Es vox populi el estado crítico de la educación a nivel mundial. El resultado de la pandemia de COVID-19, y a pesar de las dinámicas virtuales que se aplicaron para la continuidad del proceso educativo, una herramienta que se perfeccionó durante su utilización por no estar preparados los docentes con ella. Aún con las dinámicas, metodologías y estrategias necesarias para el traslado del proceso educativo de la presencialidad a la virtualidad y la sobresaliente vocación y la entrega permitieron salir adelante durante los más de veinte meses de educación a distancia, hubo rezagos.  

Se retoma la presencialidad; y los retos continúan. El rescate del aprendizaje que quedó incompleto continúa, y es necesaria crear modalidades distintas de respuesta. La educación personalizada es imperante, responder a las brechas profundas enlazándose de acuerdo con el conocimiento previo; los modelos actuales no pueden responder en esa manera fragmentada. Se insta a la reconfiguración de la entrega educativa; y existen modelos innovadores que se pueden adaptar.

No para copiar, para observar y si posiblemente adaptar a las necesidades nacionales; se comentan modelos distintos. Como se sabe, el sistema escolar estadounidense opera en dos niveles: federal y estatal. El sistema federal instala políticas macro, y la operatividad se encuentra a nivel estatal. Cada estado establece sus normas, parámetros, etc., siempre siguiendo las indicaciones del currículo “common core”. Hay centros educativos públicos, privados, y “charter”, que son una especie de híbridos, siendo centros educativos privados que reciben alumnos del sector público, y el estado salda el costo.

En el estado de la Florida, se ha iniciado una nueva dinámica llamada “micro-escuela”. Los padres de familia buscan en el sistema público una respuesta a necesidades específicas, sin éxito. Y como la estructura estatal lo permite, se han constituido mini centros educativos, con clases de seis alumnos y una maestra por nivel educativo. Los estudiantes optan a pruebas estandarizadas como instrumento de diagnóstico, para detectar el nivel del conocimiento existente y de allí partir e iniciar y configurar la planificación académica; no es una educación diseñando para aprobar un examen. Es una educación para afianzar el aprendizaje en sí.

Siendo un sistema de educación privada, si tiene costo; pero, el estado de la Florida cuenta con un programa de becas el cual permite a las familias que la solicitan, puedan asistir. La modalidad permite la necesaria socialización, a menor escala, y un enfoque personalizada para la integración del conocimiento. El establecer una red de pequeños centros educativos se proveerá más oportunidades de una educación destinada al desarrollo integral de cada alumno, en un enfoque redondo, y en respuesta a las exigencias del mundo post pandemia.

En una columna de opinión del Wall Street Journal (23/20/22) , el antiguo Gobernador del ese estado, Jeb Bush, y quien en sus periodos de servicio (1999 a 2007)  mejoró notablemente el nivel educativo de Florida con innovadores sistemas de inclusión de docentes, y rendición de resultados, estableciendo así aumentos salariales interrelacionados con el avance en el aprendizaje de los alumnos, comentó sobre los preocupantes resultados esperados de  National Assessment of Educational Progress 2022 de los alumnos en lectura y matemática. Y la preocupación aún más seria: la respuesta oficial pueda ser bajar los estándares en vez de elevar el aprendizaje. En su columna de opinión enfatiza que la lectura debe iniciar desde la temprana edad.

Aunado, preocupa la creciente escasez de docentes certificados. No solo se ha observado el profundo cansancio en el gremio, no hay nuevos integrantes a los cuerpos docentes. En el sistema escolar del estado de Texas, se está contratando personal no certificado, para atender a los estudiantes en las aulas, que aunque cuenten con la buena voluntad de apoyar el proceso de aprendizaje, se cuestiona cómo será la calidad; este crisis docente, está en aumento. (14/10/22. ABC 13 Eyewitness News)

Homeschooling es otra opción para una educación diseñada a aprovechar talentos individuales, sin dejar por un lado los directrices curriculares. La modalidad está creciendo, también tomando en consideración la seguridad física en los establecimientos. Los estados proveen el marco de contenidos, existen apoyos incontables de dinámicas de aprendizaje en grupos de apoyo y proveedores de servicios, y en general, los resultados académicos de los egresados de ese sistema son sobresalientes, las tasas de promoción son mayores que de las de los centros educativos estatales y la aceptación en la educación superior universitaria supera la de otras instancias.

¿Qué se concluye? Primero, ningún sistema es perfecto. Segundo, en la postpandemia las necesidades educativas se han profundizado. Tercero, es de mayor importancia responder a necesidades académicos individuales, en los distintos niveles requeridos. Cuarto, existen opciones académicas para una atención personalizada del alumno, en grupos reducidos. Quinto, es de imperante importancia la calidad docente. Sexto, las autoridades educativas pueden autorizar nuevas modalidades de educación para así ampliar el alcance a los estudiantes.

Las estadísticas que se socializan son preocupantes; se necesita crear y apoyar modalidades dinámicas e innovadoras para atender a toda la población estudiantil, a la mayor brevedad.

Y jamás olvidar: ¡la educación es prioridad nacional!