El presidente Giammattei claramente acertó en su selección del nuevo Canciller de Guatemala, Mario Búcaro. El señor Búcaro es un hombre probo, preparado y proactivo.

Como diplomático de carrera, la formación académica del nuevo Ministro de Relaciones Exteriores refleja su fuerte compromiso con su formación profesional. Licenciado en derecho, con maestría en derecho mercantil, y especializaciones en derecho internacional y política exterior, el nuevo Canciller se preparó a lo largo de su vida adulta para el cargo que ahora ostenta.

En aras de transparencia, su servidor informa que conoce de forma personal al señor Ministro. Hemos compartido espacios netamente académicos. En 2015, lo invité a compartir una charla a mis alumnos de la carrera de relaciones internacionales en la Universidad Francisco Marroquín. Un profesor siempre trata de aportar valor agregado a sus clases en beneficio de sus alumnos. Como hice en otras ocasiones con el Canciller Fernando Carrera, y el ex embajador de Estados Unidos, Stephen McFarland, invité a Mario Búcaro para que compartiera su conocimiento y experiencia diplomática con los alumnos. En la mejor tradición de la academia, Mario aceptó mi invitación de aportar su valor particular, por amor al arte.

Mario había sido cónsul de Georgia. Su charla ante los alumnos fue excepcional, llena de datos y un análisis estratégico profundo basado en hechos concretos y previsiones acertadas. El actual Canciler destacó como ese país exsoviético sirve como ejemplo para Guatemala y el mundo entero por sus tremendos avances en libertad económica, control de corrupción, y efectividad de gobierno, lo cual se constatan con datos de la Fundación Heritage, el Instituto Fraser, y el Banco Mundial.

El tiempo ha demostrado cuán clarividente fue Mario Búcaro en sus apreciaciones académicas. Para 2021, Georgia había pasado incluso a Estados Unidos en su calificación de libertad económica, 77.2 versus 74.8.  Entre 2000 y 2020, Georgia incremento el PIB per cápita en 186%, el PIB en 159%, la inversión extranjera directa en 232%, todos los resultados reportados en términos reales. Guatemala haría bien replicando el modelo general que acertadamente identificó el Canciller hace años. El conocimiento cercano del Canciller Búcaro de la experiencia georgiana y su relevancia para los retos de desarrollo y gobernanza de Guatemala serán de enorme utilidad y beneficio para el pueblo guatemalteco.

Regresando al tema de la probidad, el Canciller goza de alta reputación en los círculos diplomáticos. Esto se comprueba por la lluvia de felicitaciones que ha recibido de fuentes oficiales de países como Georgia, Ucrania, Taiwán, Israel, Serbia, Chile, Costa Rica, Panamá, Colombia, de funcionarios que representan gobiernos democráticos de todo el espectro ideológico político. Las declaraciones por sus colegas diplomáticas sobre su nombramiento como Canciller han sido unánimemente positivas. Esto constituye una clara señal de su idoneidad para el cargo.

El Canciller ya sostuvo su primera reunión con el Embajador de Estados Unidos en Guatemala en el cual se tocaron los temas de la migración irregular, aumento de comercio y fortalecimiento de la seguridad.  Ese país no se ha pronunciado en tiempo real sobre su nombramiento, como lo hizo en el caso de las victorias electorales de Xiomara Castro en Honduras y Gabriel Boric en Chile. Sin embargo, los temas tratados en su primera reunión oficial son temas en el que los dos gobiernos oficialmente tienen intereses en común. Es más, con su nueva iniciativa en contra de la trata de personas y coyotaje, se puede decir que el gobierno de Guatemala ha tomado medidas más concretas en el tema de migración irregular que el gobierno de Estados Unidos. Le va tocar al Canciller comunicar al gobierno y Congreso de Estados Unidos que ese país no debe intentar pasarle al gobierno de Guatemala la factura por sus propios errores.

Pese a diferencias, el Departamento de Estado sabrá como trabajar con el nuevo Canciller. Existen precedentes que indican que el gobierno Estados Unidos no deja de negociar y trabajar con Estados u organizaciones solo porque no siguen su línea política. El actual gobierno de turno de Estados Unidos sigue trabajando con organizaciones como las Naciones Unidas, la Organización Internacional para las Migraciones, Human Rights Watch, y Amnistía Internacional, aunque subvierten abiertamente su política migratoria oficial. Asimismo, el conjunto entero de socios locales que el gobierno americano considera estratégicos para Estados Unidos en Guatemala parte de una postura diametralmente opuesta a la política migratoria oficial de Estados Unidos. Si Estados Unidos puede trabajar ellos, puede trabajar con el nuevo Canciller.

Para las relaciones bilaterales con Estados Unidos, Mario Búcaro tiene además a su favor su buena reputación entre la comunidad evangélica en Estados Unidos, un factor importante entre el partido Republicano, que tomará control del Congreso el próximo año. La buena reputación del Canciller será importante para la tarea de trabajar y comunicar de manera bipartidaria en el congreso de Estados Unidos, que a final de cuentas es quien supervisa el trabajo de los funcionarios del ejecutivo. Por último, el nuevo Ministro de Relaciones Exteriores es conocido amigo de aliados clave de Estados Unidos, como Taiwán e Israel, cosa que ni la ONU ni Amnistía Internacional podrán decir. Esos hechos ayudarán al Canciller entablar las relaciones bilaterales en un marco más amplio de diálogo de buena fe con el ejecutivo, y el congreso, de Estados Unidos.