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Deportes extremos, el placer de desafiar los límites

Redacción República
12 de marzo, 2015

Villa CastelliArgentina

Casi inaccesible para turistas del común por geografía y presupuesto, parte del noroeste argentino se convirtió en la meca de intrépidos deportistas, pero esta semana la aventura dejó paso a la fatalidad en Villa Castelli, un pequeño y empobrecido poblado de apenas 2.000 habitantes.

El choque de dos helicópteros que dejó ocho franceses muertos, tres de ellos deportistas de élite que participaban en un reality de televisión de supervivencia extrema, causó conmoción.

“Estábamos felices de tenerlos aquí”, dijo a la AFP el alcalde de Villa Castelli, Andrés Navarrete.

Las víctimas francesas participaban en la filmación de “Dropped”, un reality del canal francés TF1 en el árido paraje de Quebrada del Yeso, cercana a Villa Castelli, que consiste en dejar a los participantes en lugares inhóspitos para que busquen solos volver a la civilización.

– Una bicoca de 800 dólares diarios –

Aunque el accidente podría menguar la llegada de visitantes amantes de emociones fuertes, el turismo aventura se ha transformado en una apreciable fuente de ingresos de tour operadores del noroeste argentino, que llegan a cobrar hasta 800 dólares por día por un programa con “atención personalizada”.

Nada accesible para los provincianos de esa región, como La Rioja (1.100 km al noroeste de Buenos Aires), a la que pertenece Villa Castelli, con salarios promedio (no el más bajo) de apenas 533 dólares mensuales.

“Organizamos excursiones con 4×4 sobre todo con turistas europeos, de los cuales el 80% son franceses. Los paquetes cuestan entre 500 y 800 dólares por día y el promedio es de una semana de duración”, dijo un directivo de la empresa Los Cardones a la AFP.

Esas travesías de una semana se realizan en sitios muy poco accesibles y para un nivel de turismo ‘muy VIP’, a un costo de más de 5.000 dólares el paquete.

Un total de 10.540 turistas extranjeros (el 40% franceses) visitaron La Rioja en 2014, según cifras oficiales, una de las provincias más pobres de Argentina.

Sin embargo, su topografía montañosa y hostil ha generado una nueva fuente de ingresos con miles de turistas foráneos que se tientan desafiando los límites.

La Rioja, con apenas 300.000 habitantes y cuya principal fuente económica es el empleo público, el cultivo de olivos y ahora el turismo, tuvo su década de gloria en los años 90 cuando el entonces presidente Carlos Menem, oriundo y exgobernador del distrito, la hizo conocida en el mundo.

Opacado Menem, no obstante La Rioja y su paraje menos poblado, Villa Castelli, volvieron a tener su lugar en el mundo desde que el Rally Dakar atraviesa por parte de su territorio, generando un gran movimiento de turistas y de cientos de involucrados en la competencia.

– El que no corre, vuela –

Allí, donde en enero el rugido de los motores del Dakar altera la tranquilidad de las montañas, la geografía es apta para lanzarse desde cerros en ala delta, realizar caminatas a campo traviesa (senderismo o trekking), montarse en una bici por sinuosos senderos, treparse con sogas a escarpados cerros o hacer travesías en camionetas especiales, y siempre con el peligro acechando.

“Hay europeos a los que hay que frenar porque vienen con un peligroso ímpetu aventurero. Lo importante es contar con buen equipamiento: el nuestro es importado y es muy costoso”, admitió Jennifer Janson, socia de la empresa Extremo Norte, a la AFP.

El extenso y variado territorio argentino tiene decenas de opciones para practicar deportes extremos, un imán para europeos, estadounidenses y japoneses con ánimo aventurero y recursos económicos.

El más difundido es la escalada al cerro Aconcagua, el más alto de América de 6.972 metros de altitud, enclavado en plena Cordillera de Los Andes, que recibe unos 7.000 turistas al año en los meses del verano austral, pero un promedio de cuatro andinistas fallecen por temporada en su intento de llegar a la cima.

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Deportes extremos, el placer de desafiar los límites

Redacción República
12 de marzo, 2015

Villa CastelliArgentina

Casi inaccesible para turistas del común por geografía y presupuesto, parte del noroeste argentino se convirtió en la meca de intrépidos deportistas, pero esta semana la aventura dejó paso a la fatalidad en Villa Castelli, un pequeño y empobrecido poblado de apenas 2.000 habitantes.

El choque de dos helicópteros que dejó ocho franceses muertos, tres de ellos deportistas de élite que participaban en un reality de televisión de supervivencia extrema, causó conmoción.

“Estábamos felices de tenerlos aquí”, dijo a la AFP el alcalde de Villa Castelli, Andrés Navarrete.

Las víctimas francesas participaban en la filmación de “Dropped”, un reality del canal francés TF1 en el árido paraje de Quebrada del Yeso, cercana a Villa Castelli, que consiste en dejar a los participantes en lugares inhóspitos para que busquen solos volver a la civilización.

– Una bicoca de 800 dólares diarios –

Aunque el accidente podría menguar la llegada de visitantes amantes de emociones fuertes, el turismo aventura se ha transformado en una apreciable fuente de ingresos de tour operadores del noroeste argentino, que llegan a cobrar hasta 800 dólares por día por un programa con “atención personalizada”.

Nada accesible para los provincianos de esa región, como La Rioja (1.100 km al noroeste de Buenos Aires), a la que pertenece Villa Castelli, con salarios promedio (no el más bajo) de apenas 533 dólares mensuales.

“Organizamos excursiones con 4×4 sobre todo con turistas europeos, de los cuales el 80% son franceses. Los paquetes cuestan entre 500 y 800 dólares por día y el promedio es de una semana de duración”, dijo un directivo de la empresa Los Cardones a la AFP.

Esas travesías de una semana se realizan en sitios muy poco accesibles y para un nivel de turismo ‘muy VIP’, a un costo de más de 5.000 dólares el paquete.

Un total de 10.540 turistas extranjeros (el 40% franceses) visitaron La Rioja en 2014, según cifras oficiales, una de las provincias más pobres de Argentina.

Sin embargo, su topografía montañosa y hostil ha generado una nueva fuente de ingresos con miles de turistas foráneos que se tientan desafiando los límites.

La Rioja, con apenas 300.000 habitantes y cuya principal fuente económica es el empleo público, el cultivo de olivos y ahora el turismo, tuvo su década de gloria en los años 90 cuando el entonces presidente Carlos Menem, oriundo y exgobernador del distrito, la hizo conocida en el mundo.

Opacado Menem, no obstante La Rioja y su paraje menos poblado, Villa Castelli, volvieron a tener su lugar en el mundo desde que el Rally Dakar atraviesa por parte de su territorio, generando un gran movimiento de turistas y de cientos de involucrados en la competencia.

– El que no corre, vuela –

Allí, donde en enero el rugido de los motores del Dakar altera la tranquilidad de las montañas, la geografía es apta para lanzarse desde cerros en ala delta, realizar caminatas a campo traviesa (senderismo o trekking), montarse en una bici por sinuosos senderos, treparse con sogas a escarpados cerros o hacer travesías en camionetas especiales, y siempre con el peligro acechando.

“Hay europeos a los que hay que frenar porque vienen con un peligroso ímpetu aventurero. Lo importante es contar con buen equipamiento: el nuestro es importado y es muy costoso”, admitió Jennifer Janson, socia de la empresa Extremo Norte, a la AFP.

El extenso y variado territorio argentino tiene decenas de opciones para practicar deportes extremos, un imán para europeos, estadounidenses y japoneses con ánimo aventurero y recursos económicos.

El más difundido es la escalada al cerro Aconcagua, el más alto de América de 6.972 metros de altitud, enclavado en plena Cordillera de Los Andes, que recibe unos 7.000 turistas al año en los meses del verano austral, pero un promedio de cuatro andinistas fallecen por temporada en su intento de llegar a la cima.