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El Tuit de la Semana: el diputado Dávila se va al norte a dar las quejas

Aldo Dávila (foto: redes sociales)
Aquiles Falla
03 de diciembre, 2022

Esta semana estuvo algo lenta, como la anterior, por culpa del mundial.  La atención de los tuiteros estuvo puesta allí, salvo la breve alegría que causó el concierto en este país de Bad Bunny.  Pero más que el concierto, lo que divirtió fueron los tuits de unos y otros que agarraron berraquera por su estilo de música.  ¡Dejen al man tranquilo, hombre!

Pero como lo que acá gusta es el tuit político, el que pinta al tuitero como chistoso o como baboso, el premio no se lo lleva un tuit de futbol o sobre reggaetón; el premio al tuit más mamón de la semana se lo ganó el diputado guatemalteco Aldo Dávila que aparte de ir de quejoso a la capital de los Estados Unidos, seguro se fue de recocha con sus parceros allá, muchos de ellos comparten sus gustos, me cuentan.

El diputado Dávila puso este tuit, primero de varios que van en la misma línea:

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Como dice, Dávila se fue a quejar al norte que acá lo joden y no lo quieren, dice.  Me cuentan que le han metido varios… casos penales, antejuicios y quejas.  Pues el man no tiene sosiego, parece.  Entonces, agarró avión y se fue a quejar allá, de acá.  No contento con quejarse en el Departamento de Estado, también se quejó en la Organización de Estados Americanos, y en los Bancos Interamericano de Desarrollo y Banco Mundial.  Ya que está por allá, podría dar el tirón a Nueva York y quejarse también en las Naciones Unidas.  

El quejoso Dávila se juntó con Todd Robinson, funcionario del Departamento de Estado y coyote de la misma loma.  Además, son muy parecidos ellos ¡a que sí!  La cosa es que como no encuentra acá lo que busca, Dávila va a Washington a conseguir la satisfacción que quiere.  Él quiere que no lo molesten, que lo dejen tranquilo mientras él insulta y ataca acá.  ¡Qué chimba!

Algunos se burlaron del diputado, que se identifica como de izquierda, porque es como un poco contradictorio que vaya a pedir cacao a los Estados Unidos, cuando precisamente en este país han tenido una triste historia de intervencionismo.  Me refiero a cuando los gringos botaron al gobierno del presidente Jacobo Árbenz, el tótem de la izquierda chapina.  Qué triste que los políticos no sean consecuentes, pero eso también pasa en mi país, como en el resto de Suramérica.  Todos buscan solamente su beneficio.  

Claro, se queja de que es persecución, como todos los políticos que son señalados por cosas que hacen. Si mañana, desde el norte, sancionan al presidente Giammattei o a su cercano colaborador a quien le dicen Miguelito, ellos también dirán que los persiguen injustamente.  Curioso que Dávila, Giammattei y Miguielito, los tres, tienen también eso en común.  Digo también, porque comparten otras cosas.  Aficiones, digamos.  Uno ya no entiende, entonces, por qué se pelean.  Ojalá resuelvan sus diferencias, pero mientras tanto, el diputado Dávila se ganó el premio del Tuit de la Semana, por ese tan quejoso y baboso de irse a quejar de que acá le dan hasta por debajo de la lengua.  El diputado Dávila fue a dar papaya allá al norte, y quién sabe qué más. 

Eso sí, allá muy juicioso y no gritando como lo hace acá.  El gesto de la foto que encontré para este artículo es el que debió de ir a hacer allá. 

El Tuit de la Semana: el diputado Dávila se va al norte a dar las quejas

Aldo Dávila (foto: redes sociales)
Aquiles Falla
03 de diciembre, 2022

Esta semana estuvo algo lenta, como la anterior, por culpa del mundial.  La atención de los tuiteros estuvo puesta allí, salvo la breve alegría que causó el concierto en este país de Bad Bunny.  Pero más que el concierto, lo que divirtió fueron los tuits de unos y otros que agarraron berraquera por su estilo de música.  ¡Dejen al man tranquilo, hombre!

Pero como lo que acá gusta es el tuit político, el que pinta al tuitero como chistoso o como baboso, el premio no se lo lleva un tuit de futbol o sobre reggaetón; el premio al tuit más mamón de la semana se lo ganó el diputado guatemalteco Aldo Dávila que aparte de ir de quejoso a la capital de los Estados Unidos, seguro se fue de recocha con sus parceros allá, muchos de ellos comparten sus gustos, me cuentan.

El diputado Dávila puso este tuit, primero de varios que van en la misma línea:

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Como dice, Dávila se fue a quejar al norte que acá lo joden y no lo quieren, dice.  Me cuentan que le han metido varios… casos penales, antejuicios y quejas.  Pues el man no tiene sosiego, parece.  Entonces, agarró avión y se fue a quejar allá, de acá.  No contento con quejarse en el Departamento de Estado, también se quejó en la Organización de Estados Americanos, y en los Bancos Interamericano de Desarrollo y Banco Mundial.  Ya que está por allá, podría dar el tirón a Nueva York y quejarse también en las Naciones Unidas.  

El quejoso Dávila se juntó con Todd Robinson, funcionario del Departamento de Estado y coyote de la misma loma.  Además, son muy parecidos ellos ¡a que sí!  La cosa es que como no encuentra acá lo que busca, Dávila va a Washington a conseguir la satisfacción que quiere.  Él quiere que no lo molesten, que lo dejen tranquilo mientras él insulta y ataca acá.  ¡Qué chimba!

Algunos se burlaron del diputado, que se identifica como de izquierda, porque es como un poco contradictorio que vaya a pedir cacao a los Estados Unidos, cuando precisamente en este país han tenido una triste historia de intervencionismo.  Me refiero a cuando los gringos botaron al gobierno del presidente Jacobo Árbenz, el tótem de la izquierda chapina.  Qué triste que los políticos no sean consecuentes, pero eso también pasa en mi país, como en el resto de Suramérica.  Todos buscan solamente su beneficio.  

Claro, se queja de que es persecución, como todos los políticos que son señalados por cosas que hacen. Si mañana, desde el norte, sancionan al presidente Giammattei o a su cercano colaborador a quien le dicen Miguelito, ellos también dirán que los persiguen injustamente.  Curioso que Dávila, Giammattei y Miguielito, los tres, tienen también eso en común.  Digo también, porque comparten otras cosas.  Aficiones, digamos.  Uno ya no entiende, entonces, por qué se pelean.  Ojalá resuelvan sus diferencias, pero mientras tanto, el diputado Dávila se ganó el premio del Tuit de la Semana, por ese tan quejoso y baboso de irse a quejar de que acá le dan hasta por debajo de la lengua.  El diputado Dávila fue a dar papaya allá al norte, y quién sabe qué más. 

Eso sí, allá muy juicioso y no gritando como lo hace acá.  El gesto de la foto que encontré para este artículo es el que debió de ir a hacer allá.