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La elección de Fiscal General, ya no se trata de calidades y cualidades sino de ideologías e intereses de grupos de poder

Tendremos que seguir muy de cerca todo este proceso y revisar los antecedentes de los candidatos para conocer de dónde vienen, cuál es su trayectoria, a qué grupos pertenece o ha pertenecido, dónde y para quiénes ha trabajado, cuál es su inclinación política, etc.

Jose Goubaud |
22 de febrero, 2022

Recordando los pasos que ya se cumplieron para elegir al Fiscal General por un nuevo período, como lo son la juramentación de los miembros de la Comisión de Postulación por el Congreso de la República, la definición de la famosa tabla de gradación para crear un perfil “idóneo” de candidatos. La realización de la convocatoria oficial, el establecimiento de las fechas para que los aspirantes hagan llegar sus expedientes que quedó estipulada del 11 al 21 de febrero y que se cumplió hace dos días. Faltaría todavía la revisión y evaluación de estas hojas de vida, para lo cual, la comisión cuenta con 21 días.

Es decir, del 22 de febrero al 14 de marzo, pasando este filtro, se recibirán los posibles impedimentos o tachas de candidatos que hayan llegado a esta fase y luego del 24 al 30 de marzo los aspirantes que hayan sido señalados deberán presentar sus pruebas de descargo para poder continuar en la contienda. Pero esto no finaliza allí, al terminar esta etapa, el 31 de marzo los candidatos que hayan podido demostrar que las acusaciones eran espurias, deberán someterse a una prueba psicométrica para que posteriormente del 1 al 5 de abril se les hagan las entrevistas individuales y luego del 6 al 8 de abril la comisión realice una última evaluación y así el 18 de abril poder presentar la nómina de los seis candidatos al Presidente de la República quien deberá elegir a uno de ellos, ¿qué le parece estimado lector?, un proceso de más de 3 meses para elegir a un Fiscal General.

En años anteriores, voces se han alzado opinando que es necesario implementar nuevas medidas, requisitos y procesos, para poder así, encontrar a la mejor persona para un puesto tan importante como es, el ser jefe del Ministerio Público, sin embargo, elección tras elección, las inconformidades por los candidatos electos se hacen escuchar una y otra vez y lo único que se ha logrado es crear un proceso burocrático tan ineficiente como absurdo. Cada nueva elección la aparición de “expertos” en programas de opinión, dan cuenta de las falencias del sistema, hablan de la urgencia de una justicia pronta y cumplida y de la necesidad de candidatos con honorabilidad reconocida, pero lo que no dicen, es que gracias a ese proceso que se expuso al inicio, son pocos los profesionales del Derecho que se interesan en participar en este tipo de selecciones políticas. 

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¿Pero quién los puede juzgar?, a pocos les interesa ser la carne de cañón de grupos ideológicos que buscan posicionar a su candidato destruyendo la imagen de otros a base de falsedades y señalamientos infundados, y cómo dice el viejo refrán, “a golpe dado no hay quite”. Rara vez, por no decir nunca, un profesional señalado de cualquier cosa negativa y que haya sido expuesto en medios de comunicación, logra convencer de su inocencia al gran público aunque demuestre que eran acusaciones falsas.  

Podemos recordar el caso del Licenciado Conrado Reyes, fuerte candidato a ocupar la silla de Fiscal General, y que se encontraba en la nómina de los 6 candidatos entregada al entonces Presidente Colom, que de repente fue acusado por la extinta CICIG de ser un representante de intereses obscuros, sin presentar una sola prueba, pero que por no ser del perfil ideológico que necesitaban fue avergonzado en su imagen y retirado del listado, y sin más, se seleccionó a la ahora ex Fiscal Claudia Paz y Paz, reconocida simpatizante de grupos progresistas.

El Licenciado Reyes hasta el día de hoy no ha logrado limpiar su imagen ante la población, de igual forma, otros candidatos han pasado por el mismo calvario, algunos grupos denominados de la sociedad civil u organizaciones sociales, al ver que sus candidatos no levantan o carecen del apoyo político y social, inician las campañas de desprestigio y la presentación de tachas a figuras que ven como su enemigo ideológico, de igual forma, presentan inconstitucionalidades cuando ven que sus figuras quedan fuera del proceso en un intento de lograr que sean admitidos de nuevo dentro de la nómina de postulantes.

No se tiene que ser un erudito en materia política para darse cuenta del por qué los candidatos esperan hasta el último momento para ingresar su expediente ante la Comisión, pues es tan simple como querer atrasar lo más posible ese paso amargo de enfrentarse a imputaciones que destrozan la dignidad y que tienen como único fin, posicionar a figuras simpatizantes de uno u otro grupo que aunque no cumplan con los requisitos de profesionales de altura, trayectoria y reconocimiento, si sean del agrado político e ideológico de algún sector. Tendremos que seguir muy de cerca todo este proceso y revisar los antecedentes de los candidatos para conocer de dónde vienen, cuál es su trayectoria, a qué grupos pertenece o ha pertenecido, dónde y para quiénes ha trabajado, cuál es su inclinación política, etc.

, y de esta forma señalar cualquier desinformación que se diga de ellos, así mismo, estar pendientes de qué medios de comunicación o plataformas sociales trasladan noticias sin tener plena seguridad de su veracidad para ir desenmascarando a los verdaderos corruptos del país.

La elección de Fiscal General, ya no se trata de calidades y cualidades sino de ideologías e intereses de grupos de poder

Tendremos que seguir muy de cerca todo este proceso y revisar los antecedentes de los candidatos para conocer de dónde vienen, cuál es su trayectoria, a qué grupos pertenece o ha pertenecido, dónde y para quiénes ha trabajado, cuál es su inclinación política, etc.

Jose Goubaud |
22 de febrero, 2022

Recordando los pasos que ya se cumplieron para elegir al Fiscal General por un nuevo período, como lo son la juramentación de los miembros de la Comisión de Postulación por el Congreso de la República, la definición de la famosa tabla de gradación para crear un perfil “idóneo” de candidatos. La realización de la convocatoria oficial, el establecimiento de las fechas para que los aspirantes hagan llegar sus expedientes que quedó estipulada del 11 al 21 de febrero y que se cumplió hace dos días. Faltaría todavía la revisión y evaluación de estas hojas de vida, para lo cual, la comisión cuenta con 21 días.

Es decir, del 22 de febrero al 14 de marzo, pasando este filtro, se recibirán los posibles impedimentos o tachas de candidatos que hayan llegado a esta fase y luego del 24 al 30 de marzo los aspirantes que hayan sido señalados deberán presentar sus pruebas de descargo para poder continuar en la contienda. Pero esto no finaliza allí, al terminar esta etapa, el 31 de marzo los candidatos que hayan podido demostrar que las acusaciones eran espurias, deberán someterse a una prueba psicométrica para que posteriormente del 1 al 5 de abril se les hagan las entrevistas individuales y luego del 6 al 8 de abril la comisión realice una última evaluación y así el 18 de abril poder presentar la nómina de los seis candidatos al Presidente de la República quien deberá elegir a uno de ellos, ¿qué le parece estimado lector?, un proceso de más de 3 meses para elegir a un Fiscal General.

En años anteriores, voces se han alzado opinando que es necesario implementar nuevas medidas, requisitos y procesos, para poder así, encontrar a la mejor persona para un puesto tan importante como es, el ser jefe del Ministerio Público, sin embargo, elección tras elección, las inconformidades por los candidatos electos se hacen escuchar una y otra vez y lo único que se ha logrado es crear un proceso burocrático tan ineficiente como absurdo. Cada nueva elección la aparición de “expertos” en programas de opinión, dan cuenta de las falencias del sistema, hablan de la urgencia de una justicia pronta y cumplida y de la necesidad de candidatos con honorabilidad reconocida, pero lo que no dicen, es que gracias a ese proceso que se expuso al inicio, son pocos los profesionales del Derecho que se interesan en participar en este tipo de selecciones políticas. 

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¿Pero quién los puede juzgar?, a pocos les interesa ser la carne de cañón de grupos ideológicos que buscan posicionar a su candidato destruyendo la imagen de otros a base de falsedades y señalamientos infundados, y cómo dice el viejo refrán, “a golpe dado no hay quite”. Rara vez, por no decir nunca, un profesional señalado de cualquier cosa negativa y que haya sido expuesto en medios de comunicación, logra convencer de su inocencia al gran público aunque demuestre que eran acusaciones falsas.  

Podemos recordar el caso del Licenciado Conrado Reyes, fuerte candidato a ocupar la silla de Fiscal General, y que se encontraba en la nómina de los 6 candidatos entregada al entonces Presidente Colom, que de repente fue acusado por la extinta CICIG de ser un representante de intereses obscuros, sin presentar una sola prueba, pero que por no ser del perfil ideológico que necesitaban fue avergonzado en su imagen y retirado del listado, y sin más, se seleccionó a la ahora ex Fiscal Claudia Paz y Paz, reconocida simpatizante de grupos progresistas.

El Licenciado Reyes hasta el día de hoy no ha logrado limpiar su imagen ante la población, de igual forma, otros candidatos han pasado por el mismo calvario, algunos grupos denominados de la sociedad civil u organizaciones sociales, al ver que sus candidatos no levantan o carecen del apoyo político y social, inician las campañas de desprestigio y la presentación de tachas a figuras que ven como su enemigo ideológico, de igual forma, presentan inconstitucionalidades cuando ven que sus figuras quedan fuera del proceso en un intento de lograr que sean admitidos de nuevo dentro de la nómina de postulantes.

No se tiene que ser un erudito en materia política para darse cuenta del por qué los candidatos esperan hasta el último momento para ingresar su expediente ante la Comisión, pues es tan simple como querer atrasar lo más posible ese paso amargo de enfrentarse a imputaciones que destrozan la dignidad y que tienen como único fin, posicionar a figuras simpatizantes de uno u otro grupo que aunque no cumplan con los requisitos de profesionales de altura, trayectoria y reconocimiento, si sean del agrado político e ideológico de algún sector. Tendremos que seguir muy de cerca todo este proceso y revisar los antecedentes de los candidatos para conocer de dónde vienen, cuál es su trayectoria, a qué grupos pertenece o ha pertenecido, dónde y para quiénes ha trabajado, cuál es su inclinación política, etc.

, y de esta forma señalar cualquier desinformación que se diga de ellos, así mismo, estar pendientes de qué medios de comunicación o plataformas sociales trasladan noticias sin tener plena seguridad de su veracidad para ir desenmascarando a los verdaderos corruptos del país.