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Cuatro propuestas para trabajar por la verdad y la reconciliación

"La humildad y el perdón son enseñanzas centrales de los textos bíblicos y, sin duda, parte integral de los principios y valores humanos", es la propuesta del presidente del Cacif, Hermann Girón.

Hermann Girón, presidente del Cacif
Invitado
19 de agosto, 2022

 

La humildad y el perdón son enseñanzas centrales de los textos bíblicos y, sin duda, parte integral de los principios y valores humanos.Escogí para inspirar este mensaje un versículo que me parece muy apropiado para los tiempos que vivimos. Se trata del libro de Mateo, capítulo 6, versículo 14. 

Ahí se relata cómo Jesús, después de pronunciar la oración a su Padre, les dijo a sus discípulos: “Si perdonas a los que pecan contra ti, tu Padre Celestial te perdonará a ti, pero si te niegas a perdonar a los demás, tu Padre no te perdonará tus pecados”.

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Este versículo ha sido estudiado e interpretado por pensadores y filósofos durante siglos, pero quiero referirme al mismo en el contexto de la Guatemala de hoy. Vivimos en Guatemala y Latinoamérica una coyuntura compleja, que viene complicándose desde décadas atrás, y que nos está llevando en una mala dirección.  

Cada semana escucho discursos llenos de resentimiento y odio, que nos alejan de las enseñanzas del versículo anterior. Cada día es más difícil tener un diálogo productivo con personas que nos han contrariado y atacado; personas que han pecado en nuestra contra. Cada día, nos alejamos más del perdón.
 
Quiero complementar mi reflexión con la frase que escribió el poeta Antonio Machado, que dice: “¿Tu Verdad? No, ‘“La Verdad”’, y ven conmigo a buscarla. ¡La tuya, guárdatela!”.

En Guatemala hay cientos de líderes, con cientos de verdades, y cada uno de nosotros tiene la capacidad de aplicar las lecciones del versículo de referencia a nuestras acciones, para así contribuir de mejor forma, en nuestros diferentes roles, y lograr ese objetivo que compartimos de construir una mejor Guatemala.

Desde mi posición, como líder del Sector Empresarial, tengo claro mi objetivo de promover condiciones que protejan la propiedad privada e impulsen el desarrollo pleno de la empresarialidad, y que, como consecuencia, en nuestro país se genere más riqueza, más empleo formal y el progreso para nuestra sociedad. Pero esa es mi verdad.

No pretendo entender las verdades ni los objetivos de cada persona, pero estoy seguro de que todos creemos que nuestras acciones están contribuyendo a que Guatemala sea un mejor país. Sin perder de vista las perspectivas que nuestros diferentes roles nos imputan y con gran humildad, propongo 4 acuerdos que pueden servir de guía a nuestras acciones y que nos acercan a cumplir las enseñanzas de Mateo 6:14:
 

  • 1. Honremos nuestras palabras: actuemos siempre de una forma consecuente con nuestros principios y valores, pero, sobre todo, actuemos de forma consecuente con nuestros ofrecimientos. Hacer lo que uno dice es una virtud, da una base sólida para enfrentar cuestionamientos externos y un fundamento para defender nuestra verdad ante las verdades de otros.
  • 2. Hagamos siempre nuestro mejor esfuerzo: Al hacerlo podemos enfrentar con seguridad a quien es usualmente nuestro más fuerte crítico: nosotros mismos. Hacer el mejor esfuerzo nos protege del arrepentimiento y de las recriminaciones que pudiéramos hacernos a nosotros mismos y de las que otros nos quieran imputar.
  • 3. No hagamos suposiciones: Evitemos crear escenarios basados en interpretaciones o supuestos de lo que alguien más piensa o pretende decir. Cuando tengamos dudas, preguntemos, aclaremos nuestra interpretación, así nuestras acciones estarán fundamentadas en certeza y podremos evitar errores de juicio que siempre nos conducen a comprometernos con líneas de acción equivocadas. Y, finalmente, por difícil que pueda ser:
  • 4. No lo tomemos personal: Evitemos con todo nuestro espíritu tomar personalmente las críticas hechas en nuestra contra; ya sea contra nuestras acciones o contra nosotros como personas. Este último convenio es posiblemente el más complicado de cumplir, porque quien nos critica personalmente está atacando a esa persona que tanto valoramos: A nosotros mismos. Pero tomar esos ataques o esas críticas personalmente, dificulta y muchas veces imposibilita, dar el perdón.

Por eso hice mención de las palabras de Machado: entender que la verdad de quien me critica es muy diferente de la mía y me da una salida que me permite darle el perdón.


 
Confío plenamente en que en Guatemala podemos trabajar en unidad por alcanzar la reconciliación y la verdad que nos permitan vivir en paz.

Cuatro propuestas para trabajar por la verdad y la reconciliación

"La humildad y el perdón son enseñanzas centrales de los textos bíblicos y, sin duda, parte integral de los principios y valores humanos", es la propuesta del presidente del Cacif, Hermann Girón.

Hermann Girón, presidente del Cacif
Invitado
19 de agosto, 2022

 

La humildad y el perdón son enseñanzas centrales de los textos bíblicos y, sin duda, parte integral de los principios y valores humanos.Escogí para inspirar este mensaje un versículo que me parece muy apropiado para los tiempos que vivimos. Se trata del libro de Mateo, capítulo 6, versículo 14. 

Ahí se relata cómo Jesús, después de pronunciar la oración a su Padre, les dijo a sus discípulos: “Si perdonas a los que pecan contra ti, tu Padre Celestial te perdonará a ti, pero si te niegas a perdonar a los demás, tu Padre no te perdonará tus pecados”.

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Este versículo ha sido estudiado e interpretado por pensadores y filósofos durante siglos, pero quiero referirme al mismo en el contexto de la Guatemala de hoy. Vivimos en Guatemala y Latinoamérica una coyuntura compleja, que viene complicándose desde décadas atrás, y que nos está llevando en una mala dirección.  

Cada semana escucho discursos llenos de resentimiento y odio, que nos alejan de las enseñanzas del versículo anterior. Cada día es más difícil tener un diálogo productivo con personas que nos han contrariado y atacado; personas que han pecado en nuestra contra. Cada día, nos alejamos más del perdón.
 
Quiero complementar mi reflexión con la frase que escribió el poeta Antonio Machado, que dice: “¿Tu Verdad? No, ‘“La Verdad”’, y ven conmigo a buscarla. ¡La tuya, guárdatela!”.

En Guatemala hay cientos de líderes, con cientos de verdades, y cada uno de nosotros tiene la capacidad de aplicar las lecciones del versículo de referencia a nuestras acciones, para así contribuir de mejor forma, en nuestros diferentes roles, y lograr ese objetivo que compartimos de construir una mejor Guatemala.

Desde mi posición, como líder del Sector Empresarial, tengo claro mi objetivo de promover condiciones que protejan la propiedad privada e impulsen el desarrollo pleno de la empresarialidad, y que, como consecuencia, en nuestro país se genere más riqueza, más empleo formal y el progreso para nuestra sociedad. Pero esa es mi verdad.

No pretendo entender las verdades ni los objetivos de cada persona, pero estoy seguro de que todos creemos que nuestras acciones están contribuyendo a que Guatemala sea un mejor país. Sin perder de vista las perspectivas que nuestros diferentes roles nos imputan y con gran humildad, propongo 4 acuerdos que pueden servir de guía a nuestras acciones y que nos acercan a cumplir las enseñanzas de Mateo 6:14:
 

  • 1. Honremos nuestras palabras: actuemos siempre de una forma consecuente con nuestros principios y valores, pero, sobre todo, actuemos de forma consecuente con nuestros ofrecimientos. Hacer lo que uno dice es una virtud, da una base sólida para enfrentar cuestionamientos externos y un fundamento para defender nuestra verdad ante las verdades de otros.
  • 2. Hagamos siempre nuestro mejor esfuerzo: Al hacerlo podemos enfrentar con seguridad a quien es usualmente nuestro más fuerte crítico: nosotros mismos. Hacer el mejor esfuerzo nos protege del arrepentimiento y de las recriminaciones que pudiéramos hacernos a nosotros mismos y de las que otros nos quieran imputar.
  • 3. No hagamos suposiciones: Evitemos crear escenarios basados en interpretaciones o supuestos de lo que alguien más piensa o pretende decir. Cuando tengamos dudas, preguntemos, aclaremos nuestra interpretación, así nuestras acciones estarán fundamentadas en certeza y podremos evitar errores de juicio que siempre nos conducen a comprometernos con líneas de acción equivocadas. Y, finalmente, por difícil que pueda ser:
  • 4. No lo tomemos personal: Evitemos con todo nuestro espíritu tomar personalmente las críticas hechas en nuestra contra; ya sea contra nuestras acciones o contra nosotros como personas. Este último convenio es posiblemente el más complicado de cumplir, porque quien nos critica personalmente está atacando a esa persona que tanto valoramos: A nosotros mismos. Pero tomar esos ataques o esas críticas personalmente, dificulta y muchas veces imposibilita, dar el perdón.

Por eso hice mención de las palabras de Machado: entender que la verdad de quien me critica es muy diferente de la mía y me da una salida que me permite darle el perdón.


 
Confío plenamente en que en Guatemala podemos trabajar en unidad por alcanzar la reconciliación y la verdad que nos permitan vivir en paz.