Necesitamos gobernantes.
No es que le ofrecen sino es comenzar a cambiar la cultura en pro de qué es lo que usted quiere, a demandar de los partidos y sus candidatos propuestas concretas en determinados temas.
Estimado Lector.
Necesitamos gobernantes. El país sin gobernantes es, claramente, ingobernable. Sin gobernantes viviríamos en la anarquía, sin ley que valga, sin autoridad, sin paz, sin certeza de que esperar, sin norte… Suena muy parecido a realidad ¿no creen? El problema no está en la falta de candidatos a los puesto de elección, el problema está en la falta de líderes que busque el bien común, en la falta de verdaderos políticos, en la falta de gobernantes, de personas que se postulen para gobernar y buscar hacer cumplir la ley, ser autoridad legal pero también moral, para ayudar a construir la paz, la certeza y el desarrollo al que todos aspiran.
Ahora en este Proceso Electoral 2023, debemos aspirar a elegir personas que tengan un perfil que demuestre una vocación de servicio, pero también un carácter templado (no digo violento sino templado), que le anime la esperanza de que las cosas pueden cambiar y mejorar, que le anime el saber que la grandísima mayoría de habitantes del país son personas honradas que quieren vivir bien y quieren tener un mejor futuro.
Por lo tanto, es importante comenzar a construir el perfil por el que usted quiere votar, y dejar a un lado la mentalidad de buscar quien, quizás, es el menos malo de los candidatos. No es que le ofrecen sino es comenzar a cambiar la cultura en pro de qué es lo que usted quiere, a demandar de los partidos y sus candidatos propuestas concretas en determinados temas.
Si decide que, por ejemplo, lo más importante para usted es que mejore la economía, la seguridad y baje la corrupción, busque quien propone algo así o al menos similar, y si no lo encuentra comience a decirlo en sus redes, en las platicas con los del trabajo, en las platicas con la familia y amigos. No se deje llevar por decir que pues se votará por el menos malo, que la cosa ya está perdida, jodida, que ya no vale la pena ni votar, mejor piense qué quiere, demande lo que quiere, porque, como le decía, es necesario de cambiar la cultura de votar por lo que nos ofrecen y pasar a demandar propuestas concretas que realmente se quiera aprobar, apoyar y votar.
Todos los votantes debemos demandar más y mejores propuestas. Digo debemos porque el país necesita que exijamos algo mejor, proyectos más concretos y claros que harán que lo más bagres se sientan intimidados y piensen dos veces antes de lanzarse a un puesto de elección pública, y esto, a la vez, hará que quien gusta del trabajo duro y los retos complicados se sienta más animado a participar. La mala calidad de las propuestas electorales también es, en parte, la mala calidad de las demandas ciudadanas. Usted, querido lector, puede hacer e influir más de lo que se imagina, hay que buscar las formas de hacerlo.
Recordemos siempre que los partidos políticos, todos, son instituciones de derecho público, con personalidad jurídica y de duración indefinida, salvo los casos establecidos en la presente ley, y configuran el carácter democrático del régimen político del Estado (artículo 18 de la Ley Electoral y de Partidos Políticos), no son instituciones privadas, no se deben a sus directivos sino al bienestar común y por lo tanto deben su finalidad a aquellos que los ciudadanos y la República de Guatemala demanda.
Necesitamos gobernantes.
No es que le ofrecen sino es comenzar a cambiar la cultura en pro de qué es lo que usted quiere, a demandar de los partidos y sus candidatos propuestas concretas en determinados temas.
Estimado Lector.
Necesitamos gobernantes. El país sin gobernantes es, claramente, ingobernable. Sin gobernantes viviríamos en la anarquía, sin ley que valga, sin autoridad, sin paz, sin certeza de que esperar, sin norte… Suena muy parecido a realidad ¿no creen? El problema no está en la falta de candidatos a los puesto de elección, el problema está en la falta de líderes que busque el bien común, en la falta de verdaderos políticos, en la falta de gobernantes, de personas que se postulen para gobernar y buscar hacer cumplir la ley, ser autoridad legal pero también moral, para ayudar a construir la paz, la certeza y el desarrollo al que todos aspiran.
Ahora en este Proceso Electoral 2023, debemos aspirar a elegir personas que tengan un perfil que demuestre una vocación de servicio, pero también un carácter templado (no digo violento sino templado), que le anime la esperanza de que las cosas pueden cambiar y mejorar, que le anime el saber que la grandísima mayoría de habitantes del país son personas honradas que quieren vivir bien y quieren tener un mejor futuro.
Por lo tanto, es importante comenzar a construir el perfil por el que usted quiere votar, y dejar a un lado la mentalidad de buscar quien, quizás, es el menos malo de los candidatos. No es que le ofrecen sino es comenzar a cambiar la cultura en pro de qué es lo que usted quiere, a demandar de los partidos y sus candidatos propuestas concretas en determinados temas.
Si decide que, por ejemplo, lo más importante para usted es que mejore la economía, la seguridad y baje la corrupción, busque quien propone algo así o al menos similar, y si no lo encuentra comience a decirlo en sus redes, en las platicas con los del trabajo, en las platicas con la familia y amigos. No se deje llevar por decir que pues se votará por el menos malo, que la cosa ya está perdida, jodida, que ya no vale la pena ni votar, mejor piense qué quiere, demande lo que quiere, porque, como le decía, es necesario de cambiar la cultura de votar por lo que nos ofrecen y pasar a demandar propuestas concretas que realmente se quiera aprobar, apoyar y votar.
Todos los votantes debemos demandar más y mejores propuestas. Digo debemos porque el país necesita que exijamos algo mejor, proyectos más concretos y claros que harán que lo más bagres se sientan intimidados y piensen dos veces antes de lanzarse a un puesto de elección pública, y esto, a la vez, hará que quien gusta del trabajo duro y los retos complicados se sienta más animado a participar. La mala calidad de las propuestas electorales también es, en parte, la mala calidad de las demandas ciudadanas. Usted, querido lector, puede hacer e influir más de lo que se imagina, hay que buscar las formas de hacerlo.
Recordemos siempre que los partidos políticos, todos, son instituciones de derecho público, con personalidad jurídica y de duración indefinida, salvo los casos establecidos en la presente ley, y configuran el carácter democrático del régimen político del Estado (artículo 18 de la Ley Electoral y de Partidos Políticos), no son instituciones privadas, no se deben a sus directivos sino al bienestar común y por lo tanto deben su finalidad a aquellos que los ciudadanos y la República de Guatemala demanda.