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Polémica en España por la violenta muerte de Seguidor de fútbol

Redacción República
01 de diciembre, 2014

Madrid (AFP)
Por Gabriel RUBIO – GIRON

“No existían elementos objetivos que permitiesen prever acontecimientos como los que se produjeron”, aseguró este lunes el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, tras una reunión de la Comisión Antiviolencia española.

Ésta analizó lo sucedido en Madrid cuando unos 200 aficionados radicales, mayoritariamente del Deportivo y del Atlético de Madrid, se enfrentaron con palos, tubos de aluminio y navajas, entre otras armas, en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón, horas antes de un partido de Liga entre ambos equipos, que finalizó con victoria 2-0 para los locales.

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Unas imágenes mostraron como varias personas arrojaban al río Manzanares, que cruza la capital, a un hombre, probablemente Francisco ‘Jimmy’ Romero Taboada, de 43 años, identificado por la prensa como miembro del grupo ultra coruñés Riazor Blues.

Romero fue rescatado con vida, pero falleció poco después al no superar una parada cardiorrespiratoria, según los servicios de emergencia madrileños.
– Eludir el control policial –

“Lo que ha ocurrido es algo absolutamente lamentable”, dijo desde París el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy. “Es muy importante que todos -gobierno, clubes y medios- nos involucremos en esto”, agregó, tras las críticas por la supuesta falta de previsión policial.

El Partido Socialista, principal formación opositora, pidió la comparecencia del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en el Congreso de los Diputados, y su líder, Pedro Sánchez, insistió en reivindicar “un deporte sano fuera de la violencia y de los extremos”.

También los nacionalistas gallegos del BNG pidieron explicaciones sobre “la ausencia” de dispositivo policial antes del partido.

Los implicados en la pelea “hicieron lo posible por eludir el control de la policía, hubo una intención deliberada de escapar al control” policial, aseguró Martínez.

Los radicales coruñeses alquilaron en la vecina provincia de Lugo el autobús que los llevó a Madrid y ambos grupos se habrían citado por mensajería móvil, método más difícil de controlar que las comunicaciones en redes sociales, según fuentes policiales.

Tampoco había antecedentes de enfrentamientos entre las aficiones del “Depor” y del “Atleti” en los últimos seis años, lo que llevó a que el partido fuera considerado de bajo riesgo, con un menor dispositivo de vigilancia.

Un total de 21 sospechosos fueron detenidos por la pelea, de los que “cuatro son del Frente Atlético, uno del Alkor Hooligans (ultras del Alcorcón), dos Bukaneros (radicales del Rayo Vallecano) y catorce Riazor Blues”, dijo a la AFP un portavoz policial.

Según la prensa española, los Alkor Hooligans y los Bukaneros, considerados de ultraizquierda, se habrían enfrentado junto a los Riazor Blues a los Frente Atlético, considerados de ultraderecha.

“Son grupos que se citan, se hermanan, no dependiendo de sus convicciones deportivas sino de sus afinidades ideológicas”, señaló el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal.

Cardenal adelantó este lunes la posibilidad de introducir nuevas sanciones como el cierre parcial de los estadios o la expulsión de grupos ultras de los campos y anunció una reunión el jueves con la Liga y la Federación Española de Fútbol para estudiar estas nuevas acciones.

“Algunos clubes han hecho por sí solos algunos esfuerzos para erradicar estos comportamientos”, recordó por su parte Rajoy, en referencia, sin citarlos a Real Madrid y Barcelona.

En 2003, el entonces presidente azulgrana, Joan Laporta, decidió expulsar del Camp Nou a los “Boixos Nois”, aficionados radicales del Barça, mientras que en enero pasado, el Real Madrid decidió sacar del estadio a los miembros del grupo Ultrasur.

La muerte de Romero es la primera en enfrentamientos entre aficiones desde 2003 cuando Manuel Ríos, un seguidor del Deportivo falleció por golpes de ultras de su propio equipo cuando intentaba proteger a un niño que llevaba una camiseta del Compostela, al término de un partido de Copa del Rey.

Más recientemente, en abril de 2012, murió Iñigo Cabacas por una pelota de goma lanzada por la policía vasca en altercados entre aficionados del Athletic de Bilbao y del Schalke tras un partido de Liga de Campeones.

Todos los derechos son propiedad exclusiva de AFP. © 2014 . Agence France-Presse.

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Polémica en España por la violenta muerte de Seguidor de fútbol

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01 de diciembre, 2014

Madrid (AFP)
Por Gabriel RUBIO – GIRON

“No existían elementos objetivos que permitiesen prever acontecimientos como los que se produjeron”, aseguró este lunes el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, tras una reunión de la Comisión Antiviolencia española.

Ésta analizó lo sucedido en Madrid cuando unos 200 aficionados radicales, mayoritariamente del Deportivo y del Atlético de Madrid, se enfrentaron con palos, tubos de aluminio y navajas, entre otras armas, en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón, horas antes de un partido de Liga entre ambos equipos, que finalizó con victoria 2-0 para los locales.

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Unas imágenes mostraron como varias personas arrojaban al río Manzanares, que cruza la capital, a un hombre, probablemente Francisco ‘Jimmy’ Romero Taboada, de 43 años, identificado por la prensa como miembro del grupo ultra coruñés Riazor Blues.

Romero fue rescatado con vida, pero falleció poco después al no superar una parada cardiorrespiratoria, según los servicios de emergencia madrileños.
– Eludir el control policial –

“Lo que ha ocurrido es algo absolutamente lamentable”, dijo desde París el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy. “Es muy importante que todos -gobierno, clubes y medios- nos involucremos en esto”, agregó, tras las críticas por la supuesta falta de previsión policial.

El Partido Socialista, principal formación opositora, pidió la comparecencia del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en el Congreso de los Diputados, y su líder, Pedro Sánchez, insistió en reivindicar “un deporte sano fuera de la violencia y de los extremos”.

También los nacionalistas gallegos del BNG pidieron explicaciones sobre “la ausencia” de dispositivo policial antes del partido.

Los implicados en la pelea “hicieron lo posible por eludir el control de la policía, hubo una intención deliberada de escapar al control” policial, aseguró Martínez.

Los radicales coruñeses alquilaron en la vecina provincia de Lugo el autobús que los llevó a Madrid y ambos grupos se habrían citado por mensajería móvil, método más difícil de controlar que las comunicaciones en redes sociales, según fuentes policiales.

Tampoco había antecedentes de enfrentamientos entre las aficiones del “Depor” y del “Atleti” en los últimos seis años, lo que llevó a que el partido fuera considerado de bajo riesgo, con un menor dispositivo de vigilancia.

Un total de 21 sospechosos fueron detenidos por la pelea, de los que “cuatro son del Frente Atlético, uno del Alkor Hooligans (ultras del Alcorcón), dos Bukaneros (radicales del Rayo Vallecano) y catorce Riazor Blues”, dijo a la AFP un portavoz policial.

Según la prensa española, los Alkor Hooligans y los Bukaneros, considerados de ultraizquierda, se habrían enfrentado junto a los Riazor Blues a los Frente Atlético, considerados de ultraderecha.

“Son grupos que se citan, se hermanan, no dependiendo de sus convicciones deportivas sino de sus afinidades ideológicas”, señaló el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal.

Cardenal adelantó este lunes la posibilidad de introducir nuevas sanciones como el cierre parcial de los estadios o la expulsión de grupos ultras de los campos y anunció una reunión el jueves con la Liga y la Federación Española de Fútbol para estudiar estas nuevas acciones.

“Algunos clubes han hecho por sí solos algunos esfuerzos para erradicar estos comportamientos”, recordó por su parte Rajoy, en referencia, sin citarlos a Real Madrid y Barcelona.

En 2003, el entonces presidente azulgrana, Joan Laporta, decidió expulsar del Camp Nou a los “Boixos Nois”, aficionados radicales del Barça, mientras que en enero pasado, el Real Madrid decidió sacar del estadio a los miembros del grupo Ultrasur.

La muerte de Romero es la primera en enfrentamientos entre aficiones desde 2003 cuando Manuel Ríos, un seguidor del Deportivo falleció por golpes de ultras de su propio equipo cuando intentaba proteger a un niño que llevaba una camiseta del Compostela, al término de un partido de Copa del Rey.

Más recientemente, en abril de 2012, murió Iñigo Cabacas por una pelota de goma lanzada por la policía vasca en altercados entre aficionados del Athletic de Bilbao y del Schalke tras un partido de Liga de Campeones.

Todos los derechos son propiedad exclusiva de AFP. © 2014 . Agence France-Presse.