¿Qué tan alto es el salario mínimo en Guatemala? Si es cierto que el salario mínimo es tan alto como he venido argumentando en las últimas columnas debiéramos ser capaces de detectar algún efecto, y no sólo en el sector de vestuario, ¿cierto?

Hoy quiero hablar de las oportunidades perdidas en un sector más moderno pero que también requiere cantidades importantes de mano de obra. Y, que, además, la requiere con relativa baja escolaridad (entre primaria completa y secundaria completa). De esta manera, podemos comprender cómo un alto nivel del salario mínimo en Guatemala puede generar “oportunidades perdidas”: esos empleos que no creamos nosotros sino alguien más. O, como veremos hoy, cómo los errores de nuestros vecinos, de subir demasiado el salario mínimo, puede sernos útil.

Un sector de este tipo es el sector de autopartes, en específico, la producción de arneses eléctricos, todo lo que se refiere a los cables eléctricos dentro de los automóviles. Si bien existe ya maquinaria para automatizar la producción de arneses (algo que vi en Honduras hace unos meses), dependiendo del costo de la mano de obra, aún resulta atractivo realizar su producción con trabajadores.

Honduras le lleva a Guatemala 17 años de ventaja en la industria de electrónicos para la industria automotriz, en específico en la producción y exportación de arneses eléctricos. Mientras en Guatemala esperamos empezar nuestras primeras exportaciones de arneses eléctricos en el año 2023, Honduras ya había iniciado a exportar autopartes en el año 2006. Es más, Honduras, en el año 2015 exportaba US$601 millones, convirtiéndose en el cuarto exportador de arneses eléctricos a Estados Unidos.

¿Cuánto ha significado esta industria en empleos para Honduras? 

Usando la información del 2021 de exportaciones y empleo, en promedio se generan 19.5 empleos por cada US$1 millón exportado. Así que, en el año 2015, Honduras logró generar 11,700 empleos. ¿Cuántos empleos se generaban en Guatemala ese año por esta industria? Cero.

Estados Unidos, en el año 2015, importaba US$10,918 millones en arneses eléctricos, no sólo le compraba a Honduras, también les compraba a otros países vecinos: a México (US$7,263 millones) y a Nicaragua (US$516 millones).

¿Por qué una industria que genera tanto empleo no vino a Guatemala antes? 

En el año 2015, Guatemala tenía un salario mínimo mensual, para el sector de exportación industrial, de US$320.18. En Honduras, era US$191.78. En Nicaragua US$158.68. En México era de US$129.24. 

Frente a estos salarios, para una industria cuyo proceso productivo depende mucho de la mano de obra con escolaridad entre primaria completa y secundaria completa, hacía mucho sentido invertir en muchos lugares menos en Guatemala.

¿Por qué la industria de arneses está considerando venir a Guatemala ahora?

Tres aspectos importantes han cambiado en los últimos dos años. 

Primero, Honduras ha aumentado su salario mínimo de manera significativa, especialmente a partir del año 2016. En el año 2016 se hizo efectivo un aumento en el salario mínimo en Honduras aplicable a régimen de zonas francas y maquila. Pasó de US$192 el salario mínimo mensual a US$268. Al año 2019 el aumento llegó a US$312. Esto tuvo un impacto negativo en sus exportaciones de arneses pues se redujeron en 30% al año 2019.

Algunos se verán tentados a decir que la relación entre salarios mínimos y exportaciones de arneses es incorrecta y que se debe a la debilidad de las instituciones políticas hondureñas, etc. Sin embargo, México, con toda la debilidad de sus instituciones políticas y una guerra de facto contra el narco y decenas de miles de desaparecidos, ha seguido siendo el líder indiscutible de la producción de arneses eléctricos todo este tiempo. Es más, del año 2015 al año 2019, México incrementó sus exportaciones a Estados Unidos de US$7,263 millones a US$8,182 millones.

Dados los aumentos de salario mínimo en Honduras, al año 2022, la diferencia de salarios mínimos entre Guatemala y Honduras es tan sólo de $21 al mes. Si a eso le sumamos que producir desde Guatemala permite ahorrar al menos un día de exportación vía camión, resulta que esos costos se compensan y ahora Guatemala se volvió un poco más atractiva que Honduras.

Segundo, respecto a Nicaragua, la amenaza norteamericana de eliminar beneficios comerciales del DR-CAFTA pone en riesgo a la industria de arneses en dicho país. Esto es similar a lo que está ocurriendo con la industria de vestuario: les preocupa seguir invirtiendo en Nicaragua porque puede cerrárseles el mercado de la noche a la mañana.

Frente a este escenario, tanto de malas decisiones de salario mínimo en Honduras como de políticas comerciales norteamericanas, Guatemala logra un espacio para atraer inversión. Sin embargo, si decide volver al ritmo de aumentos de salarios mínimos que experimentó entre los 2000 y 2017, esa será una alegría pasajera. Al fin y al cabo, República Dominicana, con un salario mínimo de US$US257 al mes, es US$120 menor a Guatemala. Si la diferencia se hace mayor, la industria de arneses puede estar dispuesta a sustituir el transporte terrestre guatemalteco por el transporte marítimo desde los puertos dominicanos.

Para quienes quieran revisar esto en más detalle puede revisar un viejo artículo que desarrolla en más detalle la industria de arneses eléctricos en Honduras y sus lecciones en Guatemala (ver aquí