Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Irán libre

Las mujeres persas dijeron “hasta aquí”, “ya basta”. Exigen se las trate como personas, como fines en sí mismas, como los seres racionales que son. Reclaman su derecho a autodeterminar como quieren vivir sus vidas. Rechazan esa supuesta moral heterónoma.

Irán
Warren Orbaugh |
26 de septiembre, 2022

Las mujeres de Irán, al fin cansadas de ser tratadas meramente como objetos o animales domésticos, se han levantado en contra del régimen teocrático islamista. Las persas buscan su libertad. Quieren, en vez de una República Islámica de Irán, un Irán libre, una Persia libre.

Y es importante aclarar que el término “República islámica” es una contradicción en términos. La “república” de res publicam o civitas, es un sistema de gobierno que defiende los derechos de los ciudadanos para que vivan en concordia, y el islam es una religión abrahámica monoteísta que viola los derechos de los ciudadanos sometiéndolos a la voluntad arbitraria de los imanes.

Es fundamental, así mismo, recordar que ser libre, es poder actuar según la propia autodeterminación al no estar a merced de la voluntad arbitraria de otro. Y acordarse que los persas perdieron su libertad en 1979, cuando los místicos fundamentalistas que pretendían derrocar al gobierno del sha, aprovecharon la oportunidad abierta por Jimmy Carter al retirarle su a poyo a Mohammad Reza Pahlevi. Establecieron una teocracia con el ayatolá Ruhollah Jomeini como su regente. Inmediatamente éste califico a los Estados Unidos de Norteamérica como régimen satánico y tomó la embajada estadounidense con su personal como rehenes. A partir de esa fecha los persas quedaron a merced de la voluntad arbitraria de los fanáticos religioso  que impulsan el terrorismo en el mundo libre.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Impusieron una supuesta moral que justifican diciendo que es mandato de Dios, llevando a un país civilizado de regreso a la barbarie. La religión sostiene que hay un Dios que exige fe y obediencia. Éste es el creador de la existencia y es todo poderoso (omnipotente), todo sapiente (omnisciente), “todo bondad”, fuente de toda verdad y hacedor de las leyes morales. Amparados en estas afirmaciones violan el derecho de las mujeres a su libertad negando que son seres racionales y por tanto que cada una es un fin en sí misma. Entre sus mandatos encontramos los siguientes:

«Trata a las mujeres bien porque son como animales domésticos…» [Tabari, IX:113]

Y dice que como a animales se las debe castigar pegándoles:

«Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres porque Alá los hizo superiores a ellas… Y de aquellas que temas desobediencia, amonéstalas y mándalas a camas aparte y pégales.» [Corán 4:34]

«Una mujer vino a Mahoma y le rogó que detuviera a su esposo de golpearla. Su piel estaba magullada tan mal que era descrita como más verde que el velo que vestía. Mahoma no amonestó a su marido, sino que le ordenó a ella retornar a él y someterse a sus deseos sexuales.» [Bukhari 72:715]

Y también les manda como deben vestir y les prohíbe bailar, cantar y mostrar su cabello en público:

 «Y di a las mujeres creyentes que deben reducir su visión y esconder sus partes privadas, y que no deben mostrar su belleza y adornos, excepto lo que sea visible por sí mismo, que deben colocar sus velos sobre su pecho y no mostrar su belleza, excepto a sus maridos …» [Santo Corán 24:30-31]

 Y no respetan la vida y libertad de gentiles como hemos visto con los ataques a periodistas europeos, y con comentarios como los de Abi-Ishaq al Huwayni:

El imán salafista Abi-Ishaq al-Huwayni es uno de los predicadores estrella de la cadena egipcia Al-Nas TV, creada en 2006 por un millonario saudí. ¿Su propuesta para sacar a Egipto del estancamiento económico? Relanzar la yihad para capturar esclavos y apoderarse de bienes (el famoso tributo).

«Nos encontramos en la era de la yihad. La hora de la yihad ha llegado, y la yihad en el camino de Alá es un placer. Es un verdadero placer. Los compañeros del profeta se emulaban los unos a los otros practicando la yihad. ¿La pobreza que nos castiga acaso no es debida a nuestro abandono de la yihad? Pero si lleváramos dos o tres operaciones de yihad cada año, muchas personas en todo el mundo se harían musulmanes. Combatiríamos a los que rechazan el proselitismo o quisieran ponernos obstáculos, los haríamos prisioneros, confiscaríamos sus bienes, sus hijos y sus mujeres. Todo eso representa mucho dinero. El muyahidín volvería de la yihad con los bolsillos llenos. Volvería con tres o cuatro esclavos, tres o cuatro mujeres y tres o cuatro hijos. Multiplicad 300 dirhams o 300 dinares por cabeza, y tendréis un excelente beneficio. Si este muyahidín fuera a Occidente y concluyera una transacción comercial, no ganaría mucho dinero. Cada vez que encontrara dificultades financieras, podría vender un prisionero y atenuar sus dificultades. Vendería el prisionero como se vende cualquier producto en un almacén». XI. 2012.

Y la vida de las personas no vale nada para estos místicos salvajes. Promueven el matrimonio de adultos y hasta ancianos con niñas. Al estallar la guerra, en septiembre de 1980, contra Irak, Jomeini envió niños al frente de sus tropas para que limpiaran el camino detonando las minas dejadas por el enemigo. Y toleran que los esposos desfiguren con ácido a sus mujeres como castigo por desobediencia. Y para imponer su inmoral “moral” crearon la policía de la moral, que azota a las mujeres en la calle cuando juzgan que no se someten a los mandatos arbitrarios.

Y, cómo no van a ser arbitrarios, si hay cientos de religiones, y cada una afirma ser la verdadera; cada una niega la validez de las otras; cada una asevera basarse en la “verdadera” palabra de Dios; y cada una dice que Dios dijo algo diferente de lo que las otras dicen que dijo.

¿Por qué no puede alguna religión convencer a las otras de su “verdad” divina?

Porque ninguna puede mostrar evidencia racional que soporte alguna de sus aserciones. Y dado el método por el que las religiones llegan a la “verdad”, ninguna puede tampoco, justificar demandar tal evidencia de las otras. Y es que la religión se basa explícitamente, no en la razón que requiere evidencia y lógica, sino que, en la fe, que es la aceptación de ideas en ausencia de evidencia y contrarias a la lógica.

Las religiones tampoco pueden justificar demandar el auto sacrificio, el sufrimiento, la mortificación, la renuncia al interés propio, a los sueños, a renunciar a la propia felicidad –pues los sueños quedan por siempre irrealizados. La justificación requiere objetividad, es decir, evidencia y razonamiento lógico, no fe. No pueden ni siquiera mostrar evidencia de la existencia de Dios, ya sea de uno o de varios. Y si no puede hacer esto, ¿cómo justificar el auto sacrificio, el sufrimiento para servir a Dios?

Estos místicos no pueden justificar las razones que dan de por qué una persona debe ser moral, al haber abandonado la razón y la objetividad. Sus mandatos basados en la fe son totalmente arbitrarios. Y su vorágine de abusos por fin colmó a la población. El detonante fue el asesinato de la joven Masha Amini por agentes de la policía de la moral, quienes le propinaron una brutal golpiza. ¿Su delito? Llevar mal puesto el velo y mostrar unas trenzas de pelo.

 Las mujeres persas dijeron “hasta aquí”, “ya basta”. Exigen se las trate como personas, como fines en sí mismas, como los seres racionales que son. Reclaman su derecho a autodeterminar como quieren vivir sus vidas. Rechazan esa supuesta moral heterónoma.

El régimen tirano y homicida esta tratando de sobrevivir de la única manera que conoce: asesinando a quienes exigen su derecho a vivir. Pero el pueblo se ha levantado y sinceramente espero que tengan éxito.

¡Qué viva un Irán libre!

Irán libre

Las mujeres persas dijeron “hasta aquí”, “ya basta”. Exigen se las trate como personas, como fines en sí mismas, como los seres racionales que son. Reclaman su derecho a autodeterminar como quieren vivir sus vidas. Rechazan esa supuesta moral heterónoma.

Warren Orbaugh |
26 de septiembre, 2022
Irán

Las mujeres de Irán, al fin cansadas de ser tratadas meramente como objetos o animales domésticos, se han levantado en contra del régimen teocrático islamista. Las persas buscan su libertad. Quieren, en vez de una República Islámica de Irán, un Irán libre, una Persia libre.

Y es importante aclarar que el término “República islámica” es una contradicción en términos. La “república” de res publicam o civitas, es un sistema de gobierno que defiende los derechos de los ciudadanos para que vivan en concordia, y el islam es una religión abrahámica monoteísta que viola los derechos de los ciudadanos sometiéndolos a la voluntad arbitraria de los imanes.

Es fundamental, así mismo, recordar que ser libre, es poder actuar según la propia autodeterminación al no estar a merced de la voluntad arbitraria de otro. Y acordarse que los persas perdieron su libertad en 1979, cuando los místicos fundamentalistas que pretendían derrocar al gobierno del sha, aprovecharon la oportunidad abierta por Jimmy Carter al retirarle su a poyo a Mohammad Reza Pahlevi. Establecieron una teocracia con el ayatolá Ruhollah Jomeini como su regente. Inmediatamente éste califico a los Estados Unidos de Norteamérica como régimen satánico y tomó la embajada estadounidense con su personal como rehenes. A partir de esa fecha los persas quedaron a merced de la voluntad arbitraria de los fanáticos religioso  que impulsan el terrorismo en el mundo libre.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Impusieron una supuesta moral que justifican diciendo que es mandato de Dios, llevando a un país civilizado de regreso a la barbarie. La religión sostiene que hay un Dios que exige fe y obediencia. Éste es el creador de la existencia y es todo poderoso (omnipotente), todo sapiente (omnisciente), “todo bondad”, fuente de toda verdad y hacedor de las leyes morales. Amparados en estas afirmaciones violan el derecho de las mujeres a su libertad negando que son seres racionales y por tanto que cada una es un fin en sí misma. Entre sus mandatos encontramos los siguientes:

«Trata a las mujeres bien porque son como animales domésticos…» [Tabari, IX:113]

Y dice que como a animales se las debe castigar pegándoles:

«Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres porque Alá los hizo superiores a ellas… Y de aquellas que temas desobediencia, amonéstalas y mándalas a camas aparte y pégales.» [Corán 4:34]

«Una mujer vino a Mahoma y le rogó que detuviera a su esposo de golpearla. Su piel estaba magullada tan mal que era descrita como más verde que el velo que vestía. Mahoma no amonestó a su marido, sino que le ordenó a ella retornar a él y someterse a sus deseos sexuales.» [Bukhari 72:715]

Y también les manda como deben vestir y les prohíbe bailar, cantar y mostrar su cabello en público:

 «Y di a las mujeres creyentes que deben reducir su visión y esconder sus partes privadas, y que no deben mostrar su belleza y adornos, excepto lo que sea visible por sí mismo, que deben colocar sus velos sobre su pecho y no mostrar su belleza, excepto a sus maridos …» [Santo Corán 24:30-31]

 Y no respetan la vida y libertad de gentiles como hemos visto con los ataques a periodistas europeos, y con comentarios como los de Abi-Ishaq al Huwayni:

El imán salafista Abi-Ishaq al-Huwayni es uno de los predicadores estrella de la cadena egipcia Al-Nas TV, creada en 2006 por un millonario saudí. ¿Su propuesta para sacar a Egipto del estancamiento económico? Relanzar la yihad para capturar esclavos y apoderarse de bienes (el famoso tributo).

«Nos encontramos en la era de la yihad. La hora de la yihad ha llegado, y la yihad en el camino de Alá es un placer. Es un verdadero placer. Los compañeros del profeta se emulaban los unos a los otros practicando la yihad. ¿La pobreza que nos castiga acaso no es debida a nuestro abandono de la yihad? Pero si lleváramos dos o tres operaciones de yihad cada año, muchas personas en todo el mundo se harían musulmanes. Combatiríamos a los que rechazan el proselitismo o quisieran ponernos obstáculos, los haríamos prisioneros, confiscaríamos sus bienes, sus hijos y sus mujeres. Todo eso representa mucho dinero. El muyahidín volvería de la yihad con los bolsillos llenos. Volvería con tres o cuatro esclavos, tres o cuatro mujeres y tres o cuatro hijos. Multiplicad 300 dirhams o 300 dinares por cabeza, y tendréis un excelente beneficio. Si este muyahidín fuera a Occidente y concluyera una transacción comercial, no ganaría mucho dinero. Cada vez que encontrara dificultades financieras, podría vender un prisionero y atenuar sus dificultades. Vendería el prisionero como se vende cualquier producto en un almacén». XI. 2012.

Y la vida de las personas no vale nada para estos místicos salvajes. Promueven el matrimonio de adultos y hasta ancianos con niñas. Al estallar la guerra, en septiembre de 1980, contra Irak, Jomeini envió niños al frente de sus tropas para que limpiaran el camino detonando las minas dejadas por el enemigo. Y toleran que los esposos desfiguren con ácido a sus mujeres como castigo por desobediencia. Y para imponer su inmoral “moral” crearon la policía de la moral, que azota a las mujeres en la calle cuando juzgan que no se someten a los mandatos arbitrarios.

Y, cómo no van a ser arbitrarios, si hay cientos de religiones, y cada una afirma ser la verdadera; cada una niega la validez de las otras; cada una asevera basarse en la “verdadera” palabra de Dios; y cada una dice que Dios dijo algo diferente de lo que las otras dicen que dijo.

¿Por qué no puede alguna religión convencer a las otras de su “verdad” divina?

Porque ninguna puede mostrar evidencia racional que soporte alguna de sus aserciones. Y dado el método por el que las religiones llegan a la “verdad”, ninguna puede tampoco, justificar demandar tal evidencia de las otras. Y es que la religión se basa explícitamente, no en la razón que requiere evidencia y lógica, sino que, en la fe, que es la aceptación de ideas en ausencia de evidencia y contrarias a la lógica.

Las religiones tampoco pueden justificar demandar el auto sacrificio, el sufrimiento, la mortificación, la renuncia al interés propio, a los sueños, a renunciar a la propia felicidad –pues los sueños quedan por siempre irrealizados. La justificación requiere objetividad, es decir, evidencia y razonamiento lógico, no fe. No pueden ni siquiera mostrar evidencia de la existencia de Dios, ya sea de uno o de varios. Y si no puede hacer esto, ¿cómo justificar el auto sacrificio, el sufrimiento para servir a Dios?

Estos místicos no pueden justificar las razones que dan de por qué una persona debe ser moral, al haber abandonado la razón y la objetividad. Sus mandatos basados en la fe son totalmente arbitrarios. Y su vorágine de abusos por fin colmó a la población. El detonante fue el asesinato de la joven Masha Amini por agentes de la policía de la moral, quienes le propinaron una brutal golpiza. ¿Su delito? Llevar mal puesto el velo y mostrar unas trenzas de pelo.

 Las mujeres persas dijeron “hasta aquí”, “ya basta”. Exigen se las trate como personas, como fines en sí mismas, como los seres racionales que son. Reclaman su derecho a autodeterminar como quieren vivir sus vidas. Rechazan esa supuesta moral heterónoma.

El régimen tirano y homicida esta tratando de sobrevivir de la única manera que conoce: asesinando a quienes exigen su derecho a vivir. Pero el pueblo se ha levantado y sinceramente espero que tengan éxito.

¡Qué viva un Irán libre!