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La inflación ahoga a los ciudadanos

La inflación no es por “causa” de la guerra, del petróleo o del gas. Los socialistas confunden causas con consecuencias

Daniel Lacalle |
02 de mayo, 2022

La inflación en España no es “70% culpa de Putin”. El gobierno usa la excusa de la “isla energética” cuando en el caso particular de la guerra es una ventaja ya que España no importa casi gas ruso, tiene mayor capacidad de regasificación y suministradores más diversificados que Alemania, Holanda o Austria.

La inflación total y subyacente de España es mucho mayor a la de nuestros socios, incluido Portugal. La inflación en España es un 17% más alta que en Portugal que está en la misma “isla energética” y la subyacente, además, es un 29% más alta que en Alemania, la economía más afectada por la invasión de Ucrania.

La inflación no es por “causa” de la guerra, del petróleo o del gas. Los socialistas confunden causas con consecuencias. La guerra, el petróleo o el gas pueden hacer que suba un precio o dos, pero no todos a la vez ni de manera continuada si la cantidad de dinero es la misma. De hecho, si la cantidad de dinero en la economía fuera la misma, el precio de otros bienes se desplomaría al subir el gas o petróleo.

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La inflación subyacente –la que excluye el precio de energía y alimentos- se ha multiplicado por siete desde julio de 2021, y ha vuelto a subir en abril al 4,4%. Una inflación subyacente así y un IPC total de 8,4% significa que los precios de los bienes y servicios no reemplazables, los que consumimos cada día, han aumentado entre un 20% y un 30%.

La inflación es el impuesto de los pobres y el gran factor de diferencia en subida de precios entre España y otros países de la eurozona con la misma moneda y similares riesgos es que entre 2020 y 2021 el gobierno de España ha sido, con diferencia, el mayor consumidor de reservas monetarias de la eurozona. Es decir, mucha mayor cantidad de dinero a activos relativamente escasos.

En 2020, el mayor déficit de la Unión Europea, un 11% del PIB, 115.200 millones de euros. El mayor consumo de reservas y estímulo monetario de toda la eurozona. En 2021, un déficit adicional de 82.800 millones de euros, con mucho mayor consumo adicional de emisión monetaria del BCE. El gobierno de España consumió casi 200.000 millones de inyección monetaria, la cifra más alta de las economías comparables de la eurozona, y todo ese déficit fue monetizado ya que el Banco Central Europeo compró el 100% de las emisiones netas.

Todo esto es relevante porque el plan anti-crisis presentado por el gobierno empeora el déficit estructural y el factor de consumo de reservas monetarias masivamente.

Lo que más genera inflación es disparar el gasto público financiado con deuda, y el plan entero aprobado el jueves aumenta el gasto en más de 10.000 mil millones de euros incluida una más que sorprendente partida de 1.200 millones para “Igualdad”.

Bajar impuestos hoy, al contrario de lo que dice el gobierno, no aumenta la inflación ya que es la misma cantidad de dinero pero en manos del que lo gana, que puede ahorrar una parte si se lo permite la gravedad de la situación. Por ello, la propuesta de deflactar los impuestos a la inflación no debería ser debate, sino norma. No puede ser ni temporal ni selectiva, sino general. Deflactar no es bajar impuestos, pero no deflactarlos sí es subirlos.

Solo con medidas de oferta se va a combatir la inflación y a la vez fortalecer la economía. Las mal diseñadas políticas de demanda son las que han hundido las perspectivas de España aún más.

La inflación ahoga a los ciudadanos

La inflación no es por “causa” de la guerra, del petróleo o del gas. Los socialistas confunden causas con consecuencias

Daniel Lacalle |
02 de mayo, 2022

La inflación en España no es “70% culpa de Putin”. El gobierno usa la excusa de la “isla energética” cuando en el caso particular de la guerra es una ventaja ya que España no importa casi gas ruso, tiene mayor capacidad de regasificación y suministradores más diversificados que Alemania, Holanda o Austria.

La inflación total y subyacente de España es mucho mayor a la de nuestros socios, incluido Portugal. La inflación en España es un 17% más alta que en Portugal que está en la misma “isla energética” y la subyacente, además, es un 29% más alta que en Alemania, la economía más afectada por la invasión de Ucrania.

La inflación no es por “causa” de la guerra, del petróleo o del gas. Los socialistas confunden causas con consecuencias. La guerra, el petróleo o el gas pueden hacer que suba un precio o dos, pero no todos a la vez ni de manera continuada si la cantidad de dinero es la misma. De hecho, si la cantidad de dinero en la economía fuera la misma, el precio de otros bienes se desplomaría al subir el gas o petróleo.

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La inflación subyacente –la que excluye el precio de energía y alimentos- se ha multiplicado por siete desde julio de 2021, y ha vuelto a subir en abril al 4,4%. Una inflación subyacente así y un IPC total de 8,4% significa que los precios de los bienes y servicios no reemplazables, los que consumimos cada día, han aumentado entre un 20% y un 30%.

La inflación es el impuesto de los pobres y el gran factor de diferencia en subida de precios entre España y otros países de la eurozona con la misma moneda y similares riesgos es que entre 2020 y 2021 el gobierno de España ha sido, con diferencia, el mayor consumidor de reservas monetarias de la eurozona. Es decir, mucha mayor cantidad de dinero a activos relativamente escasos.

En 2020, el mayor déficit de la Unión Europea, un 11% del PIB, 115.200 millones de euros. El mayor consumo de reservas y estímulo monetario de toda la eurozona. En 2021, un déficit adicional de 82.800 millones de euros, con mucho mayor consumo adicional de emisión monetaria del BCE. El gobierno de España consumió casi 200.000 millones de inyección monetaria, la cifra más alta de las economías comparables de la eurozona, y todo ese déficit fue monetizado ya que el Banco Central Europeo compró el 100% de las emisiones netas.

Todo esto es relevante porque el plan anti-crisis presentado por el gobierno empeora el déficit estructural y el factor de consumo de reservas monetarias masivamente.

Lo que más genera inflación es disparar el gasto público financiado con deuda, y el plan entero aprobado el jueves aumenta el gasto en más de 10.000 mil millones de euros incluida una más que sorprendente partida de 1.200 millones para “Igualdad”.

Bajar impuestos hoy, al contrario de lo que dice el gobierno, no aumenta la inflación ya que es la misma cantidad de dinero pero en manos del que lo gana, que puede ahorrar una parte si se lo permite la gravedad de la situación. Por ello, la propuesta de deflactar los impuestos a la inflación no debería ser debate, sino norma. No puede ser ni temporal ni selectiva, sino general. Deflactar no es bajar impuestos, pero no deflactarlos sí es subirlos.

Solo con medidas de oferta se va a combatir la inflación y a la vez fortalecer la economía. Las mal diseñadas políticas de demanda son las que han hundido las perspectivas de España aún más.