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La Navidad en Guatemala

Personas que por el COVID se mantuvieron, por diferentes razones, alejados de sus seres queridos, poco a poco están regresando a verse de nuevo

Jose Goubaud |
21 de diciembre, 2021

Esta será el segundo año que pasemos la época navideña en una nueva normalidad causada por el COVID-19; para muchos los retos han sido grandes, para otros las tristezas por el recuerdo de un familiar o amigo que partió antes de lo esperado han sido profundas, para los empresarios, emprendedores o trabajadores ha sido una obligación el reinventarse para salir adelante.

El aumento de la emigración irregular, deja cada vez más familias apartadas de sus seres queridos con el anhelo de volverse a encontrar más adelante, y sin embargo, la esperanza del guatemalteco rara vez decae. En charlas con amigos, familiares y compañeros de trabajo, se percibe el optimismo de la mayoría, desde los menos favorecidos hasta los más acomodados se puede sentir que esperan el nuevo año con expectación y esperanza de que será mejor que el que está finalizando.

La noticia del crecimiento económico que tuvo el país este 2021, ha despertado nuevos ímpetus en el sector empresarial, que en pocas palabras significa una posible generación de empleo y oportunidad de desarrollo para muchos en el año venidero.

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Los niños y niñas en edad escolar, se impacientan por regresar a estudiar y estar de nuevo en las aulas con sus compañeros, están molestos y cansados de la interacción a través de pantallas. Ellos son un porcentaje alto de la población que más ha sentido la separación y el encierro, y aunque no se conoce realmente el nivel de afectación que causaron en ellos las reglas absurdas de encierros y distanciamiento, se les ve motivados por la época navideña. Pareciera que ha quedado muy atrás ese sentimiento de aislamiento.

Personas que por el COVID se mantuvieron, por diferentes razones, alejados de sus seres queridos, poco a poco están regresando a verse de nuevo y tener ese contacto humano tan necesario para el alma, condición que a mi parecer se suma a ese sentimiento de esperanza. No me cabe duda que la época navideña tiene mucho que ver en esto y aunque ya no es la navidad de antaño que olía a manzanilla y pino, sí sigue siendo, para casi todos los guatemaltecos, el mensaje de la venida del hijo de Dios, lo cual, se evidencia a través de los nacimientos que se realizan con aserrines de llamativos colores en los hogares chapines.

La cena de esa noche con los tamales rojos y negros, son los más tradicionales en la mesa guatemalteca y aunque algunos han adoptado las costumbres culinarias de otras latitudes, en la casa de los guatemaltecos no falta un buen tamal con los tradicionales frijoles; de igual forma, las llamadas de larga distancia de los migrantes que sienten esa noche la lejanía y la nostalgia por su tierra, hacen colapsar los servicios telefónicos por querer contactar a sus seres queridos que han dejado atrás.

La quema de todo tipo de fuegos pirotécnicos que deja aquel olor a pólvora inconfundible, provoca una sensación de alegría y bienestar en todos, y aunque en muchos hogares, la navidad es sólo otro día más, es en esas moradas dónde la fe por la venida del hijo de Dios es mayor, no cabe duda que mi país y su gente son lo más maravilloso del mundo.

Como han podido observar, las festividades del 24 y 25 en Guatemala, contienen un sin número de costumbres y tradiciones, pero es la convivencia, lo que hace estas fechas tan importantes. es esa relación de unos con otros lo que nos hace a los chapines sentir estas celebraciones tan especiales, el cariño por la familia y los amigos, la empatía hacía el prójimo, el compartir lo poco que se tiene con el que no tiene nada, es característica del guatemalteco. Si usted tiene la oportunidad, pregúntele a cualquier turista y le responderá que Guatemala tiene muchas cosas bonitas, pero lo que más aprecian es el cariño de la gente.

Deseo a través de esta columna, hacer llegar el mensaje de esperanza, felicidad y paz para todos,  que en estas fechas logren estar unidos en familia y amigos, de igual forma,  les invito a apreciar cada día de vida que se nos regala, recordarles que la felicidad es una decisión y no la obtención de logros o el acumulamiento de bienes y que la paz en el corazón se logra a través de la unión con la familia y la fe en el todo poderoso.

Feliz navidad.

La Navidad en Guatemala

Personas que por el COVID se mantuvieron, por diferentes razones, alejados de sus seres queridos, poco a poco están regresando a verse de nuevo

Jose Goubaud |
21 de diciembre, 2021

Esta será el segundo año que pasemos la época navideña en una nueva normalidad causada por el COVID-19; para muchos los retos han sido grandes, para otros las tristezas por el recuerdo de un familiar o amigo que partió antes de lo esperado han sido profundas, para los empresarios, emprendedores o trabajadores ha sido una obligación el reinventarse para salir adelante.

El aumento de la emigración irregular, deja cada vez más familias apartadas de sus seres queridos con el anhelo de volverse a encontrar más adelante, y sin embargo, la esperanza del guatemalteco rara vez decae. En charlas con amigos, familiares y compañeros de trabajo, se percibe el optimismo de la mayoría, desde los menos favorecidos hasta los más acomodados se puede sentir que esperan el nuevo año con expectación y esperanza de que será mejor que el que está finalizando.

La noticia del crecimiento económico que tuvo el país este 2021, ha despertado nuevos ímpetus en el sector empresarial, que en pocas palabras significa una posible generación de empleo y oportunidad de desarrollo para muchos en el año venidero.

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Los niños y niñas en edad escolar, se impacientan por regresar a estudiar y estar de nuevo en las aulas con sus compañeros, están molestos y cansados de la interacción a través de pantallas. Ellos son un porcentaje alto de la población que más ha sentido la separación y el encierro, y aunque no se conoce realmente el nivel de afectación que causaron en ellos las reglas absurdas de encierros y distanciamiento, se les ve motivados por la época navideña. Pareciera que ha quedado muy atrás ese sentimiento de aislamiento.

Personas que por el COVID se mantuvieron, por diferentes razones, alejados de sus seres queridos, poco a poco están regresando a verse de nuevo y tener ese contacto humano tan necesario para el alma, condición que a mi parecer se suma a ese sentimiento de esperanza. No me cabe duda que la época navideña tiene mucho que ver en esto y aunque ya no es la navidad de antaño que olía a manzanilla y pino, sí sigue siendo, para casi todos los guatemaltecos, el mensaje de la venida del hijo de Dios, lo cual, se evidencia a través de los nacimientos que se realizan con aserrines de llamativos colores en los hogares chapines.

La cena de esa noche con los tamales rojos y negros, son los más tradicionales en la mesa guatemalteca y aunque algunos han adoptado las costumbres culinarias de otras latitudes, en la casa de los guatemaltecos no falta un buen tamal con los tradicionales frijoles; de igual forma, las llamadas de larga distancia de los migrantes que sienten esa noche la lejanía y la nostalgia por su tierra, hacen colapsar los servicios telefónicos por querer contactar a sus seres queridos que han dejado atrás.

La quema de todo tipo de fuegos pirotécnicos que deja aquel olor a pólvora inconfundible, provoca una sensación de alegría y bienestar en todos, y aunque en muchos hogares, la navidad es sólo otro día más, es en esas moradas dónde la fe por la venida del hijo de Dios es mayor, no cabe duda que mi país y su gente son lo más maravilloso del mundo.

Como han podido observar, las festividades del 24 y 25 en Guatemala, contienen un sin número de costumbres y tradiciones, pero es la convivencia, lo que hace estas fechas tan importantes. es esa relación de unos con otros lo que nos hace a los chapines sentir estas celebraciones tan especiales, el cariño por la familia y los amigos, la empatía hacía el prójimo, el compartir lo poco que se tiene con el que no tiene nada, es característica del guatemalteco. Si usted tiene la oportunidad, pregúntele a cualquier turista y le responderá que Guatemala tiene muchas cosas bonitas, pero lo que más aprecian es el cariño de la gente.

Deseo a través de esta columna, hacer llegar el mensaje de esperanza, felicidad y paz para todos,  que en estas fechas logren estar unidos en familia y amigos, de igual forma,  les invito a apreciar cada día de vida que se nos regala, recordarles que la felicidad es una decisión y no la obtención de logros o el acumulamiento de bienes y que la paz en el corazón se logra a través de la unión con la familia y la fe en el todo poderoso.

Feliz navidad.