El 28 de mayo del 2022, el medio de comunicación Republica.gt publicó un artículo dedicado a difamarme, calumniarme y comprometer mi honorabilidad, mi honra y reputación, con el título: El Tuit de la Semana: El profe Samuel Pérez Attías escribe tonterías. Su argumento, además de varios insultos, es que; apoyo desde Canadá una lucha en contra de “solo él sabe qué”.(sic).

El autor de las calumnias e insultos de marras en el medio REPUBLICA.GT firma con el nombre de Aquiles Falla, quien aduciendo a un tuit que publiqué, indica: “Samuel se subió al tren del mame» y propuso que se dejen de comprar productos de Guatemala, porque cada dólar financia a firmas coludidas con narcos, criminales y corruptos, dice él”. (sic)

Aclaro las falacias elaboradas y basadas en especulaciones y ejerzo mi legítimo derecho a responder ante los ataques personales que afectan mi reputación y mi ejercicio profesional:

Alrededor de sus especulaciones, el autor Falla se dedicó a insultar, a difamar e injuriar reconociendo su intención al indicar que “esta vez nos vamos a burlar de todo un economista y profesor universitario”.

Sus ataques, injurias, difamaciones e insultos usando sesgos cognitivos, supuestos e inventos que existen en la mente del autor llegan a la chabacanería, vulgaridad y la simpleza del pensamiento obtuso, por lo cual, por respeto a quienes me leen, no amerita repetirlas.

Aclaro: El tuit de marras no fue una propuesta para dejar de comprar nada. Fue una publicación de una imagen que menciona la palabra “Boycott Guatemala” sugiriendo que los dólares que reciben empresas que venden productos de Guatemala financia a empresas que coluden con el narcotráfico y un Gobierno Corrupto.

Aclaro que lo escrito en mi tuit que acompaña dicha imagen fue: “Cuando el resto del mundo se dé cuenta que en Guatemala empresas oligopólicas exportadoras que apoyan explicita o implícitamente a un sistema de justicia corrupto, van a dejar de consumir esos productos. Eso es peor que una sanción política. Esta imagen está circulando en redes.”

Un lector inteligente y medianamente educado puede entender que el mensaje que escribí implica una condición y una consecuencia. El mensaje expresa que cuando quienes consumen productos en el extranjero se den cuenta que lo que compran es producto de colusiones entre empresarios y criminales, y de prácticas de cooptación del estado, dejarán de consumir esos productos. De hecho, existe  evidencia del reconocimiento de propietarios de oligopolios que en Guatemala coludieron para financiar partidos políticos hoy considerados ligados al crimen y apoyado a Gobiernos históricamente corruptos. 

Considero que el impacto de un boicot a ciertos productos guatemaltecos ligados a la corrupción y al crimen organizado en el País es posible y causaría un efecto negativo en dichas empresas. A la vez, daría un motivo suficientemente fuerte a esas empresas para actuar ética y responsablemente modificando sus prácticas. El proceso puede ser costoso en el corto plazo, pero las consecuencias de largo plazo pueden ser de beneficio positivo para la institucionalidad democrática y la economía de mercado que son pilares fundamentales del liberalismo y un mundo globalmente interdependiente.