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¿Qué es Diplomacia?

Ojalá el gobierno siente un precedente real y deje claro que los extranjeros entrometidos serán expulsados.

Betty Marroquin |
26 de enero, 2022

Con frecuencia me pregunto cuántos funcionarios diplomáticos en el servicio exterior activo, o sea, cuántos empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores, saben siquiera qué es la Convención de Viena.  Mucho menos, saben definir soberanía, que significa no injerencia en los asunto internos.  Estoy segura que muchos no tienen ni idea, como no tienen ni idea que es el Foro de Sao Paulo, y creerán que la Internacional Socialista es un club social.  Y todo es realizado con sutileza, inteligencia, astucia, sagacidad, valentía y elegancia.  Es mandar al cuerno a alguien de tal forma, que no vea la hora de llegar.

Y si me equivoco, es lo que aparentan con la forma en que llevan las relaciones internacionales del país.

Originalmente, la Cancillería fue creada para representar, promover y defender al país. Los diplomáticos son los primeros representantes de su patria en el exterior, promover todo lo bueno que tenga y si alguien hace algo en su contra, son la primera línea de defensa, incluso antes que la fuerza bélica.

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Cómo ciudadana, me sentí muy orgullosa cuando el ex Presidente Jimmy Morales pronunció su discurso en la ONU, cuando trasladó la Embajada de Tel Aviv a Jerusalén, cuando se reunió con Trump, cuando prohibió el ingreso del chungo terrorista, y cuando acabó con el aberrante experimento de la ONU.  Puedo agregar, que me sentí orgullosa cuando el Presidente Alejandro Giammattei dijo a la reina del aborto, Kemala Harris, que mientras hubiera demanda habría oferta de droga, y que la migración se había incrementado por la invitación a irse ilegalmente a USA de ella y de Biden desde los tiempos de campaña. Me sentí orgullosa cuando proclamó Guatemala país pro vida, pro familia y pro fe. Me sentí orgullosa cuando dijo su discurso en la Heritage Foundation. Me encantó que hizo quedar en ridículo a Juan González de la Casa Blanca cuando éste dijo que no había sido recibido en la Casa Blanca y luego salió el mensaje del jefe de González diciendo que sí se habían reunido con Giammattei.

Y más recientemente, me sentí orgullosa cuando finalmente la Cancillería recordó a los Embajadorcillos del G13 que deben respetar la Convención de Viena.

Ahora, una vez más, vuelvo a insistir que se declare Persona Non Grata al Embajador de Suecia, Hans Magnusson, le de 24 horas para retirarse del país.  Las relaciones con Suecia sólo representan dinero para la izquierda que únicamente sirve para fomentar el odio y la polarización en un esfuerzo por evitar que los guatemaltecos se unan. Unidos somos fuertes y más difíciles de manipular. Desunidos somos vulnerables, especialmente si consumidos por el resentimiento, y por ende, mucho más obedientes y sumisos.

Nuestros diplomáticos debieran tener la capacidad y los 2 dedos de frente, no pido 3, de decirle al extranjero que sea que no se entrometan en los asuntos internos del Estado, como dicta la Convención de Viena. Y si no obedecen, expulsarlos.

La Convención de Viena prohíbe las asociaciones entre Embajadores. El G13 es ilegal según la Convención de Viena ya que las Embajadas no pueden formar asociaciones con Presidente Pro Témpore etc. El Presidente tiene la potestad de llamarlos al orden, o su Canciller (Ministro de Relaciones Exteriores). 

En cuanto a la expulsión de Magnusson, quizás alguien debiera decirle al Presidente Giammattei que este embajadorcillo incurrió en el delito de encubrimiento al sacar al criminal Juan Francisco Sandoval en su carro con placas diplomáticas, hasta la frontera de El Salvador. .

Ojalá el gobierno siente un precedente real y deje claro que los extranjeros entrometidos serán expulsados. Y debería de hacer lo mismo con USAID y dos tercios de la sección política de la embajada de los Estados Unidos.  Obviamente, que esto suceda implica que debemos tener un verdadero Canciller en la silla que ocupa el señor Brolo.

  Espero que su sucesor reúna las cualidades que el cargo exige.

¿Qué es Diplomacia?

Ojalá el gobierno siente un precedente real y deje claro que los extranjeros entrometidos serán expulsados.

Betty Marroquin |
26 de enero, 2022

Con frecuencia me pregunto cuántos funcionarios diplomáticos en el servicio exterior activo, o sea, cuántos empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores, saben siquiera qué es la Convención de Viena.  Mucho menos, saben definir soberanía, que significa no injerencia en los asunto internos.  Estoy segura que muchos no tienen ni idea, como no tienen ni idea que es el Foro de Sao Paulo, y creerán que la Internacional Socialista es un club social.  Y todo es realizado con sutileza, inteligencia, astucia, sagacidad, valentía y elegancia.  Es mandar al cuerno a alguien de tal forma, que no vea la hora de llegar.

Y si me equivoco, es lo que aparentan con la forma en que llevan las relaciones internacionales del país.

Originalmente, la Cancillería fue creada para representar, promover y defender al país. Los diplomáticos son los primeros representantes de su patria en el exterior, promover todo lo bueno que tenga y si alguien hace algo en su contra, son la primera línea de defensa, incluso antes que la fuerza bélica.

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Cómo ciudadana, me sentí muy orgullosa cuando el ex Presidente Jimmy Morales pronunció su discurso en la ONU, cuando trasladó la Embajada de Tel Aviv a Jerusalén, cuando se reunió con Trump, cuando prohibió el ingreso del chungo terrorista, y cuando acabó con el aberrante experimento de la ONU.  Puedo agregar, que me sentí orgullosa cuando el Presidente Alejandro Giammattei dijo a la reina del aborto, Kemala Harris, que mientras hubiera demanda habría oferta de droga, y que la migración se había incrementado por la invitación a irse ilegalmente a USA de ella y de Biden desde los tiempos de campaña. Me sentí orgullosa cuando proclamó Guatemala país pro vida, pro familia y pro fe. Me sentí orgullosa cuando dijo su discurso en la Heritage Foundation. Me encantó que hizo quedar en ridículo a Juan González de la Casa Blanca cuando éste dijo que no había sido recibido en la Casa Blanca y luego salió el mensaje del jefe de González diciendo que sí se habían reunido con Giammattei.

Y más recientemente, me sentí orgullosa cuando finalmente la Cancillería recordó a los Embajadorcillos del G13 que deben respetar la Convención de Viena.

Ahora, una vez más, vuelvo a insistir que se declare Persona Non Grata al Embajador de Suecia, Hans Magnusson, le de 24 horas para retirarse del país.  Las relaciones con Suecia sólo representan dinero para la izquierda que únicamente sirve para fomentar el odio y la polarización en un esfuerzo por evitar que los guatemaltecos se unan. Unidos somos fuertes y más difíciles de manipular. Desunidos somos vulnerables, especialmente si consumidos por el resentimiento, y por ende, mucho más obedientes y sumisos.

Nuestros diplomáticos debieran tener la capacidad y los 2 dedos de frente, no pido 3, de decirle al extranjero que sea que no se entrometan en los asuntos internos del Estado, como dicta la Convención de Viena. Y si no obedecen, expulsarlos.

La Convención de Viena prohíbe las asociaciones entre Embajadores. El G13 es ilegal según la Convención de Viena ya que las Embajadas no pueden formar asociaciones con Presidente Pro Témpore etc. El Presidente tiene la potestad de llamarlos al orden, o su Canciller (Ministro de Relaciones Exteriores). 

En cuanto a la expulsión de Magnusson, quizás alguien debiera decirle al Presidente Giammattei que este embajadorcillo incurrió en el delito de encubrimiento al sacar al criminal Juan Francisco Sandoval en su carro con placas diplomáticas, hasta la frontera de El Salvador. .

Ojalá el gobierno siente un precedente real y deje claro que los extranjeros entrometidos serán expulsados. Y debería de hacer lo mismo con USAID y dos tercios de la sección política de la embajada de los Estados Unidos.  Obviamente, que esto suceda implica que debemos tener un verdadero Canciller en la silla que ocupa el señor Brolo.

  Espero que su sucesor reúna las cualidades que el cargo exige.