Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Escasez

La peor escasez no es de alimentos, cuadernos, caminos o agua potable. Es la falta de honestidad por parte de los políticos.

.
Carolina Castellanos |
17 de marzo, 2023

Thomas Sowell escribió lo siguiente: “la primera lección de economía es la escasez. Nunca hay suficiente de nada para satisfacer a todos los que quieren. La primera lección de la política es ignorar la primera lección de la economía”.

De esta aseveración, que no deja ninguna duda, es de donde se agarran los candidatos para ofrecer “el oro y el moro”, como reza el viejo refrán. La cantidad de ofrecimientos en cada mitin político es incuantificable. Sabemos, sin lugar a dudas, que es un “rosario” de mentiras. 

Nunca habrá suficiente para satisfacer todo para todos. Eso lo sabemos usted y yo. Aún si cayera oro del cielo, no alcanzaría pues, como seres humanos, cada vez queremos más, especialmente cuando las necesidades son muy grandes y apremiantes.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

¿Qué sucedería si los candidatos dijeran la verdad? Podrían decir que no es posible darles todo lo que queremos los guatemaltecos pero que sí se puede priorizar de acuerdo a las necesidades específicas de cada municipio y departamento de Guatemala. En unos será la desnutrición, en otros la infraestructura vial y en todos será acceso a salud y educación de mejor calidad.

La peor escasez no es de alimentos, cuadernos, caminos o agua potable. Es la falta de honestidad por parte de los políticos. Va acompañada de escasez de planes realistas para resolver lo más apremiante. Peor aún, en la “clase política” hay escasez de cerebros que de verdad piensen, aterricen y ejecuten con eficiencia. Por supuesto que hay buenas excepciones en esta aseveración. No me atrevo a decir cuántas. 

También hay escasez de involucramiento de buenas personas, inteligentes, honestas y con excelentes ideas, acompañadas de planes realistas para implementarlas. Con un sistema de elección tan lleno de deficiencias y abierto a trampas, además del desprestigio que significa estar en un cargo público, hacen que los mejores guatemaltecos sigan en sus empresas y actividades profesionales. El costo de estar en un cargo público es demasiado alto.

Reiteradamente he hablado de la necesidad de reducir el tamaño de ese monstruo de mil cabezas llamado gobierno. Nadie se atreve a decir que nunca habrá suficientes recursos para satisfacer todas las necesidades, que cada vez son más grandes y profundas. No dirán que el gobierno nunca tendrá la capacidad de resolverlo todo y que tampoco tiene la obligación de hacerlo. Le toca crear las condiciones para que haya inversión, con la consecuente generación de empleos, la facilitación del comercio y la reducción de tanta tramitología, requisitos y trabas para obtener un permiso, una licencia o cualquier otra cosa.

La mayor escasez es la visión a largo plazo de los que llegan a dirigir los destinos de nuestra Guate.

Por cuatro años se limitan a salir del paso. Llegarán los nuevos, con la misma escasez. Nuestra Guate no puede vivir y desarrollarse “de cuatro en cuatro”.

Escasez

La peor escasez no es de alimentos, cuadernos, caminos o agua potable. Es la falta de honestidad por parte de los políticos.

Carolina Castellanos |
17 de marzo, 2023
.

Thomas Sowell escribió lo siguiente: “la primera lección de economía es la escasez. Nunca hay suficiente de nada para satisfacer a todos los que quieren. La primera lección de la política es ignorar la primera lección de la economía”.

De esta aseveración, que no deja ninguna duda, es de donde se agarran los candidatos para ofrecer “el oro y el moro”, como reza el viejo refrán. La cantidad de ofrecimientos en cada mitin político es incuantificable. Sabemos, sin lugar a dudas, que es un “rosario” de mentiras. 

Nunca habrá suficiente para satisfacer todo para todos. Eso lo sabemos usted y yo. Aún si cayera oro del cielo, no alcanzaría pues, como seres humanos, cada vez queremos más, especialmente cuando las necesidades son muy grandes y apremiantes.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

¿Qué sucedería si los candidatos dijeran la verdad? Podrían decir que no es posible darles todo lo que queremos los guatemaltecos pero que sí se puede priorizar de acuerdo a las necesidades específicas de cada municipio y departamento de Guatemala. En unos será la desnutrición, en otros la infraestructura vial y en todos será acceso a salud y educación de mejor calidad.

La peor escasez no es de alimentos, cuadernos, caminos o agua potable. Es la falta de honestidad por parte de los políticos. Va acompañada de escasez de planes realistas para resolver lo más apremiante. Peor aún, en la “clase política” hay escasez de cerebros que de verdad piensen, aterricen y ejecuten con eficiencia. Por supuesto que hay buenas excepciones en esta aseveración. No me atrevo a decir cuántas. 

También hay escasez de involucramiento de buenas personas, inteligentes, honestas y con excelentes ideas, acompañadas de planes realistas para implementarlas. Con un sistema de elección tan lleno de deficiencias y abierto a trampas, además del desprestigio que significa estar en un cargo público, hacen que los mejores guatemaltecos sigan en sus empresas y actividades profesionales. El costo de estar en un cargo público es demasiado alto.

Reiteradamente he hablado de la necesidad de reducir el tamaño de ese monstruo de mil cabezas llamado gobierno. Nadie se atreve a decir que nunca habrá suficientes recursos para satisfacer todas las necesidades, que cada vez son más grandes y profundas. No dirán que el gobierno nunca tendrá la capacidad de resolverlo todo y que tampoco tiene la obligación de hacerlo. Le toca crear las condiciones para que haya inversión, con la consecuente generación de empleos, la facilitación del comercio y la reducción de tanta tramitología, requisitos y trabas para obtener un permiso, una licencia o cualquier otra cosa.

La mayor escasez es la visión a largo plazo de los que llegan a dirigir los destinos de nuestra Guate.

Por cuatro años se limitan a salir del paso. Llegarán los nuevos, con la misma escasez. Nuestra Guate no puede vivir y desarrollarse “de cuatro en cuatro”.