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Ganó medalla de plata en Río, pero lloró por otra causa

Redacción República
14 de agosto, 2016

Un hecho insólito se vivió en los Juegos Olímpicos de R+io 2016. La deportista china He Zi ganó la medalla de plata en la prueba de trampolín de tres metros. Ya en el podio, su novio le pidió matrimonio. Ella aceptó.

La escena fue captada en directo por la OBS, la televisión oficial de los Juegos de Río 2016. He, segunda en clavados desde trampolín de tres metros por detrás de su compatriota Shi Tingmao y delante de la italiana Tania Cagnotto, estaba aún tratando de digerir su medalla cuando Qin Kai, bronce en clavados sincronizados desde trampolín de tres metros, se presentó ante ella con un estuche de terciopelo.

El mundo entero fue testigo de este momento a través de la pequeña pantalla. Desconcertada, la joven clavadista tardó unos segundos en reaccionar. Luego derramó una lágrima y asintió con la cabeza a la petición de su novio, que tenía una rodilla en el suelo.

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Entonces, él le deslizó el anillo en el dedo. Los dos jóvenes se abrazaron con pudor antes de marcharse agarrados del brazo.

“Estamos juntos desde hace seis años, pero no me esperaba que me pidiera matrimonio hoy”, declaró mostrando orgullosa su anillo.

“Dijo muchas cosas, prometió muchas cosas, pero creo que lo que más me conmovió es que es el hombre en el que pudo confiar durante el resto de mis días”, agregó la subcampeona olímpica.

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Ganó medalla de plata en Río, pero lloró por otra causa

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14 de agosto, 2016

Un hecho insólito se vivió en los Juegos Olímpicos de R+io 2016. La deportista china He Zi ganó la medalla de plata en la prueba de trampolín de tres metros. Ya en el podio, su novio le pidió matrimonio. Ella aceptó.

La escena fue captada en directo por la OBS, la televisión oficial de los Juegos de Río 2016. He, segunda en clavados desde trampolín de tres metros por detrás de su compatriota Shi Tingmao y delante de la italiana Tania Cagnotto, estaba aún tratando de digerir su medalla cuando Qin Kai, bronce en clavados sincronizados desde trampolín de tres metros, se presentó ante ella con un estuche de terciopelo.

El mundo entero fue testigo de este momento a través de la pequeña pantalla. Desconcertada, la joven clavadista tardó unos segundos en reaccionar. Luego derramó una lágrima y asintió con la cabeza a la petición de su novio, que tenía una rodilla en el suelo.

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Entonces, él le deslizó el anillo en el dedo. Los dos jóvenes se abrazaron con pudor antes de marcharse agarrados del brazo.

“Estamos juntos desde hace seis años, pero no me esperaba que me pidiera matrimonio hoy”, declaró mostrando orgullosa su anillo.

“Dijo muchas cosas, prometió muchas cosas, pero creo que lo que más me conmovió es que es el hombre en el que pudo confiar durante el resto de mis días”, agregó la subcampeona olímpica.