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El reto de la nueva normalidad y el retorno a las aulas

Las clases son importantes, los niños las necesitan, pero hacerlo con cautela en estos momentos es la mejor respuesta que podemos dar a un virus que llego para quedarse.

Antonio Melgar |
16 de febrero, 2022

Mientras avanzamos al tercer año de la pandemia, las clases presenciales en los diferentes centros educativos empiezan a volver de manera gradual, aunque con cierto grado de preocupación pues los números de la pandemia muestran que el virus se mantiene y existe la duda de que tan preparadas estén las aulas que quedaron abandonadas por un largo período de tiempo.

Es un hecho que la condiciones del COVID-19 están latentes y que la variante OMICRON sigue infectando a muchas personas, en el mundo los contagios siguen en aumento, y claro que la sociedad la guatemalteca en particular está retomando sus actividades de forma “normal” desde mediados del año 2021.

Este regreso a clases paulatino nos lleva a cuestionar varios escenarios, el primero el acondicionamiento de los establecimientos que lo están haciendo, que deben por lógica estar supervisados por el ente regulador de la salud y con esto determinar la bioseguridad del mismo establecimiento.

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Segundo, que no exista hacinamiento en las aulas escolares y que estas cuenten con ambientes ventilados, y que las autoridades de cada centro de estudios estén conscientes de la necesidad que se tiene de tomar las medidas necesarias para evitar contagios a un nivel que si sea riesgoso.

También hay que considerar una condición que se debe tomar en cuenta para el regreso progresivo a clases y que radica en la capacidad del sistema de salud en la cantidad de pruebas que se puedan realizar y con esto actuar de manera preventiva.

La vacunación necesita también una campaña masiva entre los adolescentes para que el regreso a clase sea seguro y en las mejores condiciones, para todos es un hecho que las condiciones deben de llevar una carga enorme de responsabilidad tanto de las autoridades de gobierno, de las autoridades de los centros educativos y también de los padres de familia que deben cumplir con el cuidado de sus hijos.

Estas acciones pueden en su momento mejorar las condiciones de regreso a clases de forma presencial, pero de forma responsable para evitar desgracias a nivel salubridad que puedan determinar una crisis sanitaria en el país.

De esta cuenta, si sus hijos ya están regresando de forma presencial a los colegios o escuelas debe estar informado y preparado, porque la pandemia no ha terminado, solo nos estamos adecuando a ella y con esto tratar de regresar a nuestra vida común antes de ella.

Las autoridades deben poner mucha atención a este fenómeno y deben de brindar las mejores condiciones posibles para este regreso y desde luego contar con los insumos necesarios para contrarrestar infecciones que puedan agravar las condiciones de pandemia en el país.

Las clases son importantes, los niños las necesitan, pero hacerlo con cautela en estos momentos es la mejor respuesta que podemos dar a un virus que llego para quedarse.

 

El reto de la nueva normalidad y el retorno a las aulas

Las clases son importantes, los niños las necesitan, pero hacerlo con cautela en estos momentos es la mejor respuesta que podemos dar a un virus que llego para quedarse.

Antonio Melgar |
16 de febrero, 2022

Mientras avanzamos al tercer año de la pandemia, las clases presenciales en los diferentes centros educativos empiezan a volver de manera gradual, aunque con cierto grado de preocupación pues los números de la pandemia muestran que el virus se mantiene y existe la duda de que tan preparadas estén las aulas que quedaron abandonadas por un largo período de tiempo.

Es un hecho que la condiciones del COVID-19 están latentes y que la variante OMICRON sigue infectando a muchas personas, en el mundo los contagios siguen en aumento, y claro que la sociedad la guatemalteca en particular está retomando sus actividades de forma “normal” desde mediados del año 2021.

Este regreso a clases paulatino nos lleva a cuestionar varios escenarios, el primero el acondicionamiento de los establecimientos que lo están haciendo, que deben por lógica estar supervisados por el ente regulador de la salud y con esto determinar la bioseguridad del mismo establecimiento.

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Segundo, que no exista hacinamiento en las aulas escolares y que estas cuenten con ambientes ventilados, y que las autoridades de cada centro de estudios estén conscientes de la necesidad que se tiene de tomar las medidas necesarias para evitar contagios a un nivel que si sea riesgoso.

También hay que considerar una condición que se debe tomar en cuenta para el regreso progresivo a clases y que radica en la capacidad del sistema de salud en la cantidad de pruebas que se puedan realizar y con esto actuar de manera preventiva.

La vacunación necesita también una campaña masiva entre los adolescentes para que el regreso a clase sea seguro y en las mejores condiciones, para todos es un hecho que las condiciones deben de llevar una carga enorme de responsabilidad tanto de las autoridades de gobierno, de las autoridades de los centros educativos y también de los padres de familia que deben cumplir con el cuidado de sus hijos.

Estas acciones pueden en su momento mejorar las condiciones de regreso a clases de forma presencial, pero de forma responsable para evitar desgracias a nivel salubridad que puedan determinar una crisis sanitaria en el país.

De esta cuenta, si sus hijos ya están regresando de forma presencial a los colegios o escuelas debe estar informado y preparado, porque la pandemia no ha terminado, solo nos estamos adecuando a ella y con esto tratar de regresar a nuestra vida común antes de ella.

Las autoridades deben poner mucha atención a este fenómeno y deben de brindar las mejores condiciones posibles para este regreso y desde luego contar con los insumos necesarios para contrarrestar infecciones que puedan agravar las condiciones de pandemia en el país.

Las clases son importantes, los niños las necesitan, pero hacerlo con cautela en estos momentos es la mejor respuesta que podemos dar a un virus que llego para quedarse.