distancia. El trato hacia los demás países se ha convertido en una injerencia extrema, imposiciones de todo tipo y quién sabe qué más en esa arena internacional. No conozco detalles sobre esto, pero sí puedo ver a nuestra Guate. Siempre hemo sido amigos de USA, hemos colaborado en prácticamente todo lo que nos han pedido y hemos construido una dependencia política y comercial. Recuerdo las palabras de un ex diputado que se filtraron a los medios, que decían algo como “recibir instrucciones en inglés”.

Así las cosas, nos hemos acomodado, agradecido y solicitado esta relación de dependencia, mayormente del sur hacia el norte. Sin embargo, ahora con un gobierno de tendencia hacia la izquierda, no estamos de acuerdo con mucho de lo que hacen o dicen. Pero, la simbiosis ya generada a lo largo de tantos años, hace sumamente difícil decir “no”.

Nos hemos agringado a lo largo de los años. En lo personal, me encanta ese país, su gente, sus avances tecnológicos, la infraestructura extraordinaria y muchos elementos de su cultura tradicional. La actual, con ese movimiento “woke”, la cultura de la “cancelación” y lo que, a mi criterio, es un exceso de permisividad en todo lo relacionado a la comunidad LGBTIQ+. Es casi un delito no aceptarlo, bajo los términos impuestos por ellos, que incluyen la adopción y transformación del lenguaje y la pérdida de valores cristianos.

¿Seguiremos “agringados”? En lo que a mí respecta, soy una chapina orgullosa de mi país, en medio de sus mil problemas. Me gusta mucho Estados Unidos, viajar y disfrutar de ese ambiente de libertad que ha tenido. No celebré el “Día de Gracias” pero sí comí fiambre en abundancia. Al final del día, aceptamos lo que nos gusta y rechazamos lo demás, todo en base a nuestros valores, principios, gustos, costumbres y cultura.

Nos toca defender esto, a toda costa. Ojalá lo hagan los gobiernos, no solo el actual sino todos los futuros. Tenemos un enorme reto el próximo año con el proceso electoral. Pensemos en chapín, actuemos con hidalguía y orgullo nacional y llevemos a la silla presidencial a quien garantice, más allá de las promesas vacías, que va a defender todo esto, cueste lo que cueste.


 


El contenido en la sección de Opinión es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la postura o la línea editorial de República.