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La multiplicidad en el aprendizaje

El resultado de ese experimento es una metodología que permite la auto organización del conocimiento a través de una educación mínimamente invasiva (termino del creador de la metodología).

Diana Brown |
22 de febrero, 2022

El aprendizaje es un proceso multi: multi propósito, multi disciplinario, multi participante, multi integrante, multi pedagógico, multi plataforma en la nube, multi material didáctico y aun mas “multi”s.

Inmersos en esa multiplicidad, hay tres elementos individuales, ejes que sobresalen: el alumno, el docente, y el material educativo. El alumno es el centro del proceso del desarrollo; hacia él se enfoca el docente, con las herramientas y los elementos necesarios de apoyo, el material didáctico. Pero indistinto de todos los apoyos didácticos posibles, el impulsor del proceso educativo es el docente, su habilidad de provocar curiosidad y búsqueda; su talento de demostrar lógica en el desarrollo de procedimientos, estructuras y proposiciones. Su vocación visible, en la entrega sobresaliente, fuera de horarios, dando lo suyo con el afán de que el aprendiz llegue a la comprensión del cómo y del porqué, para luego crear una perspectiva propia y continuar perfeccionándose en el proceso.

¿Quién no ha tenido un docente que lo haya impresionado? Una frase suya demostró la belleza de la significancia del aprendizaje, y contagió una insaciable curiosidad por saber mas; un docente que no proveyó las respuestas, sino que sugirió las rutas del encuentro de nuevos saberes, de respuesta a inquietudes no resueltas.

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Los apoyos didácticos son de gran ayuda, valga la redundancia, y apoyo. Los textos escolares permiten la continuidad académica fuera del aula, y de igual manera, los soportes tecnológicos, como dispositivos electrónicos, computadoras, o pórtateles o de escritorio, y estas herramientas que conducen a la nube de la virtualidad, provocan el cuestionamiento, que es uno de los mas grandes propósitos de la educación, dudar  y responder a la duda,  hacer constar que la teoría es correcta, o no, y así creciendo el alumno no solo en conocimiento, también en discernimiento, pensamiento critico y su desarrollo integral humano. 

¿Es necesario el texto? ¿No será una muleta, no apoyo, sino un sostén para continuar en lo estático? Se lleva a la memoria un docente africano, Profesor Richard Akoto, de Ghana, quien en una rustica aula, con pizarra de tiza, enseñó a su clase como era el teclado de una computadora, información de los tics, porque para poder ser promovido oficialmente, debieron de responder a preguntas puntuales sobre ellos. Sobre ese pizarrón dibuja varios aspectos de tecnología para que sus estudiantes primero, conocieran y luego aprendieran sobre la tecnología, sin una computadora ni un libro en frente. Nada mas que la determinación de ensenarles a sus alumnos lo que tenían que saber, y así aprendieron.  Su vocación se tornó viral, y cobró reconocimiento mundial. Su creatividad, su tenacidad, su vocación demostraron que la actitud y entrega del docente, es suficiente; y esos valores se tornan contagiosos con los alumnos, quienes responden con la misma determinación para el aprendizaje, con resultados exitosos.

Sin duda alguna, los textos escolares son importantes, pero, y este es un gran pero, mas importante aun, el docente. El experimento de Sugatra Mitra, “El agujero en la pared” demuestra que el alumno mismo puede ser la fuente del aprendizaje, que cuando aun este sin algo de apoyo directo un libro; en este ejemplo, la misma Internet fue el docente que estimuló la curiosidad, permitió  la presentación de las preguntas para que el mismo estudiante encuentre la respuesta, es su mentor y guía en el desarrollo del proceso educativo. El resultado de ese experimento es una metodología que permite la auto organización del conocimiento a través de una educación mínimamente invasiva (termino del creador de la metodología).

Citando del articulo “El papel del docente para el logro de un aprendizaje significativo” de Gómez Vahos, Muriel Muñoz, Lodoño-Vásquez los autores establecen que

“…el papel del docente para lograr un aprendizaje significativo, es salirse de ese esquema de educación bancaria, memorística y repetitiva, donde el estudiante debe responder ante situaciones propias de la clase y no de apropiaciones de su entorno sociocultural y familiar. De igual forma, el docente debe recurrir a estrategias didácticas dinámicas, creativas y con sentido activo que denoten la participación activa del sujeto en su proceso de aprendizaje y con ello dar solución a los interés y problemas que trae al sistema escolar como aprendizajes previos que deben ser reconstruidos

El texto apoya, los recursos amplían el alcance del aprendizaje, y forman parte del equipo múltiple de dinámicas variadas que también permiten ampliar las posibilidades de reflexión. El verdadero impulsor de la educación es el docente, con su portafolio de inspiración, curiosidad, preguntas poderosas, rutas de encuentro del aprendizaje, y la portentosa responsabilidad de presentar el abanico de opciones de búsqueda, fortaleciendo el desarrollo integral de la persona, el alumno. Extraordinario compromiso, extraordinaria entrega.

¡La educación es prioridad nacional!

La multiplicidad en el aprendizaje

El resultado de ese experimento es una metodología que permite la auto organización del conocimiento a través de una educación mínimamente invasiva (termino del creador de la metodología).

Diana Brown |
22 de febrero, 2022

El aprendizaje es un proceso multi: multi propósito, multi disciplinario, multi participante, multi integrante, multi pedagógico, multi plataforma en la nube, multi material didáctico y aun mas “multi”s.

Inmersos en esa multiplicidad, hay tres elementos individuales, ejes que sobresalen: el alumno, el docente, y el material educativo. El alumno es el centro del proceso del desarrollo; hacia él se enfoca el docente, con las herramientas y los elementos necesarios de apoyo, el material didáctico. Pero indistinto de todos los apoyos didácticos posibles, el impulsor del proceso educativo es el docente, su habilidad de provocar curiosidad y búsqueda; su talento de demostrar lógica en el desarrollo de procedimientos, estructuras y proposiciones. Su vocación visible, en la entrega sobresaliente, fuera de horarios, dando lo suyo con el afán de que el aprendiz llegue a la comprensión del cómo y del porqué, para luego crear una perspectiva propia y continuar perfeccionándose en el proceso.

¿Quién no ha tenido un docente que lo haya impresionado? Una frase suya demostró la belleza de la significancia del aprendizaje, y contagió una insaciable curiosidad por saber mas; un docente que no proveyó las respuestas, sino que sugirió las rutas del encuentro de nuevos saberes, de respuesta a inquietudes no resueltas.

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Los apoyos didácticos son de gran ayuda, valga la redundancia, y apoyo. Los textos escolares permiten la continuidad académica fuera del aula, y de igual manera, los soportes tecnológicos, como dispositivos electrónicos, computadoras, o pórtateles o de escritorio, y estas herramientas que conducen a la nube de la virtualidad, provocan el cuestionamiento, que es uno de los mas grandes propósitos de la educación, dudar  y responder a la duda,  hacer constar que la teoría es correcta, o no, y así creciendo el alumno no solo en conocimiento, también en discernimiento, pensamiento critico y su desarrollo integral humano. 

¿Es necesario el texto? ¿No será una muleta, no apoyo, sino un sostén para continuar en lo estático? Se lleva a la memoria un docente africano, Profesor Richard Akoto, de Ghana, quien en una rustica aula, con pizarra de tiza, enseñó a su clase como era el teclado de una computadora, información de los tics, porque para poder ser promovido oficialmente, debieron de responder a preguntas puntuales sobre ellos. Sobre ese pizarrón dibuja varios aspectos de tecnología para que sus estudiantes primero, conocieran y luego aprendieran sobre la tecnología, sin una computadora ni un libro en frente. Nada mas que la determinación de ensenarles a sus alumnos lo que tenían que saber, y así aprendieron.  Su vocación se tornó viral, y cobró reconocimiento mundial. Su creatividad, su tenacidad, su vocación demostraron que la actitud y entrega del docente, es suficiente; y esos valores se tornan contagiosos con los alumnos, quienes responden con la misma determinación para el aprendizaje, con resultados exitosos.

Sin duda alguna, los textos escolares son importantes, pero, y este es un gran pero, mas importante aun, el docente. El experimento de Sugatra Mitra, “El agujero en la pared” demuestra que el alumno mismo puede ser la fuente del aprendizaje, que cuando aun este sin algo de apoyo directo un libro; en este ejemplo, la misma Internet fue el docente que estimuló la curiosidad, permitió  la presentación de las preguntas para que el mismo estudiante encuentre la respuesta, es su mentor y guía en el desarrollo del proceso educativo. El resultado de ese experimento es una metodología que permite la auto organización del conocimiento a través de una educación mínimamente invasiva (termino del creador de la metodología).

Citando del articulo “El papel del docente para el logro de un aprendizaje significativo” de Gómez Vahos, Muriel Muñoz, Lodoño-Vásquez los autores establecen que

“…el papel del docente para lograr un aprendizaje significativo, es salirse de ese esquema de educación bancaria, memorística y repetitiva, donde el estudiante debe responder ante situaciones propias de la clase y no de apropiaciones de su entorno sociocultural y familiar. De igual forma, el docente debe recurrir a estrategias didácticas dinámicas, creativas y con sentido activo que denoten la participación activa del sujeto en su proceso de aprendizaje y con ello dar solución a los interés y problemas que trae al sistema escolar como aprendizajes previos que deben ser reconstruidos

El texto apoya, los recursos amplían el alcance del aprendizaje, y forman parte del equipo múltiple de dinámicas variadas que también permiten ampliar las posibilidades de reflexión. El verdadero impulsor de la educación es el docente, con su portafolio de inspiración, curiosidad, preguntas poderosas, rutas de encuentro del aprendizaje, y la portentosa responsabilidad de presentar el abanico de opciones de búsqueda, fortaleciendo el desarrollo integral de la persona, el alumno. Extraordinario compromiso, extraordinaria entrega.

¡La educación es prioridad nacional!