YA muchos de nosotros nos fascina en chocolate, lo que significa que estamos contribuyendo a los más de siete millones de toneladas métricas de chocolate que se consumen en todo el mundo cada año. Todas esas ganas de comerse esa delicia ha hecho que la industria del chocolate tenga un valor de más de $124,000 millones.

Actualmente, se producen cinco millones de toneladas de chocolate al año. El 70 por ciento de esto proviene de los países de África Occidental de Costa de Marfil y Ghana.

Según un informe publicado por Fior Markets, se espera que el valor de la industria del chocolate aumente a más de $177 mil millones para el 2028.

El chocolate puede ser un producto bastante atractivo para vender en las tiendas, pero los inversionistas a veces tienen un apetito más cauteloso ¿Por qué? Los precios volátiles del cacao lo convierten en una apuesta arriesgada.

Pero recientemente, invertir en chocolate parece una perspectiva cada vez que abre más el apetito. Los productos básicos últimamente en general han tenido un muy buen desempeño en medio del resurgimiento de la demanda a medida que terminó la pandemia. La oferta había superado a la demanda, pero esa dinámica está cambiando, actualmente los problemas con el clima han provocado una disminución de la oferta y también ha habido un importante repunte de la demanda.

La crisis climática fue un problema importante para la industria del cultivo del cacao, mucho antes de que la pandemia azotara al mundo. Ya se había visto el impacto en los países productores, porque el cacao no crece en todas partes del mundo, por ser un cultivo muy frágil, por lo que es negativo cuando los países de cultivo sufren cambios climáticos drásticos como poca lluvia o mucho calor.

La producción de cacao la llevan a cabo predominantemente pequeños agricultores, ya que más del 90 % de los productores de cacao del mundo tienen parcelas de tierra de entre 2 y 5 hectáreas. Además, los productores de cacao siguen siendo el eslabón más débil de la cadena de valor. Como resultado, los agricultores permanecen en malas condiciones de vida, o casi en la pobreza, sin acceso a los servicios básicos y sin las herramientas o incentivos para implementar prácticas de producción amigables con el medio ambiente.

A nivel global, la producción de cacao no es la principal fuerza impulsora detrás de la deforestación global. Sin embargo, en los últimos años, el cultivo de cacao en pequeñas explotaciones ha atraído la atención por ser el impulsor de algunos puntos críticos de deforestación. Es importante contar con la presencia de esquemas de certificación para los agricultores con la finalidad de poder entregar una producción de cacao sostenible.

El consumo sostenible de cacao complementa la producción sostenible de cacao, ya que tiene como objetivo asegurar un aumento constante en el consumo de cacao y chocolate en todo el mundo, lo cual se reflejaría en los aumentos en la producción sostenible de cacao. Las estrategias para un consumo sostenible de cacao deben cumplir con las expectativas cambiantes y las nuevas tendencias de los consumidores en los mercados tradicionales/maduros, así como en los mercados emergentes y los países de origen (productores). Además, el consumo sostenible de cacao también debe centrarse en promover el consumo de productos nuevos e innovadores relacionados con el cacao relacionados con bebidas, cosméticos, productos farmacéuticos, etc.

La cosecha anual de cacao para Guatemala es de unas 1.500 toneladas métricas y el 95% del mismo se consume internamente. De acuerdo a la Asociación Guatemalteca de Exportadores, durante 2022 Guatemala vendió al extranjero cacao especial o fino por un valor de $851,500… alimento de Dioses…