Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

¡Desperdicio!

¿Cuántas veces volveremos a escuchar las mismas promesas vacías pues, con el sistema y el tamaño de gobierno que tenemos, son inalcanzables, además de ser populistas?

Carolina Castellanos |
25 de marzo, 2022

Es común que hablemos del tiempo perdido. Aquí cabe de todo pues para alguien perder el tiempo es ver televisión toda la tarde mientras que para otro habrá sido tiempo bien invertido pues disfrutó la programación y se relajó.

Sin embargo, cuando el período otorgado para hacer algo es corto, es casi inaceptable que se dediquen horas, días y hasta meses en algo que no genera productividad, desarrollo ni mejora de vida para nadie.  Por supuesto, me estoy refiriendo a los cuatro años que dura el período de gobierno.

Esta semana volvimos a presenciar el patético ejercicio de “negociar” el pacto colectivo de los maestros. Un minuto dedicado a esto es demasiado. El resultado ya se sabe así que el tiempo asignado fue para decidir el porcentaje de incremento salarial. ¿Qué pasaría si, en vez de negociar dinero, se dedica ese tiempo en discutir mejoras al contenido del currículum, la forma de impartirlo, la implementación de tecnología para hacerlo, etc.?

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

¿Cuánto desperdicio hay en el Congreso? Es incuantificable. Un grupito de inútiles decidió dedicar algo de su tiempo para proponer una ley que regule los precios de los medicamentos (precios tope). Ésta incluye crear otra entidad gubernamental para que centralice la distribución para “garantizar” que no habrá escasez ni incremento en precios. Usted y yo sabemos que esto es un fracaso anunciado. Otro desperdicio más de dinero y recursos.

¿Cuántas vidas se pierden mientras otros desperdician recursos para tener “su momento bajo el sol”? ¿Cuánto desarrollo se queda en el olvido mientras se discuten trivialidades cuando lo importante es la calidad de vida, salud, educación y prosperidad? ¿Cuántas carreteras se dejaron de construir, centros de salud sin abastecer de medicinas, escuelas sin libros ni cuadernos para aprender matemáticas básicas? ¿Cuántas horas se han desperdiciado?

El gobierno es tan gigante que estoy segura que cada gobernante, ministro, secretario o lo que sea, nunca llega a conocer la totalidad de lo que tiene a su cargo. Ponen atención a lo urgente, a veces a lo importante y muy de vez en cuando a lo trascendente, aquello que realmente haría una diferencia. Los recursos se desperdician, el tiempo pasa y Guatemala sigue estancada, sin un verdadero desarrollo y sin un futuro promisorio.

¿Cuánto se gastará el próximo año en campañas electorales? ¿Cuántas veces volveremos a escuchar las mismas promesas vacías pues, con el sistema y el tamaño de gobierno que tenemos, son inalcanzables, además de ser populistas? ¿Cuántas más vidas se perderán mientras escuchamos planes y promesas?

Las campañas electorales “informales” empezarán en menos de lo que pensamos. El sistema electoral sigue igual pues han pasado casi tres años para cambiarlo y evitar cualquier manipulación de resultados. Se desperdiciarán más recursos en querer controlarlo todo. Los intereses personales y partidarios (de ocasión en su mayoría) son demasiado altos como para permitirlo. Será otra oportunidad desperdiciada para realmente cambiar el rumbo de nuestra Guate.

Ninguno de nosotros tiene la capacidad de cambiarlo todo. Sin embargo, sí la tenemos para influir en nuestro entorno. No desperdiciemos más tiempo. Nos toca involucrarnos. Nadie más lo hará por nosotros, nuestras familias, amigos ni entorno, excepto aquellos que quieren destruir nuestra forma de vida en libertad.

¡Desperdicio!

¿Cuántas veces volveremos a escuchar las mismas promesas vacías pues, con el sistema y el tamaño de gobierno que tenemos, son inalcanzables, además de ser populistas?

Carolina Castellanos |
25 de marzo, 2022

Es común que hablemos del tiempo perdido. Aquí cabe de todo pues para alguien perder el tiempo es ver televisión toda la tarde mientras que para otro habrá sido tiempo bien invertido pues disfrutó la programación y se relajó.

Sin embargo, cuando el período otorgado para hacer algo es corto, es casi inaceptable que se dediquen horas, días y hasta meses en algo que no genera productividad, desarrollo ni mejora de vida para nadie.  Por supuesto, me estoy refiriendo a los cuatro años que dura el período de gobierno.

Esta semana volvimos a presenciar el patético ejercicio de “negociar” el pacto colectivo de los maestros. Un minuto dedicado a esto es demasiado. El resultado ya se sabe así que el tiempo asignado fue para decidir el porcentaje de incremento salarial. ¿Qué pasaría si, en vez de negociar dinero, se dedica ese tiempo en discutir mejoras al contenido del currículum, la forma de impartirlo, la implementación de tecnología para hacerlo, etc.?

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

¿Cuánto desperdicio hay en el Congreso? Es incuantificable. Un grupito de inútiles decidió dedicar algo de su tiempo para proponer una ley que regule los precios de los medicamentos (precios tope). Ésta incluye crear otra entidad gubernamental para que centralice la distribución para “garantizar” que no habrá escasez ni incremento en precios. Usted y yo sabemos que esto es un fracaso anunciado. Otro desperdicio más de dinero y recursos.

¿Cuántas vidas se pierden mientras otros desperdician recursos para tener “su momento bajo el sol”? ¿Cuánto desarrollo se queda en el olvido mientras se discuten trivialidades cuando lo importante es la calidad de vida, salud, educación y prosperidad? ¿Cuántas carreteras se dejaron de construir, centros de salud sin abastecer de medicinas, escuelas sin libros ni cuadernos para aprender matemáticas básicas? ¿Cuántas horas se han desperdiciado?

El gobierno es tan gigante que estoy segura que cada gobernante, ministro, secretario o lo que sea, nunca llega a conocer la totalidad de lo que tiene a su cargo. Ponen atención a lo urgente, a veces a lo importante y muy de vez en cuando a lo trascendente, aquello que realmente haría una diferencia. Los recursos se desperdician, el tiempo pasa y Guatemala sigue estancada, sin un verdadero desarrollo y sin un futuro promisorio.

¿Cuánto se gastará el próximo año en campañas electorales? ¿Cuántas veces volveremos a escuchar las mismas promesas vacías pues, con el sistema y el tamaño de gobierno que tenemos, son inalcanzables, además de ser populistas? ¿Cuántas más vidas se perderán mientras escuchamos planes y promesas?

Las campañas electorales “informales” empezarán en menos de lo que pensamos. El sistema electoral sigue igual pues han pasado casi tres años para cambiarlo y evitar cualquier manipulación de resultados. Se desperdiciarán más recursos en querer controlarlo todo. Los intereses personales y partidarios (de ocasión en su mayoría) son demasiado altos como para permitirlo. Será otra oportunidad desperdiciada para realmente cambiar el rumbo de nuestra Guate.

Ninguno de nosotros tiene la capacidad de cambiarlo todo. Sin embargo, sí la tenemos para influir en nuestro entorno. No desperdiciemos más tiempo. Nos toca involucrarnos. Nadie más lo hará por nosotros, nuestras familias, amigos ni entorno, excepto aquellos que quieren destruir nuestra forma de vida en libertad.