Desde el 2002 los Estados Unidos de América no han ratificado ningún convenio o tratado relativo a derechos humanos.  Anterior a eso, únicamente ratificaron dos protocolos opcionales sobre derechos del niño de la Convención de Derechos Humanos del Niño.  Sin embargo, junto con Somalia, es el ÚNICO otro país que no ratificó la Convención de Derechos Humanos del Niño, que fuera ratificada por el resto de países afiliados a la ONU.  Pero no es nada más con la niñez donde se ve su #doblemoral e #hipocresía, también con la mujer.

Junto con Irán, Nauru, Palau, Somalia, Sudán y Tonga, son el ÚNICO otro país que no ratificó la Convención para la Eliminación de Toda Forma de Discriminación Contra la Mujer.  Ah, pero viene USAID a Guatemala a meterle ideas a las oenegés que NO aplican en su propio, que fueran impuestas a Guatemala que las ratificó por presión de ellos. 

Tampoco han ratificado ni la anti minas, ni la Convención sobre los Derechos de las Personas Discapacitadas, ni la Convención Contra la Desaparición Forzada de Personas, ni la Convención sobre los Derechos de los Trabajadores Migrantes y sus Familias. Ellos ratifican lo que les conviene. Lo que no les conviene, no lo aplican.

Típico.  En inglés hay una frase genial "sanctimonious bullshit" que encaja perfectamente con la retórica de esos gobiernos.  Imponen y obligan a los demás países a aceptar, acatar, ideas, reglas y conceptos que ellos, los gringos, jamás aceptarían en su territorio.  Y nosotros, como borregos, decimos "ameeeen" porque lo dice el todopoderoso Estados Unidos de América.  O al menos, así ha sido hasta ahora.

El mundo está cambiando, y un puñado de líderes en Guatemala no lo quieren entender.  El Presidente Alejandro Giammattei mencionó a la Heritage Foundation que estaba considerando expulsar a la nefasta USAID del país por la promoción del indigenismo. En adición a ese punto, habría que considerar que ese ente promueve ideas contrarias a la Constitución Política de la República de Guatemala, como el aborto y la ideología de género. Quienes aceptan eso, sean Fundaciones, Colegios, oenegés o empresas, están aceptando algo que está VIOLANDO la Constitución, ley suprema del país.

Los jóvenes en las universidades y colegios ya no aprenden la estructura legal de una república como la nuestra. Creen que la Constitución es algo caduco, obsoleto, y por lo tanto, irrelevante.  Los catedráticos en Estados Unidos, como en Guatemala, ahora ven la aplicación de la justicia y el Derecho como algo flexible y moldeable a conveniencia.  Si les gusta, entonces vale la norma y vale cuando les conviene.  Si no les gusta y no les conviene, entonces la norma no vale. Por algo es común ser socialistoide de joven, hasta que maduran y les cambia la vida. A menos que se vuelvan parásitos multimillonarios como Helen Mack.

Los empresarios en Guatemala debieran sacar colmillo.  Ellos saben lo que cuesta obtener un préstamo, correr riesgos al invertir, tener que lidiar con invasiones, sabotajes, terroristas, ladrones, estafadores, corruptos de todos los sectores, y saben por ende, lo que cuesta producir cada Q1. Los burócratas, como Todd Robinson, Brian Nichols y el coro de terroristas Gucci y terroristas del campo que se meten hasta en la sopa en Guatemala, jamás, en vida suya, han producido Q1.  Son parásitos que siempre han vivido de los impuestos de los que sí sabemos lo que implica producir, trabajar.

Esa gente critica, exige, demanda, impone, sin tener el menor conocimiento de lo que conlleva vivir en el mundo real.  Llegan hasta donde los dejamos que lleguen, la clave está en saber que el mundo es mucho más grande que un sólo país, que "el imperio" ya no es imperio y está sucumbiendo en clara implosión por sus propios excesos, que la Historia es cíclica e infalible, y que si no cuidamos nuestra propia casa de factores externos y nefastos, los que perderemos al final seremos nosotros, la mayoría de guatemaltecos que salimos a diario a ganar el sustento honradamente. 

Así que me uno al coro de aplausos al Presidente Giammattei por defender los intereses del país

. Quienes leen los medios de desinformación y nutren sus cerebros de bazofia a elección personal, no entienden estos conceptos.  Pero los que si nos informamos y no nos duele pensar con la cabeza, vemos y criticamos lo malo, pero también aplaudimos y sobre todo defendemos lo bueno.