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La renuncia de la juez Erika Aifán. Razones y consecuencias

Esta juez, poco a poco reconocerá que ella fue un instrumento más de esas altas élites políticas y jamás un par, se dará cuenta que las redes sociales que le apoyaban son un grupo ínfimo de desconocidos que no representan la realidad...

Jose Goubaud |
23 de marzo, 2022

La juzgadora Erika Lorena Aifán Davila, según consta en el Organismo Judicial, ingresó a laborar en noviembre del año 2002 como Jueza de primera instancia en el departamento de San Marcos, municipio de Ixchiguan, posteriormente en enero del 2006, fue trasladada al departamento de Jutiapa y asignada al Juzgado Pluripersonal de Primera Instancia Penal Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, nuevamente en marzo del 2015,.

Fue reubicada en el Departamento de Santa Rosa bajo las mismas características que el puesto anterior, a finales del 2016, es asignada al Departamento de Guatemala  como Juez de Primera Instancia, y en el 2017 es nombrada como Jueza de Primera Instancia del Juzgado Primero de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, también fue catedrática de la Universidad de San Carlos, en la carrera de Ciencias Jurídicas y Sociales de Jutiapa y posteriormente Asesora de Tesis de la misma facultad.

En su evaluación de desempeño del 2019 para ocupar un lugar en la Corte Suprema de Justicia, la Licenciada obtuvo una calificación de 90 puntos, sin embargo, se postuló a este puesto sabiendo que no contaba con los 10 años de experiencia como abogada según lo requiere la Constitución Política de la República, además de no contar con el período requerido como Magistrada de Apelaciones, actualmente es Juez de Mayor Riesgo D, en el que cumpliría 4 años en este 2022, como se puede observar, la hoja de vida de la Juez demuestra un alto conocimiento y experiencia en materia jurídica, por lo que alegar desconocimiento de la Leyes sería imposible.

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Entonces cuáles fueron las razones de la caída y posterior renuncia de esta juzgadora, como se sabe, durante sus 17 años de carrera, llegó a acumular más de 75 denuncias, incluyendo una del Instituto de Magistrados de Apelaciones, esta entidad representa al total de 132 magistrados del país, de los cuales, más de 125 de ellos firmaron esta acusación. Sólo en los 4 años que lleva en el juzgado de Mayor Riesgo D, las denuncias hacia esta abogada suman más de 20, y de estas, un total de 11 resultan en solicitudes de retiro de inmunidad; también recibió imputaciones de sus trabajadores por malos tratos, e incluso una de ellas, la acusó de retención ilegal luego de haberla tenido raptada en una oficina, sin comer y sin poder comunicarse con familiares o amigos por casi 24 horas, situación por la cual, todo su personal, pidió el traslado a otras judicaturas.

En otra ocasión, la exmagistrada Claudia Escobar, en una columna de opinión, la denomina de “rebelde” porque no cumplió la orden de la sala tercera de apelaciones, en donde le indicaban la forma en que debía proceder con el caso de la “Familia Bitkov”, acción totalmente ilegal. Este accionar de la juez resultó en apertura de investigación por el Ministerio Público, pesquisas internas del propio Organismo Judicial y la imposición de multas. Igualmente acumula denuncias nacionales e internacionales en Derechos Humanos por su inclinación a dictar prisión preventiva y no otorgar medidas precautorias inclusive por motivos humanitarios, casos como el del exdiputado Manuel Barquín, quien murió de una fibrosis pulmonar y negó su libertad incluso cuando estaba en estado crítico o el caso del exministro de salud Jorge Villavicencio quien enfermó de coronavirus y aunque su abogado solicitó su traslado a diferentes hospitales, obtuvo el permiso cuando ya era demasiado tarde, estos son sólo 2 ejemplos de varios casos similares.

Es necesario decir, que posteriormente, se determinó que el señor Villavicencio era inocente de todas las imputaciones presentadas por la fiscalía, Aifán también autorizó escuchas telefónicas y la investigación de cuentas bancarias de Magistrados y Diputados, acciones alejadas de la legalidad ya que estos contaban con el derecho de antejuicio que no permitía este tipo de actuaciones. A esto se le suman otras denuncias como la realizada recientemente por la FECI en la que se indica que ella se autodenominó contralora del proceso denominado “Comisiones Paralelas” sin contar con la autorización de la Corte Suprema de Justicia, por lo que podría haber incurrido en los delitos de abuso de autoridad y tráfico de influencias, de la misma manera se puede mencionar, la liberación por orden de la juez Aifan de Gustavo Alejos, supuesto cabecilla del caso “Pacto de Corruptos”. Alejos permaneció varios años privado de libertad por órdenes de la misma Aifan, él fue señalado y utilizado por Juan Francisco Sandoval como la figura central de varios casos de alto impacto, pero inexplicablemente, un día se le da libertad condicional sin mayores explicaciones; podría seguir enumerando un sinfín de anomalías cometidas por esta mandataria, pero este no es el propósito, por lo que, después de esta exposición de situaciones pasaré a las consecuencias que tendrá su renuncia.

Desde una perspectiva personal, la Jueza Aifán, se vio envuelta en un emoción de ego y arrogancia que les sucede a muchos personajes de la vida política, el apoyo internacional de embajadores, jueces e inclusive figuras de la alta política mundial la hacían sentirse intocable, la protección que le brindaban los grandes medios de comunicación al no divulgar las acciones ilegales cometidas por ella le dieron la falsa impresión de que sus actos no serían conocidos o  terminarían olvidados. De igual forma, su alianza con la figura del exfiscal “de hierro” Sandoval, le hacía sentir empoderada, creyó que la asociación CICIG, FECI, Thelma Aldana, Helen Beatriz Mack y el entonces embajador Robinson, nunca caería, sin embargo, pecó de idealista y olvidó la máxima de la política que dicta que el poder siempre es efímero, y aunque ahora señale a otros de persecución política, asedio judicial o cuente todavía con algún apoyo de medios o asociaciones de izquierda, podría apostarle que experimenta esa ausencia del poder y siente el alejamiento de figuras que antes creía sus aliados incondicionales. Esta juez, poco a poco reconocerá que ella fue un instrumento más de esas altas élites políticas y jamás un par, se dará cuenta que las redes sociales que le apoyaban son un grupo ínfimo de desconocidos que no representan la realidad y entenderá que sólo fue un peón más de un tablero en el que nunca podrá ocupar espacios de gran autoridad.

 

La renuncia de la juez Erika Aifán. Razones y consecuencias

Esta juez, poco a poco reconocerá que ella fue un instrumento más de esas altas élites políticas y jamás un par, se dará cuenta que las redes sociales que le apoyaban son un grupo ínfimo de desconocidos que no representan la realidad...

Jose Goubaud |
23 de marzo, 2022

La juzgadora Erika Lorena Aifán Davila, según consta en el Organismo Judicial, ingresó a laborar en noviembre del año 2002 como Jueza de primera instancia en el departamento de San Marcos, municipio de Ixchiguan, posteriormente en enero del 2006, fue trasladada al departamento de Jutiapa y asignada al Juzgado Pluripersonal de Primera Instancia Penal Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, nuevamente en marzo del 2015,.

Fue reubicada en el Departamento de Santa Rosa bajo las mismas características que el puesto anterior, a finales del 2016, es asignada al Departamento de Guatemala  como Juez de Primera Instancia, y en el 2017 es nombrada como Jueza de Primera Instancia del Juzgado Primero de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, también fue catedrática de la Universidad de San Carlos, en la carrera de Ciencias Jurídicas y Sociales de Jutiapa y posteriormente Asesora de Tesis de la misma facultad.

En su evaluación de desempeño del 2019 para ocupar un lugar en la Corte Suprema de Justicia, la Licenciada obtuvo una calificación de 90 puntos, sin embargo, se postuló a este puesto sabiendo que no contaba con los 10 años de experiencia como abogada según lo requiere la Constitución Política de la República, además de no contar con el período requerido como Magistrada de Apelaciones, actualmente es Juez de Mayor Riesgo D, en el que cumpliría 4 años en este 2022, como se puede observar, la hoja de vida de la Juez demuestra un alto conocimiento y experiencia en materia jurídica, por lo que alegar desconocimiento de la Leyes sería imposible.

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Entonces cuáles fueron las razones de la caída y posterior renuncia de esta juzgadora, como se sabe, durante sus 17 años de carrera, llegó a acumular más de 75 denuncias, incluyendo una del Instituto de Magistrados de Apelaciones, esta entidad representa al total de 132 magistrados del país, de los cuales, más de 125 de ellos firmaron esta acusación. Sólo en los 4 años que lleva en el juzgado de Mayor Riesgo D, las denuncias hacia esta abogada suman más de 20, y de estas, un total de 11 resultan en solicitudes de retiro de inmunidad; también recibió imputaciones de sus trabajadores por malos tratos, e incluso una de ellas, la acusó de retención ilegal luego de haberla tenido raptada en una oficina, sin comer y sin poder comunicarse con familiares o amigos por casi 24 horas, situación por la cual, todo su personal, pidió el traslado a otras judicaturas.

En otra ocasión, la exmagistrada Claudia Escobar, en una columna de opinión, la denomina de “rebelde” porque no cumplió la orden de la sala tercera de apelaciones, en donde le indicaban la forma en que debía proceder con el caso de la “Familia Bitkov”, acción totalmente ilegal. Este accionar de la juez resultó en apertura de investigación por el Ministerio Público, pesquisas internas del propio Organismo Judicial y la imposición de multas. Igualmente acumula denuncias nacionales e internacionales en Derechos Humanos por su inclinación a dictar prisión preventiva y no otorgar medidas precautorias inclusive por motivos humanitarios, casos como el del exdiputado Manuel Barquín, quien murió de una fibrosis pulmonar y negó su libertad incluso cuando estaba en estado crítico o el caso del exministro de salud Jorge Villavicencio quien enfermó de coronavirus y aunque su abogado solicitó su traslado a diferentes hospitales, obtuvo el permiso cuando ya era demasiado tarde, estos son sólo 2 ejemplos de varios casos similares.

Es necesario decir, que posteriormente, se determinó que el señor Villavicencio era inocente de todas las imputaciones presentadas por la fiscalía, Aifán también autorizó escuchas telefónicas y la investigación de cuentas bancarias de Magistrados y Diputados, acciones alejadas de la legalidad ya que estos contaban con el derecho de antejuicio que no permitía este tipo de actuaciones. A esto se le suman otras denuncias como la realizada recientemente por la FECI en la que se indica que ella se autodenominó contralora del proceso denominado “Comisiones Paralelas” sin contar con la autorización de la Corte Suprema de Justicia, por lo que podría haber incurrido en los delitos de abuso de autoridad y tráfico de influencias, de la misma manera se puede mencionar, la liberación por orden de la juez Aifan de Gustavo Alejos, supuesto cabecilla del caso “Pacto de Corruptos”. Alejos permaneció varios años privado de libertad por órdenes de la misma Aifan, él fue señalado y utilizado por Juan Francisco Sandoval como la figura central de varios casos de alto impacto, pero inexplicablemente, un día se le da libertad condicional sin mayores explicaciones; podría seguir enumerando un sinfín de anomalías cometidas por esta mandataria, pero este no es el propósito, por lo que, después de esta exposición de situaciones pasaré a las consecuencias que tendrá su renuncia.

Desde una perspectiva personal, la Jueza Aifán, se vio envuelta en un emoción de ego y arrogancia que les sucede a muchos personajes de la vida política, el apoyo internacional de embajadores, jueces e inclusive figuras de la alta política mundial la hacían sentirse intocable, la protección que le brindaban los grandes medios de comunicación al no divulgar las acciones ilegales cometidas por ella le dieron la falsa impresión de que sus actos no serían conocidos o  terminarían olvidados. De igual forma, su alianza con la figura del exfiscal “de hierro” Sandoval, le hacía sentir empoderada, creyó que la asociación CICIG, FECI, Thelma Aldana, Helen Beatriz Mack y el entonces embajador Robinson, nunca caería, sin embargo, pecó de idealista y olvidó la máxima de la política que dicta que el poder siempre es efímero, y aunque ahora señale a otros de persecución política, asedio judicial o cuente todavía con algún apoyo de medios o asociaciones de izquierda, podría apostarle que experimenta esa ausencia del poder y siente el alejamiento de figuras que antes creía sus aliados incondicionales. Esta juez, poco a poco reconocerá que ella fue un instrumento más de esas altas élites políticas y jamás un par, se dará cuenta que las redes sociales que le apoyaban son un grupo ínfimo de desconocidos que no representan la realidad y entenderá que sólo fue un peón más de un tablero en el que nunca podrá ocupar espacios de gran autoridad.