El colombiano Jorge Luis Pinto, el técnico que dio con la selección de Costa Rica la gran sorpresa del Mundial Brasil-2014, buscaba con esta experiencia coronar un sueño y en ese empeño se topó con la gloria.

Jorge Luis Pinto no solo cerró su primera participación en un Mundial calificado como uno de los mejores, sino que fue aclamado como un auténtico héroe por la prensa y la afición de Costa Rica.

‘Pinto no se va, Pinto no se va’, clamaba la muchedumbre que el pasado 8 de julio recibió a los integrantes de ‘La Sele’ a su retorno a su casa, tras completar una hazaña deportiva sin precedentes para este país centroamericano.

Las muestras de afecto y gratitud fueron múltiples, incluida la iniciativa de varios diputados de concederle al colombiano una ciudadanía honorífica, que actualmente se encuentra en trámite legislativo.

Pero Pinto finalmente se ha ido, según anunció este jueves, dejando en Costa Rica una huella imborrable.

Las circunstancias de su partida son un tanto bochornosas para el fútbol costarricense: no han sido diferencias económicas u otras cláusulas contractuales las razones, sino una sorda intriga que -asegura- ha venido sufriendo desde hace año y medio por parte de integrantes de su equipo técnico.

De la mano de Pinto, Costa Rica asombró al mundo en la recién pasada Copa Mundial de Brasil al superar la etapa clasificatoria dentro del Grupo D, considerado el de ‘la muerte’, por la presencia de tres campeones mundiales: Italia, Inglaterra y Uruguay.

Costa Rica derrotó 3-1 a Uruguay, 1-0 a Italia y logró un empate 0-0 ante Inglaterra, clasificando con 7 puntos en el primer lugar de la llave en que -a criterio de la prensa deportiva internacional- le tocaba jugar el papel de cenicienta.

En octavos de final, los ‘ticos’ eliminaron a Grecia en tanda de penales, tras un difícil duelo de dos horas que cerró con empate 1-1 y en el que el diseño táctico de ambos entrenadores fue protagonista.

La escuadra centroamericana solo pudo ser detenida por la poderosa Holanda en cuartos de final, tras los 90 minutos reglamentarios y los 30 de alargue, mediante la tanda de penales por marcador 4-3.

– De sorpresa en sorpresa –

Cuando el colombiano Jorge Luis Pinto fue nombrado entrenador de la selección de Costa Rica que disputaría el pase al Mundial de Brasil, en 2011, muchos aficionados y periodistas deportivos torcieron la nariz.

Aún estaba fresca en la memoria la eliminatoria del Mundial de Alemania-2006 cuando Pinto era el técnico de la tricolor y fue sustituido en medio de reclamos del público de que el equipo jugaba mal.

Su despido, después de un empate sin goles frente a Trinidad y Tobago, truncó los sueños de Pinto Afanador de llegar al Mundial de Alemania al frente de una selección.

Parecía que sus éxitos con clubes como el Alianza Lima (Perú) y Liga Deportiva Alajuelense (Costa Rica), a los que hizo campeones, no se podían repetir en selecciones porque en 2007 sería cesado como entrenador de la selección de su país, Colombia.

Aún así, la dirigencia del fútbol costarricense volvió a confiarle la selección para la eliminatoria a Brasil-2014, con tan buen tino que el combinado centroamericano clasificó de forma anticipada después de vencer a México y Estados Unidos, los rivales más duros de la región.

Pinto, un hombre estudioso, metódico y apasionado por la táctica, apostó al talento de jugadores como Cristian Bolaños, Joel Campbell y Bryan Ruiz, combinado con el orden táctico de volantes mixtos como Celso Borges y Yeltsin Tejeda.

Dirigida por Pinto, la selección costarricense siguió experimentando un crecimiento continuo que no se evidenció totalmente hasta la hora de la verdad, cuando empezó a correr el balón sobre las gramillas de Brasil.

Para Jorge Luis Pinto, haber llegado como director técnico a un Mundial de fútbol fue la culminación de un sueño.

‘He luchado toda mi vida por ir a un Mundial y hoy lo he logrado, es la lucha de toda mi vida. Más que una felicidad, es la respuesta a mi trabajo, al esfuerzo, a la dedicación’, confesó el día en que Costa Rica logró su clasificación a Brasil, el 10 de septiembre de 2013.

Nacido el 16 de diciembre de 1952 en el municipio colombiano de San Gil, Pinto comenzó su formación deportiva en su país, donde obtuvo una licenciatura en educación física y, posteriormente, se especializó en fútbol en Brasil y Alemania, dos países con estilos de juego opuestos, pero que en la cabeza de Pinto resultan complementarios.

Su futuro profesional aún es incierto, pero su papel en Brasil-2014 es sin duda una tarjeta de presentación valiosa y de plena vigencia.